Se habla de matoneo escolar, o bullying, pero resulta que en la sociedad siempre nos estamos haciendo matoneo en forma cotidiana: en la casa, en la oficina, en el trabajo, en la calle. Nuestra sociedad se ha acostumbrado a hacer matoneo (o bullying).
Reflexiones, mensajes y frases de matoneo
Y hay muchas frases para hacer matoneo. Y el mismo no consiste sólo en la violencia física, sino que puede comenzar con palabras que parecieran ser anónidas e insignificantes, pero que en cierta forma buscan elevarme a mí, a la vez que rebajo al otro.
Mire, yo tengo los ojos azules
Cuando pronunciamos una frase para rebajar al otro, para aislarlo, para hacerlo pasar como menos inteligente, etc., estamos haciendo matoneo.
Cuando herimos a otro sólo nos herimos a nosotros mismos
El matoneo surge de un sentimiento de inferioridad
Pareciera increible, pero así es. Cuando uno tiene una autoestima grande, cuando uno conoce su propio potencial, cuando uno es un ser sin miedos de ninguna índole, no rebaja al otro, sino que lo ayuda a superarse, a ser mejor, y le dice «amigo», «campeón», «compañero», «el duro». Pero si yo no soy eso, entonces busco rebajar al otro, pensando que quizás así estamos a mano.
Usted es un bruto
No soy inteligente, pero si le digo al otro que es un bruto, entonces ya me escondo a mí mismo, «paso desapercibido» porque entonces los otros compañeros ya no me van a mirar a mí, sino al otro, incitándolo a que no se deje ofender.
Y posiblemente yo no soy inteligente, pero sí tengo fuerza o amigos que me pueden defender en caso de un acto violento. O posiblmente mi defensa es un arma.
Es decir, el matoneo es la búsqueda de una seguridad, pero esa búsqueda está mal enfocada, pues se busca mediante la agresión y la violencia.
El mateoneo no se debe tratar en los colegios sino en la familia
Es decir, la escuela, el colegio, la calle, la universidad, etc., en sí mismos no son el origen del matoneo. El matoneo comienza porque en nuestro hogar hay matoneo; porque en nuestra familia hay incomprensión, riñas, peleas, porque desde pequeños son enseñan a competir, a pensar que somos los mejores, porque de forma visible o invisible, hemos visto cómo unas personas rebajan a otras.