Dicen los poetas que la Esperanza es el sentimiento que sostiene el alma humana, en medio de la tormenta que es la vida, pues es la emoción que le permite no rendirse, sino aferrarse a que lo bueno está por venir, y que por eso se debe seguir.
No obstante, la Esperanza cuenta con un antónimo o sentimiento contrario: la Desesperación, la cual también puede sentirse, y aun cuando se habla de evitarla, en realidad forma parte del gran abanico de emociones humanas, por lo que sentirla es totalmente natural, y puede que hasta sano, pues los poetas también señalan que cuando el hombre roza la locura o la muerte, y entra en desesperación, también entra en contacto con la infinidad de recursos que lleva dentro, por lo que también se da paso al milagro.
Por ende, no es de extrañar que existan innumerables frases y pensamientos sobre estos dos estados del alma, sobre todo sobre la Desesperación, por considerarse uno de los escenarios más extremos por los que puede pasearse el ser humano. No obstante, previo a revisar algunos de estos pensamientos, promulgados por los más célebres hombres de la Historia, se tomará en cuenta el propio concepto de este sentimiento.
Definición de Desesperación
Sin embargo, constituyendo un tema de estudio abordado por varias disciplinas, entre ellas la Psicología y la Filosofía, no es de extrañar que existan también cientos de posturas y perspectivas sobre la Desesperación, de ahí que la forma más objetiva de aproximarse a una definición sobre ella puede ser tomar en consideración el concepto promulgado por la Real Academia Española de la Lengua, institución que le ha designado una entrada en su Diccionario, texto lexicográfico en donde pueden leerse las siguientes acepciones:
Pérdida total de la esperanza.
Alteración extrema del ánimo causada por cólera, despecho o enojo.
Por lo tanto, en primer término, el concepto de Desesperación es entendido como la pérdida de las esperanzas, lo cual explica entonces por qué la mayoría de las corrientes hablan de evitarla, ya que si el ser humano se queda sin esperanzas puede que también decida dejar de luchar, lo cual puede ocasionar estados bastante negativos, como por ejemplo la Depresión. En consecuencia, la Desesperación no es vista como algo positivo.
Así mismo, otra de las acepciones que tiene la palabra Desesperación pareciera estar más ligada al carácter de la persona, que a su fe en la vida, y es que se entiende igualmente como el estado que alcanza un ser humano cuando tiene una explosión de ira o enojo. En consecuencia, siendo estos estados comprendidos como naturales, pero considerados pocos sanos, entonces se cree que lo mejor es evitarlos, o por lo menos afrontarlos con mucha paciencia.
Frases célebres sobre la Desesperación
Siendo entonces estados alterados y no tan satisfactorios del alma, pero totalmente naturales, no es de extrañar que los hombres y pensadores más célebres, de la Historia del pensamiento humano, se hayan interesado por lograr estudiar un estado en el cual el Alma se entrega a la angustia y a creer que no hay solución posible. A continuación, algunas de las frases que ha engendrado tal interés:
Miguel de Unamuno (1864 – 1936) Jamás desesperes, aun estando en las más sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante.
Jamás desesperes, aun estando en las más sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante.
Tal vez uno de los mensajes más comunes, en relación con la Desesperación, es el hecho de no caer en ella, puesto que este estado puede convencer al hombre a rendirse ante la vida y sus cambios, cuando en realidad a todo momento triste, por oscuro que sea, siempre puede seguirle otro mucho mejor.
Por ende, tal como señalaba el escritor y filósofo español, Miguel de Unamuno, por triste o terrible que parezca el paisaje, por negras que sean las nubes, de ellas solo puede salir agua que ayude a la tierra a florecer. Ergo, no se debe caer en desesperación pues siempre hay un mañana, lleno de nuevas oportunidades. La vida nunca se queda sin salidas, puesto que si esto pasa, incluso se puede reinventar la propia vida y cambiarla.
Franz Kafka (1883 – 1924) No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives.
No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives.
En la misma sintonía parece encontrarse este pensamiento del escritor checoslovaco Franz Kafka, quien pese a ser reconocido como un escritor tenebroso, es el autor de este alentador mensaje, en el que se le recuerda al humano que el desesperarse solo puede ser el resultado de pensar que se ha llegado al fin, pero el fin no existe, pues siempre surgen fuerzas en donde se creían que se habían agotado.
De esta manera, siempre que la Desesperación se instale en el alma, con su lapidario mensaje de que ya nada nuevo puede suceder, o que no se cuenta con la capacidad de dar un paso más, en realidad, debe el ser humano aferrarse a la vida, pues de ahí, de esa decisión es que surgirán nuevas fuerzas, que barran la Desesperación, y que permitan seguir luchando.
Thomas Fuller (1610 – 1661) La desesperación infunde valor al cobarde.
La desesperación infunde valor al cobarde.
Otro de los aspectos que se han conversado sobre la Desesperación es la capacidad de conducir al hombre a estados que no imaginaba posible, con tal de salvarse, de ahí que algunos piensen que aun cuando la Desesperación es un estado terrible y oscuro, en realidad es la noche en donde brilla la luz del milagro, que saca al hombre del precipicio, para salvarlo.
Cuando el humano roza la muerte, la locura lo salva. En ese sentido, parece insertarse el pensamiento del escritor británico Thomas Fuller, para quien entonces la Desesperación era un estado que en lugar de hundir al humano, en realidad lo empujaba hacia estados necesarios para la solución de su vida, por ejemplo, como el hecho de convertir en valiente al que siempre ha sido cobarde. Es decir, la Desesperación produce el milagro que salva la vida.
Henry David Thoreau (1817 – 1862) Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación.
Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación.
Sin embargo, para algunos otros pensadores, la Desesperación no es una situación extrema que asalta el alma humana en momentos álgidos de la vida, sino que en realidad forma parte silenciosa de la vida cotidiana.
Un ejemplo de esta visión un poco fatalista de la vida es esta frase del escritor Henry David Thoreau, para quien el mundo era un lugar donde las personas transitaban silenciosas sintiendo una profunda y silenciosa desesperación, es decir, que iban por la vida sintiendo que en realidad no existía esperanza, razones o fuerzas para continuar. Sin embargo, esta visión lapidaria parece dejar por fuera la capacidad potenciadora de la Desesperación, la cual si bien arroja al individuo al abismo, también le da alas para salvarse de él.
Diego de Saavedra Fajardo (1584 – 1684) El no esperar remedio, ni desesperar de él, suele ser el remedio de los casos desesperados.
El no esperar remedio, ni desesperar de él, suele ser el remedio de los casos desesperados.
Al colocar en perspectiva el concepto de Desesperación, se puede ver también entonces que el Alma humana oscila constantemente entre la Esperanza, es decir, el esperar que algo bueno suceda siempre, y la Desesperación, el creer que ya nada puede venir en la ayuda.
No obstante, para algunos pensadores, como por ejemplo el escritor español Diego de Saavedra Fajardo, lo mejor en los casos desesperados es negarse a los dos estados, es decir, por un lado abandonar toda esperanza, y por otro no entregarse a la desesperación, creyendo que el remedio no llegará. Al suspender la oscilación entre la Esperanza y la Desesperación puede entonces que el alma se encuentre un espacio en el cual sentarse a esperar el remedio, el cual siempre llega, aun cuando este implique el final, pero ningún dolor dura para siempre.
William Burroughs (1914 – 1917) La desesperación es la materia prima del cambio drástico.
La desesperación es la materia prima del cambio drástico.
Así como para algunos autores, la Desesperación es el abismo en donde el hombre encuentra la solución que lo salva de la muerte o la ruina, para otros, como por ejemplo para el escritor estadounidense del siglo XX, William Burroughs en realidad la Desesperación era la tierra fértil en donde el hombre cosechaba el cambio drástico de vida, lo cual no siempre era para mal, sino que por el contrario, podía conducir al hombre a mejores parajes de los que partía.
Jodi Pucoult Los desesperados suelen tener éxito porque no tienen nada que perder.
Los desesperados suelen tener éxito porque no tienen nada que perder.
Entre las distintas explicaciones que existen sobre por qué en ocasiones la Desesperación es el camino que conduce a la decisión correcta o al milagro inesperado, se encuentra esta frase de la escritora estadounidense Jodi Pucoult, para quien entonces esto era así porque en el momento en que un ser humano se entrega a la Desesperación abandona todo, incluso el miedo, y sobre todo la creencia de que se atesora algo. Pensando que se ha perdido todo, no se teme perder nada, por lo que se arriesga plenamente, a veces ganando por completo.
George Eliot (1819 – 1880) Lo que solemos llamar desesperación es solo nuestra dolorosa hambre de esperanza.
Lo que solemos llamar desesperación es solo nuestra dolorosa hambre de esperanza.
Por lo general, se cree que la Desesperación es un estado a donde van conduciendo los reveses de la vida. No obstante, no todos piensan de esta manera. Un ejemplo de esto lo constituye esta frase de la escritor Mary Anne Evans, mejor conocida por su seudónimo de George Eliot, para quien la Desesperación era un síntoma de la gran necesidad que existía de tener una esperanza, es decir, algo a lo cual aferrarse.
En este sentido, podría inferirse igualmente, que la Desesperación siempre será directamente proporcional a las ganas que se tengan de colocar la fe en algo.
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