Una leyenda de Occidente
Curiosamente, el nombre de Nicolás Flamel no es tan recordado en la cultura occidental. Para muchos, representa ante todo un personaje secundario del primer libro de la saga de Harry Potter. Sin embargo, Flamel es un personaje histórico que existió realmente en el siglo XIV y fue, de hecho, uno de los pocos alquimistas capaces de enfrentar las prohibiciones impuestas por la iglesia católica. Sin embargo, su historia se entremezcla con la leyenda y su celebridad alcanzó regiones muy alejadas de su Francia natal, pues es uno de los pocos alquimistas de los que se afirma que consiguió la piedra y acceso al elixir de la longevidad.
Flamel nació en la ciudad de Pontoise en alguna fecha no registrada del año 1330. De orígenes judíos, alcanzó la posición de rabino y se convirtió en un importante burgués parisino. Flamel recibió una educación bastante avanzada para la época y, gracias a la educación otorgada por su padre, hablaba y escribía el hebreo y el latín. Su leyenda comienza en 1355 cuando en medio de la Guerra de los Cien Años se habría encontrado un Grimorio Alquímico que le habría otorgado las bases para ejercer dicha disciplina. Debido a la complejidad del tratado, se habría tardado 21 años en terminar de descifrarlo, y para lograrlo habría tenido que viajar a Andalucía donde finalmente encontró un rabí que le señaló que su obra era el Aesch Mezareph del Rabí Abraham y le indicó las herramientas para su correcta interpretación.
El libro que lo llevó a la verdad
Nicolás Flamel, entonces, se habría encerrado durante décadas a probar las nuevas habilidades que describía el tratado. En 1399, a una edad de 69 años, publicaría un libro llamado el Libro de las Figuras Jeroglíficas en el que narraría gran parte de su historia (incluyendo los 21 años dedicados a la comprensión del grimorio) y daría consejos a las generaciones por venir. Aunque escrito en un lenguaje relativamente sencillo, este libro se considera como un documento encriptado o con un código oculto que revelaría a quien sea capaz de entenderlo el camino que ha de seguir el iniciado en la Alquimia.
Tras la publicación de su libro, en 1407 Flamel construyó una casa en la actual rue de Montmorency 51 y comenzó a financiar abundantes escuelas, hospitales y monasterios, así como otras obras de caridad. Su largueza con el dinero, de la mano con su obra, comenzó a generar la leyenda de que efectivamente habría conseguido la Piedra Filosofal. A pesar de tener algunos negocios, Flamel parecía regalar más dinero del que posiblemente pudiera ganar (incluso recibió una petición del Rey Carlos IV de Francia).
La sospechosa muerte de Flamel
Entre 1410 y 1418 Nicolás Flamel, junto con su esposa, Perenelle, fallecieron y fueron enterrados en el Cementerio de St. Jacques de la Boucherie en Paris. Pero, ¿murieron realmente? Una posterior exhumación reveló que las tumbas de los dos individuos estaban completamente vacías y jamás se pudo recuperar los cuerpos.
Algunos afirman que esto se debió a un saqueo de tumbas (no eran tan raros en el Paris medieval), pero no cabe duda de que este hecho no hace sino incrementar la leyenda de Flamel. La posibilidad de que efectivamente lograra algo que, parece, ningún hombre había logrado antes que él resulta fascinante.
¿Crees posible conseguir la vida eterna? ¿Y que Nicolás Flamel efectivamente lo habría logrado?
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