Gran parte de las historias de casas encantadas, apariciones y fantasmas están relacionadas con la muerte (por lo general trágica) de alguna persona. Los cementerios y los antiguos hospitales son famosos por este aspecto, así como las prisiones y los manicomios.

De ser cierto esto, los hospitales modernos podrían ser una de las fuentes más valiosas de eventos paranormales. Y si bien el asunto no se ha estudiado con largueza (no es fácil hacer este tipo de estudios en un lugar en el que la prioridad es, como debería ser, salvar vidas) recientes análisis indican que un porcentaje considerable de las personas que aquí trabajan han sido testigos de algún tipo de evento paranormal.

Enfermeras

Más que los médicos, suelen ser las enfermeras las encargadas del cuidado del paciente y quienes pasan con él la mayor parte del tiempo. Suelen ser ellas, así mismo, quienes se encuentran en los últimos momentos de la vida de la persona y le prestan sus últimos cuidados. Por esto mismo, son ellas quienes estarían más atentas a cualquier tipo de anomalía en un hospital.

Un reciente estudio realizado en Argentina (y publicado en el Journal of Scientific Exploration) reveló que la mayor parte de las enfermeras de 8 hospitales han sido testigos de eventos paranormales o anómalos de algún tipo: los eventos más comunes era la aparición de “presencias” inexplicables, voces, murmullos y de vez en cuando luces. También se reveló que un 20% de las enfermeras había presenciado una experiencia extracorpórea y 18% tenían alguna historia con curaciones “milagrosas” producto de algún tipo de fe.

Por supuesto, esto no es decisivo en términos científicos, pero nos indica que las cosas no son tan simples como creemos y que son precisamente quienes trabajan cerca de la muerte quienes más razones tienen para creer que no se trata de algo definitivo.

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