La ropa interior se podía heredar
Para la mayoría de los nobles en la corte, el lino era el secreto de limpieza era por eso que la ropa interior se podía heredar. Era tan importante y valiosas aquellas prendas, que solían cambiarla varias veces al día y mostrar sus puños o bordes fuera de la ropa externa.
Caso contrario sucedía con la ropa habitual que usaban, pues verán al ser confeccionadas aquellas prendas con piedras preciosas y detalles tan delicados era toda una proeza limpiarlos, por lo tanto, lo único que se podía hacer era airear la ropa para intentar que se disipara el mal olor.
Piojos, productos abrasivos y otros males que hacían daño al cabello
Ya ha quedado claro que la evasión del agua afectaba también el cabello, para limpiarlo usaban un champú en seco, que lo único que hacía era dañar las fibras capilares y generar una calvicie precoz. Impulsando el uso de pelucas en la corte. Aunque perder el cabello no era el motivo principal para usar peluca, pues la proliferación de piojos hacía más viable perder todo el cabello y llevar una postiza ya que era más fácil deshacerse de los parásitos de esta forma.
Debido a la creencia que existía de los males que podía acarrear darse un baño, gran parte de la corte francesa solo restregaba su cuerpo con una tela de algodón, algo inútil a la hora de mantener la buena higiene. A esto hay que sumarle que se tiene registros del uso de orina como medio de enjuague bucal, algo que obviamente no ayudaba en nada y solo perjudicaba más su dentadura.
Fuentes:
- www.lavanguardia.com/historiayvida/20210501/7410065/insoportable-suciedad-personal-siglo-xvii-frances.html
- www.abc.es/historia/abci-deshechos-y-pestilencia-repugnante-verdad-higiene-palacios-siglo-201908130154_noticia.html
- www.youtube.com/watch?v=_O-8OuMM2ns
Imágenes: 1. www.abc.es/ 2. lavanguardia.com
El encanto que suele observarse en las pinturas o encontrar en las narraciones sobre aquellos tiempos se rompe a la hora de la higiene, la cual brillaba por su ausencia.
Se decía que, para sobrellevar tales olores, gran parte de los nobles, cargaban unas bolsitas rellenas de flores, cubiertas con perfume. Sí alguna persona con olor fuerte se acercaba solo debía poner la mencionada bolsa a la nariz; también para mejorar el ambiente de una habitación se usaban mezclas o popurrís a base de flores que se ocultaban en jarrones y así se mejoraba el olor. De igual forma, se quemaban hierbas o vaporizaban esencias.
Mantenimiento de un lugar con malos olores
Mantener un sitio así, era una labor caótica para la servidumbre del momento que debía lidiar con situaciones bastantes complicadas, se tienen registros de que los nobles que habitaban en Versalles se preocupaban por perfumarse o tapar los malos olores, mas no limpiar su desorden. A esto hay que sumarle que el idílico Palacio no contaba con los suficientes baños para los 5000 habitantes del lugar y que las tuberías fueran un desastre.
Al no contar con un sistema de drenaje o de tubería moderno o uno por lo menos que pudiera cubrir las necesidades de la gran cantidad de personas que vivían en Versalles y al no tener tampoco suficientes sanitarios, las personas en el palacio contaban con algo parecido a un trono: unas sillas con huevos que funcionaban como pozos sépticos, los desechos se acumulaban en las tuberías disponibles y eventualmente se filtraban en distintas zonas como las habitaciones o las cocinas.
Y a pesar de perfumar todo lo que hubiera a su paso, el palacio de Versalles olía a baño público: para ser un lugar de lujo y destinado a la nobleza francesa, los habitantes del lugar no se preocupaban por mantener limpio el sitio. Hacían sus necesidades en cualquier esquina, en las escaleras y hasta los pasillos. Los olores no se pueden retratar en las obras, pero si se pueden registrar en el papel y hay detalles de cómo la primera clase era poco dada a tener higiene.
La ropa interior se podía heredar
Para la mayoría de los nobles en la corte, el lino era el secreto de limpieza era por eso que la ropa interior se podía heredar. Era tan importante y valiosas aquellas prendas, que solían cambiarla varias veces al día y mostrar sus puños o bordes fuera de la ropa externa.
Caso contrario sucedía con la ropa habitual que usaban, pues verán al ser confeccionadas aquellas prendas con piedras preciosas y detalles tan delicados era toda una proeza limpiarlos, por lo tanto, lo único que se podía hacer era airear la ropa para intentar que se disipara el mal olor.
Piojos, productos abrasivos y otros males que hacían daño al cabello
Ya ha quedado claro que la evasión del agua afectaba también el cabello, para limpiarlo usaban un champú en seco, que lo único que hacía era dañar las fibras capilares y generar una calvicie precoz. Impulsando el uso de pelucas en la corte. Aunque perder el cabello no era el motivo principal para usar peluca, pues la proliferación de piojos hacía más viable perder todo el cabello y llevar una postiza ya que era más fácil deshacerse de los parásitos de esta forma.
Debido a la creencia que existía de los males que podía acarrear darse un baño, gran parte de la corte francesa solo restregaba su cuerpo con una tela de algodón, algo inútil a la hora de mantener la buena higiene. A esto hay que sumarle que se tiene registros del uso de orina como medio de enjuague bucal, algo que obviamente no ayudaba en nada y solo perjudicaba más su dentadura.
Fuentes:
- www.lavanguardia.com/historiayvida/20210501/7410065/insoportable-suciedad-personal-siglo-xvii-frances.html
- www.abc.es/historia/abci-deshechos-y-pestilencia-repugnante-verdad-higiene-palacios-siglo-201908130154_noticia.html
- www.youtube.com/watch?v=_O-8OuMM2ns
Imágenes: 1. www.abc.es/ 2. lavanguardia.com
El día a día en el Palacio de Versalles
La vida glamorosa y la atención a los detalles como el maquillaje o majestuosos trajes, no era señal de limpieza o pulcritud. La extensión del lugar y la falta de empleados que mantuviera el sitio limpio, más nobles que no eran dados a mantener una alta higiene, convirtieron el Palacio de Versalles en un lugar que era bastante desagradable para el sentido del olfato y la limpieza.
El encanto que suele observarse en las pinturas o encontrar en las narraciones sobre aquellos tiempos se rompe a la hora de la higiene, la cual brillaba por su ausencia.
Se decía que, para sobrellevar tales olores, gran parte de los nobles, cargaban unas bolsitas rellenas de flores, cubiertas con perfume. Sí alguna persona con olor fuerte se acercaba solo debía poner la mencionada bolsa a la nariz; también para mejorar el ambiente de una habitación se usaban mezclas o popurrís a base de flores que se ocultaban en jarrones y así se mejoraba el olor. De igual forma, se quemaban hierbas o vaporizaban esencias.
Mantenimiento de un lugar con malos olores
Mantener un sitio así, era una labor caótica para la servidumbre del momento que debía lidiar con situaciones bastantes complicadas, se tienen registros de que los nobles que habitaban en Versalles se preocupaban por perfumarse o tapar los malos olores, mas no limpiar su desorden. A esto hay que sumarle que el idílico Palacio no contaba con los suficientes baños para los 5000 habitantes del lugar y que las tuberías fueran un desastre.
Al no contar con un sistema de drenaje o de tubería moderno o uno por lo menos que pudiera cubrir las necesidades de la gran cantidad de personas que vivían en Versalles y al no tener tampoco suficientes sanitarios, las personas en el palacio contaban con algo parecido a un trono: unas sillas con huevos que funcionaban como pozos sépticos, los desechos se acumulaban en las tuberías disponibles y eventualmente se filtraban en distintas zonas como las habitaciones o las cocinas.
Y a pesar de perfumar todo lo que hubiera a su paso, el palacio de Versalles olía a baño público: para ser un lugar de lujo y destinado a la nobleza francesa, los habitantes del lugar no se preocupaban por mantener limpio el sitio. Hacían sus necesidades en cualquier esquina, en las escaleras y hasta los pasillos. Los olores no se pueden retratar en las obras, pero si se pueden registrar en el papel y hay detalles de cómo la primera clase era poco dada a tener higiene.
La ropa interior se podía heredar
Para la mayoría de los nobles en la corte, el lino era el secreto de limpieza era por eso que la ropa interior se podía heredar. Era tan importante y valiosas aquellas prendas, que solían cambiarla varias veces al día y mostrar sus puños o bordes fuera de la ropa externa.
Caso contrario sucedía con la ropa habitual que usaban, pues verán al ser confeccionadas aquellas prendas con piedras preciosas y detalles tan delicados era toda una proeza limpiarlos, por lo tanto, lo único que se podía hacer era airear la ropa para intentar que se disipara el mal olor.
Piojos, productos abrasivos y otros males que hacían daño al cabello
Ya ha quedado claro que la evasión del agua afectaba también el cabello, para limpiarlo usaban un champú en seco, que lo único que hacía era dañar las fibras capilares y generar una calvicie precoz. Impulsando el uso de pelucas en la corte. Aunque perder el cabello no era el motivo principal para usar peluca, pues la proliferación de piojos hacía más viable perder todo el cabello y llevar una postiza ya que era más fácil deshacerse de los parásitos de esta forma.
Debido a la creencia que existía de los males que podía acarrear darse un baño, gran parte de la corte francesa solo restregaba su cuerpo con una tela de algodón, algo inútil a la hora de mantener la buena higiene. A esto hay que sumarle que se tiene registros del uso de orina como medio de enjuague bucal, algo que obviamente no ayudaba en nada y solo perjudicaba más su dentadura.
Fuentes:
- www.lavanguardia.com/historiayvida/20210501/7410065/insoportable-suciedad-personal-siglo-xvii-frances.html
- www.abc.es/historia/abci-deshechos-y-pestilencia-repugnante-verdad-higiene-palacios-siglo-201908130154_noticia.html
- www.youtube.com/watch?v=_O-8OuMM2ns
Imágenes: 1. www.abc.es/ 2. lavanguardia.com