Quizás uno de los compositores clásicos más conocidos, tanto por los músicos académicos como por el público en general sea Antonio Vivaldi, músico barroco de origen italiano, cuyas piezas han llegado a pertenecer al inconsciente colectivo, gracias a su sencillez, alcance y maestría.
Difusión de Vivaldi
No obstante, en la gran difusión que han conseguido algunas de las piezas de Vivaldi, en especial el concierto de Las Cuatro Estaciones han jugado un papel fundamental los distintos medios de comunicación, los cuales siempre han escogido como cortinas de películas, tiras cómicas e incluso anuncios publicitarios algunos de los célebres acordes de este compositor veneciano, a quien casi todos los individuos occidentales han escuchado al menos una vez en su vida.
Sin embargo, por paradójico que pueda parecer frente a tan gran alcance, Antonio Vivaldi contó con reconocimiento durante su vida, siendo olvidado por siglos, y así hubiese permanecido si el músico alemán Johann Sebastian Bach, quien lo admiraba profundamente, no se hubiese dedicado a transcribir algunas de sus obras, legándoselas al futuro. Fue así cómo los compositores y músicos del siglo XIX lograron escuchar por primera vez a Vivaldi, a través del trabajo de Bach, quien había trascrito varios de sus conciertos, permitiéndole al mundo descubrir a este genio musical del siglo XVII.
Frases célebres de Vivaldi
En este sentido, así como la música de Vivaldi cayó en un profundo silencio después de su muerte, sus palabras y la mayoría de sus pensamientos permanecieron en las sombras, hecho que fue cambiando eventualmente, gracias al trabajo de algunos historiadores. Sin embargo, en la actualidad no existe como tal un banco de información en donde por ejemplo se puedan encontrar debidamente archivadas algunas frases o pensamientos de este compositor.
No obstante, buscando en algunas páginas digitales se puede encontrar una que otra carta, así como las letras que han sido atribuidas a sus composiciones, de las cuales si no fuese por Johann Sebastian Bach no se conocería absolutamente nada. En este sentido, se pueden encontrar entonces algunas frases de Vivaldi como las siguientes:
Sobre su determinación Si no te gusta esto, ya no voy a escribir música.
Si no te gusta esto, ya no voy a escribir música.
De acuerdo a la fuente consultada, esta frase atribuida a Antonio Vivaldi tiene como contexto una nota o comentario hecho a un conocido, sobre una opereta u obra teatral. De esta forma, aparentemente Antonio Vivaldi establecía en firme que si el destinatario de su mensaje, estimaba que la obra en cuestión no era de su agrado, simplemente él como músico se negaría a componer la música de la obra.
Sobre el dar misa Hace ya veinticinco años que no celebro misa, y no lo volveré a hacer nunca, no por prohibición o mandato, como podrá saber Su Eminencia, sino por otros motivos, debido a una enfermedad que padezco desde que nací, que me atormenta en gran medida.
Hace ya veinticinco años que no celebro misa, y no lo volveré a hacer nunca, no por prohibición o mandato, como podrá saber Su Eminencia, sino por otros motivos, debido a una enfermedad que padezco desde que nací, que me atormenta en gran medida.
Aun cuando muchos lo desconocen, Antonio Vivaldi además de Músico era Sacerdote ordenado, solo que debido a un gran padecimiento físico no daba misa, prefiriendo dedicarse a la Música en lugar de ejercer este rol de sacerdote, puesto que su experiencia en el altar no había sido la más placentera, según consta en otros fragmentos de su correspondencia. De esta forma, este extracto de una carta, escrita por Vivaldi a Guido Bentivoglio d´Aragona, durante noviembre de 1737 deja testimonio material de cuál era su determinación con respecto al acto de dar misa.
Sobre su salud Por eso hago casi toda mi vida en casa y sólo salgo en góndola o en coche, pues a causa de mi enfermedad pulmonar ya no puedo ni andar.
Por eso hago casi toda mi vida en casa y sólo salgo en góndola o en coche, pues a causa de mi enfermedad pulmonar ya no puedo ni andar.
Así también, más adelante, en la carta enviada por Vivaldi a Guido Bentivoglio d´Aragona, en 1737, este escritor deja en claro cuál es su estado de salud, describiendo cómo éste no le permitía ni siquiera abandonar su casa a pie, debido a sus dolencias pulmonares. A la luz de estas afirmaciones, algunas corrientes históricas han especulado que este sacerdote veneciano probablemente sufría de Asma, aun cuando otros han llegado a especular alguna falla cardíaca. Sin embargo, ninguna de las dos posibilidades fue un obstáculo para que este genio musical se entregara al desarrollo de una carrera brillante.
Sobre su prestigio Todo lo bueno que puedo aportar lo hago en casa, en el escritorio. Por ello tengo el honor de mantener correspondencia con nueve príncipes y mis cartas viajan por toda Europa.
Todo lo bueno que puedo aportar lo hago en casa, en el escritorio. Por ello tengo el honor de mantener correspondencia con nueve príncipes y mis cartas viajan por toda Europa.
Por su parte, esta frase sirve para entender de boca directa del autor cómo su carrera musical contó en algún momento con gran prestigio, siendo entonces solicitado por los más importantes nobles de Italia y Europa, así como por los creadores de Óperas y piezas teatrales, composiciones a las que Vivaldi dedicó gran parte de su carrera. No obstante, las fuentes históricas también comentan cómo esta fama fue decayendo poco a poco, signándole a una vejez un poco apretada económicamente, situación en la que logró mantenerse a flote gracias a su trabajo directo con el teatro.
Extracto de la Primavera Llegó la primavera y jubilosas / la saludan las aves con alegre canto, / en tanto que las fuentes, con los soplos de los céfiros, /discurren con dulce murmullo.
Llegó la primavera y jubilosas / la saludan las aves con alegre canto, / en tanto que las fuentes, con los soplos de los céfiros, /discurren con dulce murmullo.
Finalmente, a fin de obtener una visión completa sobre los diversos aspectos sobre los que puede abordarse Antonio Vivaldi, es necesario entonces traer a colación un fragmento de la letra, atribuida a su pieza Primavera, una de las cuatro que conforman el famoso y conocido concierto Las Cuatro Estaciones, la cual además es una de las más emblemáticas y usadas en el medio audiovisual, siendo identificada por grandes y pequeños en el mundo occidental industrializado. En ella se puede ver cómo el autor nombra elementos propios de la naturaleza primaveral, los cuales al mismo tiempo son descritos por los instrumentos a través de sus frases musicales.
Imagen: wikipedia.org