“Un pueblo que carece de la capacidad de crítica que proporciona la reflexión desde principios universalistas; un pueblo que no quiere argumentar de modo que sus argumentos sean también convincentes para los adversarios, ha perdido la iniciativa propia del Logos para dirigir racionalmente la historia y está pasivamente a la espera de cualquier caudillo que sepa persuadirle”.
De nuevo, otro pensador de gran relevancia señala y acusa la tendencia absurda de los pueblos en la historia de los últimos siglos, a dejarse persuadir y engañar por un caudillo político que con palabras emotivas y estratégicas, logra convencer a todo un pueblo para luego, satisfacer sus intereses y los de sus secuaces, obteniendo como resultado la sociedad que hoy tenemos.
A pesar de ver los resultados que hoy tenemos, las masas optan por seguir creyendo que algún día aparecerá un político salvador que todo lo cambie. Pero los hechos han hablado.
“En mi opinión, la superioridad de la Semiótica de Peirce consiste en que puede hacer comprensible la conexión interna entre los procesos sintéticos de razonamiento y la interpretación lingüística del mundo”.
Peirce fue una mente brillante que atrajo la atención de muchos otros estudiosos, como Karl Otto Apel es que la Semiótica no es una ciencia muerta de un lenguaje muerto, sino que va directamente a la forma como percibimos el mundo y lo interpretamos.
“la ética del discurso no procede sólo de la analogía pragmático-trascendental del ‘reino de los fines’ de comunicación anticipada contrafácticamente, sino a la vez, del a priori de la ‘facticidad’ de la comunidad real de comunicación”
“No se puede filosóficamente validar el principio crítico, si lo aplicamos a todo”
Sin duda alguna, Karl se obsesiona y se enfoca netamente en las cuestiones de la Semiótica Trascendenal y todo lo que esto conlleva como las circunstancias de tipo universal correspondientes a lo pragmático de la comunicación.
Escrito por: Diego Felipe Baquero R.