Definición del socialismo
En el ámbito político, se conoce como Socialismo a un sistema socio-económico que plantea como protagonistas del control y manejo de los medios de producción, comunicación y gobierno a la sociedad en pleno, agrupada en distintas formas de organización.
De esta forma, a distinción del Capitalismo –al cual se contrapone fervientemente- que cree en la mano invisible que maneja el mercado y en los esfuerzos dirigidos a la acumulación, máxima del capital, el Socialismo plantea que la mano que debe manejar los rumbos de la nación particular que le corresponde es la sociedad, mientras que el mayor valor para acumular en este sistema sería la igualdad.
No obstante, este modelo económico que plantea un cambio radical en las relaciones, métodos y medios institucionalizados durante años por el Capitalismo en los países industrializados cuenta con fuertes detractores, quienes lo señalan como una utopía, al tiempo que critican la máxima centralización gubernamental que puede implicar un gobierno con estas características, afirmando que esta circunstancia crea un Mega Estado, caracterizado por altos niveles de Burocracia, que impiden en acceso al ciudadano común.
Historia del socialismo
Para situar de forma precisa los orígenes del Socialismo, se debe analizar tres ciudades europeas y tres momentos de la historia. De esta manera, el primer punto en donde puede hablarse del nacimiento del Socialismo es Inglaterra, donde se formó el conocido Socialismo Utópico, como respuesta a las cruentas y miserables condiciones en que vivía las poblaciones, ahora convertidas en mano obrera por la primera Revolución Industrias. Así mismo, en territorio británico se iniciaría la ciencia de la Economía Política, la cual trataba de teorizar el gran proceso de cambio que se vivía.
Posteriormente, en Francia se erige la figura del conde de Saint-Simon quien cobró relevancia como filósofo socialista, la plantear que la única forma de salir de la miseria era eliminando la propiedad privada, en pro de la propiedad comunitaria. Igualmente, planteó la Federación de Estados Europeos, la cual tendría la capacidad de controlar y evitar las guerras o marcar su fin. Por otro lado, Francia también sería la cuna de Charles Fourier, quien propuso la conformación de los Falansterios, comunidades de producción y consumo, autosustentables, las cuales según este filósofo vendrían a crear un ambiente de armonía en el mundo.
Más adelante, para mediados del siglo XIX, Karl Marx propondría su tesis sobre el “Socialismo Científico”, la cual tendría una postura crítica hacia el comunismo clásico. Igualmente, de mano de este filósofo alemán surgen tres grandes conceptos que revolucionaron la Economía Política: Valor de Mercado, Valor de Cambio y la Plusvalía, sin embargo, estos conceptos sólo son seguidos o argumentados por los pensadores con tendencia de izquierda, mientras que los intelectuales de Derecha los evaden, argumentando que no son lo suficientemente completos, estando además parcializados en su concepción por las ideas comunistas de su creador.
En este época, también surge el Anarquismo, teoría que cónsona con las primeras ideas socialistas, plantea la conformación de una sociedad libre de toda dominación, donde no existan leyes ni controles autoritarios, los cuales además no serán necesarios en vista de que vivir en Libertad, llevará al humano a un estado de bienestar, donde no requerirá de controles.
Igualmente, otro punto crucial en la historia de la evolución del Socialismo lo marca la conformación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la cual dirigida al principio por el líder político ruso Vladimir Lenin se convirtió en punto de referencia para todos los socialistas de ese momento, los cuales se agrupaban en la Tercera Internacional Socialista, y que veían en la URSS la realización de los que antes creían un utopía.
Socialismo durante el siglo XX
Así mismo, durante la primera mitad del siglo XX, el Socialismo comenzó a extenderse por Europa, constituyendo por un lado la promesa de camino hacia la conformación del Comunismo, y por otro la gran amenaza comunista, encarnada en el Bloque Comunista Europeo, que logró ganar para sí territorios ubicados en Asia y en el Caribe.
Estas tensiones entre los distintos modelos económicos, representado por las fuerzas capitalistas, declaradas así mismas como fuerzas anticomunistas y el naciente bloque Comunista vivieron su máximo auge durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la URSS logró crear y organizar estados dependientes del Gobierno Central, propagándose como una gran fuerza socioeconómica y política en Europa.
Terminada la Guerra, sobrevendría la Guerra Fría, en la que el mundo se vería dividido en dos modelos económicos e ideológicos, encarnados en el pujante sistema capitalista de Estados Unidos y las fuerzas comunistas consolidadas en la URSS y quien en este momento se encontraban ya en manos de Joseph Satalin. Finalmente, la crisis económica de la URSS, el desgaste del discurso y la imposibilidad de mantener el control sobre tan extensos territorios, entre otras causas políticas y sociales, trajeron el derrumbe la URRS, siendo declarado por las fuerzas capitalistas “El Fin de la Historia”, erigiéndose el modelo neoliberal, representado en las políticas del Fondo Monetario Internacional como la opción única en cuanto a modelos económicos.
Sin embargo, hacia finales del siglo XX, en distintos países de Latinoamérica, como Venezuela, las sociedades y pueblos comenzaron a rebelarse contra estas propuestas neoliberales, que vendrían a arruinar a la población, mucho más de lo que lo había hecho a lo largo de la historia la Conquista, las Guerras de Independencia, y la segunda invasión protagonizada por el Nuevo Imperio: Estados Unidos, el cual a través de las petroleras y las compañías bananeras, entre otras industrias trataba a esta región del continente americano como su “patio trasero”, donde se podían conseguir materias primas y mano de obra barata.
Socialismo del siglo XXI
Hacia finales de la última década del siglo XX, apenas cinco años después de la caída del bloque soviético, el intelectual Heinz Dieterich Steffan promulgaría la tesis del Socialismo del siglo XXI, el cual contaría con la misión de construir un mundo distinto. Por su parte, Venezuela vivía una crisis económica y política, originada por la corrupción de su sistema bipartidista, protagonizado por dirigentes de Acción Democrática y Copei. El pueblo venezolano pedía un cambio urgente de gobierno, ante la imposibilidad de lograrlo por sus propios medios, como lo demostró la terrible represión del que fue víctima durante la rebelión popular llamada El Caracazo, en 1989.
Durante la última década del siglo XX, justo un año después de la caída del bloque soviético y la proclamación de la victoria del modelo neoliberal, un grupo militar venezolano se rebeló contra las medidas capitalistas aprobadas por el Gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez. De ese movimiento subversivo nacería la imagen de Hugo Chávez, quien para finales de 1998 lograría, a través de una elección popular convertirse en presidente de la República.
Siete años después de iniciado el proceso político conocido como Revolución Bolivariana –por basarse en las ideas de Simón Bolívar- Hugo Chávez trae a escena la teoría de Dietrich, al declarar durante un discurso frente al V Foro Social Mundial, el 30 de enero de 2005, que la única opción que tiene el mundo para salvar a la especie humana es el Socialismo, un socialismo humano, basado en la solidaridad, el amor, la fraternidad y en el esfuerzo de millones de humanos por construir un mundo, que no sólo era justo sino necesario.
Esta idea se extendió rápidamente por la región latinoamericana, donde de la mano de Hugo Chávez (Venezuela), Lula da Silva (Brasil) y Néstor Kirchner (Argentina), Latinoamérica dio una contundente respuestas a las políticas de libre mercado propuestas para la región por Estados Unidos, encardas en el Alca, a la cual respondieron con el ALBA, así como con otros mecanismos de integración e intercambio solidario entre las naciones de lo que denominaron Patria Grande.
En cuanto a la historia particular de Venezuela, cuna del Socialismo del Siglo XX, los ataques y errores estuvieron a la orden del día durante el gobierno de Hugo Chávez, primer propulsor de esta Tesis el cual además no está conceptualizado, sino que en palabras del fallecido presidente Chávez, se encuentra en constante formación, pero cuenta con características propias latinoamericanas. Hoy en día, algunos detractores de este modelo, el cual luego de la muerte de Hugo Chávez, y bajo el mando de Nicolás Maduro, comenzó a vivir una cruenta crisis económica, critican que en Venezuela el intento de construcción del siglo XXI no haya reparado en la importancia de generar medios de producción sólidos, rentables y autosustentables, necesarios para declarar una verdadera Independencia económica, como primer paso hacia la consolidación de la Soberanía.
Fuente de imagen: enciclopediafinanciera.com