Una aparición en la fotografía de Country Life
El 19 de septiembre de 1936 algunos fotógrafos de la revista Country Life se encontraban tomando algunas fotografías en el café de Raynham Hall. Hubert C. Provand e Indre Shira estaban fotografiando el corredor principal de la edificación cuando, ante sus ojos, vieron una especie de vapor comenzar a condensarse en las escaleras adoptando una forma corpórea… casi humana. Rápidamente, Shira logró remover la tapa del lente y Provand accionó la cámara, con lo que la imagen pasaría a la historia como una de las primeras evidencias de apariciones sobrenaturales capturadas en cámara.
El 26 de diciembre de este mismo año estos dos personajes publicaron su historia en la revista, junto con la fotografía. Entonces se comenzó a especular sobre la existencia de algún espíritu rondando el edificio y, con el tiempo, se llegó a la conclusión de que se trataba del fantasma de Lady Dorothy Walpole, quien habría muerto en 1726. Su espíritu que, se supone, aún ronda la edificación, fue bautizado como “La Dama Café” (en honor a su vestido, del mismo color).
La Historia de Lady Dorothy Una muerte trágica
Lady Dorothy tuvo la desgracia de casarse con Charles Townshend, a quien caracterizaba un carácter violento e irascible. De acuerdo con la leyenda, su mujer se habría cansado de sus constantes arrebatos y se habría convertido en la amante de Lord Walthon, un conocido magnate de la región. Townshend, al enterarse de la traición, la habría encerrado en uno de los cuartos de su hogar en donde moriría varios años más tarde de un brote de viruela. Lady Dorothy jamás habría vuelto a ver la luz del sol.
Sus primeras apariciones
El fantasma apareció de manera más o menos recurrente al menos desde principios del siglo XIX. El primer registro del mismo aparece en 1835 cuando varios invitados por Lord Charles Townsend habrían sido testigos de la enigmática dama caminando en los pasillos en las noches. El primero habría sido un Coronel de apellido Loftus, el segundo, un hombre del que solo se conoce el apellido Hawkins. En un segundo avistamiento, Loftus afirmaría que el espectro carecía de ojos y solo presentaba dos agujeros cóncavos en su rostro.
Un año después, el capitán Frederick Marryat también tendría un encuentro con la misteriosa mujer, tras solicitar expresamente que se le permitiera pasar la noche en el lugar para poner a prueba las historias. Efectivamente, cuando volvía a su cuarto en la noche la mujer apareció ante él y, de acuerdo con el capitán, le sonrió de manera macabra mientras él le apuntaba con un revólver. Tras dispararle, el fantasma se deshizo en el aire, como una nube de vapor.
A lo largo de los 90 años siguientes el fantasma se presentó esporádicamente ante algunas personas, aunque en general parecía no estar interesado en lastimar a nadie. La última aparición antes de la fotografía habría sucedido en 1926 cuando un descendiente de Townsend (junto con un amigo) la habría visto rondar uno de los viejos cuartos donde otrora durmiera Lady Dorothy.
Algunas personas han sembrado dudas sobre la calidad de la fotografía y la posibilidad de que la imagen se deba a una toma mal hecha. Sin embargo, la mujer que allí aparece es bastante clara y no parece generarse por las desviaciones que (en efecto) muestran el resto de objetos capturados. Parece ser, entonces, que Lady Dorothy sigue en el café, esperando de alguna manera redimirse.
Fuente de imágenes: 1: res.cloudinary.com, 2: blog.logomyway.com.