Quizás una de las fiestas más importantes del Cristianismo sea la Navidad, conocida también como Pascua, en la cual se celebra el Nacimiento de Jesús, figura central del Cristianismo, quien según esta tradición nació en el pueblo de Belén.
¿Qué se celebra en Navidad?
Así mismo, por convención, las tradiciones cristianas han escogido el 25 de diciembre para conmemorar y celebrar esta importante fecha, en la cual se cree que sucedió la llegada al mundo del Hijo del Dios cristiano, quien –según estas creencias religiosas- había decidido encarnarse en hombre, para venir a la tierra a salvar al hombre, con su cuerpo y su sangre, del pecado original. De esta forma, la Iglesia católica, la cristiana, la anglicana y la mayoría de iglesias ortodoxas se rigen por esta fecha.
Excepciones al 25 de diciembre
No obstante, algunas iglesias ortodoxas, que en 1582 no se plegaron al abandono del calendario juliano a fin de adoptar el calendario gregoriano ordenada por el papa Gregorio XIII, festejan el nacimiento de Jesús el 7 de enero. Entre ellas se encuentran la Iglesia ortodoxa de Jerusalén y la Iglesia ortodoxa rusa, importantes instituciones religiosas que han destinado la celebración de navidad durante estos primeros días de enero.
No obstante, la mayoría del mundo, sean cristianos o no, se rigen por la fecha del 25 de diciembre, día que incluso ha sido decretado en varios países del mundo como un día festivo, hecho que evidencia cómo más allá de la fe, el pensamiento cristiano se ha erigido como la tendencia dominante durante los últimos dos mil años.
Historia de la Navidad
Sin embargo, aun cuando la Navidad es usada para conmemorar el natalicio de la figura central del cristianismo: Jesús de Nazaret, al parecer esta celebración no acompañó a las primeras comunidades cristianas, sino que surgió aproximadamente dos siglos después del momento en que esta creencia asume como la venida y ascensión de Cristo. Así mismo, la concepción de la Navidad ha sufrido cambios a través de los años, algunos de los cuales es necesario revisar, a fin de poder entender la evolución histórica de esta celebración. A continuación, algunos de ellos:
Evidencia más antigua
De acuerdo a los hallazgos realizados por algunos historiadores, la evidencia más antigua sobre la ubicación en la historia del nacimiento de Jesús, data del año 200 d.C, y se refiere a una anotación de Clemente de Alejandría sobre un grupo de teólogos egipcios, quienes habían llegado a la conclusión de que Jesús de Nazaret había nacido el 25 pashons copto, durante el año XXVIII del reinado del emperador Augustos, lo que usando el candelario actual, equivaldría al 20 de mayo.
Adopción del 25 de diciembre
Así mismo, los historiadores hacen referencia a una anotación hecha en la obra Chronographiai (obra donde se narra en cinco volúmenes la historia del pueblo griego y judío) indica que en el año 221 d.C, se adoptó por primera vez el 25 de diciembre, como el día en que había nacido Jesús de Nazaret, decisión que provino de las conclusiones hechas por el historiador helénico Sexto Julio Africano (160 d.C – 240 d.C) a quien se le atribuye la popularización de esta fecha como el día exacto en que Jesús de Nazaret llegó al mundo.
Navidad como fiesta
No obstante, la Humanidad tuvo que esperar unos cien años más, para que esta fecha fuese adoptada como una celebración en sí misma. En este sentido, los historiadores han reseñado que fue la Iglesia de Alejandría la que concibió celebrar el Díes Nativitatis et epifaníae, fiesta conocida en la actualidad simplemente como Natividad o Navidad. En referencia a la fecha exacta en la que sucedió esta decisión, los historiadores creen que esto ocurrió también durante el siglo II d.C. No obstante, las fuentes no son precisas, apuntando simplemente que se tiene noticia de que para el Concilio de Nicea, celebrado en el año 325, esta Iglesia católica ya tenía esta fiesta religiosa dentro de su calendario.
Navidad, prohibición y guerra
De esta forma, desde el siglo III d.C hasta el siglo XVII, la Iglesia católica celebró la fiesta de la Natividad de Jesús. No obstante, no todas las religiones de índole cristiana se encontraban complacidas con esta celebración, puesto que la consideraban fuera del orden religioso. Un ejemplo de esto lo constituye la propia Iglesia protestante, la cual desde su nacimiento, a raíz de la Reforma, había declarado al respecto que no debía celebrarse, pues se trataba de una treta diabólica, así como de un artilugio de los Papas católicos, quienes no habían tenido reparo –según los protestantes- en sincretizar una fiesta de índole pagano .
No obstante, esta oposición no pareció afectar la celebración de Navidad durante casi un siglo, hasta que el propio devenir histórico colocó en el poder a los protestantes, a raíz del revés político sufrido ante el Parlamento por el rey Carlos en 1647, durante la Guerra Civil inglesa. En este sentido, los historiadores indican que entre algunas de las decisiones políticas tomadas por este nuevo poder, se encontraba la de prohibir expresamente la Navidad, hecho que fue recibido por el pueblo católico como una afrenta, dando origen entonces a nuevas sublevaciones. Sin embargo, el pueblo británico tuvo que esperar veinte años más, hasta La Restauración sucedida en 1660, para que la prohibición de la Navidad, impuesta por los protestantes, fuese derogada.
Empero, Inglaterra no fue el único país en vivir la cancelación de la Navidad. En este sentido, las colonias británicas también sufrieron esta prohibición, durante el mandato de los protestantes. Un ejemplo de esto ocurrió en Estados Unidos, específicamente en Boston, donde esta celebración fue considerada ilegal en 1659. Por su parte, los habitantes de esta localidad estadounidense tuvieron que esperar un poco más de veinte años para recuperar la posibilidad de celebrar Navidad, hecho que ocurrió en 1681. Así mismo, casi un siglo después, a raíz de la Guerra de Independencia, librada en este país entre 1775 y 1783, la Navidad sufrió otro revés, pues aun cuando no fue suspendida, sí perdió popularidad entre los patriotas, quienes la consideraban parte de la cultura inglesa, y por ende contraria al sentir nacionalista.
Recuperación de la Navidad
Pese a que desde entonces no existieron más prohibiciones sobre esta fecha, los distintos devenires históricos y los siglos vividos sin celebrarla, generaron que los habitantes del siglo XVIII recibieran una nueva centuria en donde la Navidad parecía estar en vías de extinción, puesto que había perdido popularidad, así como importancia.
En medio de estas circunstancias, surgió espontáneamente un movimiento cultural, destinado a restaurar esta tradición, que más allá de celebrar el Nacimiento de Jesús, comenzó a ser vista también como una oportunidad de compartir en familia y recordar la importancia de ser bondadoso. De esta forma, un grupo de artistas, entre ellos Charles Dickens, enfilaron esfuerzos por volver a traer al colectivo la noción e importancia de la Navidad.
Desde entonces, a través de la Literatura, la Música, el Teatro y la Danza, el sentimiento navideño de unión, paz, prosperidad, amor, bondad y familia fue afianzándose en las mentes y corazones del mundo occidental. Muestra de ello fue cómo en 1870, Estados Unidos, país que en el pasado se había regido también por el designio protestante de prohibir la Navidad, terminó decretándolo como Día Feriado Federal.
Navidad en la actualidad
En consecuencia, esta celebración se ha convertido en una de las más importantes de la Cultura occidental, donde millones de personas y cientos de pueblos se congregan con sus familias y amigos, cada 25 de diciembre a fin de compartir ricos platos, presentes y sobre todo la felicidad de poder estar juntos, profesándose amor y sentimientos positivos. Así mismo, en el devenir de los últimos siglos, esta cultura ha ido adoptando también gran número de símbolos, que en la actualidad son parte inherente de esta celebración, como por ejemplo los pesebres, el árbol de navidad, las guirnaldas, la luces, entre otros.
Imagen: pixabay.com