Historia de Menelik II
El emperador Menelik III de la dinastía Solomónica gobernó desde el año 1889 hasta su muerte en 1913. Nació en 1844 como hijo del emperador Takla Haymanot II.
Cuando su padre murió en 1855, Menelik fue coronado como emperador a la edad de 11 años. Durante su reinado, Menelik tomó el control de la región de Shoa, aumentando el tamaño del Imperio de Etiopía.
Estableció la capital de Etiopía en Addis Abeba, que había sido anteriormente la capital de Shoa, decisión que tuvo un efecto significativo en el desarrollo económico y político del país.
Durante su reinado, Menelik luchó contra dos amenazas externas: el Imperio Otomano y el Imperio Italiano. La guerra de Abisinia de 1896 fue el resultado de la lucha entre estos dos imperios por el control de Etiopía.
Su éxito militar en la modernización de Etiopía se benefició de las relaciones que pudo establecer con otras naciones y por mantener la independencia a costa de la magra lucha contra los europeos. Estableció un sistema educativo nacional y creó nuevas leyes y regulaciones.
También promovió el uso de la tecnología moderna, como el telégrafo y teléfono, para mejorar la comunicación entre las diferentes partes del país. Menelik III falleció en 1913 y fue sucedido por su hijo, Lij Iyasu, como emperador de Etiopía.
Batalla de Adwa y victoria etíope
Más de, 20000 hombres italianos al mando del militar Oreste Baratieri entraron en acción el 29 de febrero de 1896, junto a sus hombres venían 56 piezas de artillería y una brigada de askaris (fuerza de infantería de Eritrea reclutada por italianos).
Las tropas europeas querían tomar la ciudad de Adwa, para lo cual se acercaron a pocos kilómetros de la ciudad. Afortunadamente para los africanos, sus oraciones matutinas los despertaron muy temprano y el emperador pudo interceptar la fuerza invasora.
Reunió más de 120000 soldados y se emparejaron cerca a una colina llamada Enda Chidane Meret. Allí recibieron primero la brigada askari que contaba la ayuda de la artillería. A pesar de la fuerza destructiva, el gran ejército africano no sólo resistió sino destruyó a la brigada italiana enviada en apoyo.
Menelik II vio necesario enviar la fuerza de 25000 soldados de reserva y así pudo enfrentarse con las dos brigadas italianas que quedaban. Lograron asesinar al general italiano y los hombres que resultaron vivos se replegaron. Fue una decisiva victoria para el ejército africano.
Claramente, los etíopes sufrieron una pérdida de más de 10000 hombres, mientras los italianos perdieron 5900, se tomaron más de 4000 prisioneros que fueron tratados bien, pero los askaris eritreos que quedaron vivos se les amputó manos y pies, porque se les consideró traidores.
Final de la guerra y vergüenza italiana
No había tantos muertos europeos en una guerra contra una nación ocupada, por lo cual la vergüenza desencadenó motines en varias ciudades italianas. El gobernador italiano Francesco Crispi tuvo que dimitir, pero por varios años siguió el sentimiento de pérdida contra un estado que se consideraba inferior.
El tratado de Addis Abeba dejó a los etíopes independientes, siendo de las pocas naciones africanas que no se vieron sometidas a Occidente.
Antecedentes de la conquista italiana de Etiopía
La conquista italiana de Etiopía fue un conflicto militar que tuvo lugar entre 1895 y 1896 como parte de la colonización de África por parte de Europa Occidental. En ese entonces el imperio etíope era llamado Abisina que abarcaba Eritrea y Etiopía. Este imperio es considerado uno de los más antiguos del mundo porque es descendiente directo del Reino de Aksum, que estaba desde el siglo IV a.C.
La expansión del imperio etíope hacia Tigray y Amhara contó con ayuda del imperio italiano, pero el tratado de Wuchale fue la manzana de la discordia por el cual se originó la guerra.
Sucede que se hicieron dos versiones del tratado que difería en el artículo 17. En el documento italiano decía que Etiopía se volvería un protectorado italiano, mientras que en la versión amárica, solo señalaba que Etiopía tendría en cuenta a Italia en algunos asuntos, pero seguiría compartiendo su independencia.
Primer año del conflicto
Durante el conflicto, el ejército italiano derrotó a las fuerzas etíopes, lideradas por el emperador Menelik II, y se apoderaron del país. La conquista italiana de Etiopía fue uno de los primeros conflictos militares de la era moderna en el que se emplearon armas de fuego modernas, como fusiles y cañones, y fue también uno de los primeros ejemplos claros de guerra desequilibrada entre una potencia europea y una nación africana.
De todas maneras, el apoyo de armas para los etíopes, beneficiadas por rusos e ingleses, le dieron la posibilidad a los africanos de no hacer fácil la invasión europea.