La idea de resaltar los valores, el orgullo y la identidad nacional, no suena para nada mal en estos días donde el tema del diario vivir es la guerra, el hambre y la pobreza. Así que comencemos por aquí. ¿Qué es la identidad? Según el doctor Julio López, ex secretario de cultura y turismo de Tunja, son todas aquellas características que tenemos como ciudadanos, y que nos diferencian del resto del departamento y de Colombia.
“En primera medida, el comportamiento del boyacense tiene que ver con sus costumbres, con su idiosincrasia, con sus maneras de ser, con sus vocablos. La identidad está relacionada con aspectos políticos, sociales y económicos, inclusive con la gastronomía y la forma de vestir. El hecho de que el boyacense se vista diferente del costeño, del tolimense, etc., marca la identidad y también es la causa de la multiculturalidad colombiana”, dijo literalmente, el funcionario. De igual manera, afirma que el orgullo de los habitantes de Boyacá se debe a su naturaleza mestiza, de españoles con muiscas, origen de las cualidades propias de los hijos de la “Cuna de la libertad”: “la varonilidad, la pujanza, que se demuestra en el presente, en los hombres que dirigen las principales empresas en Bogotá, cuyo origen es boyacense. Sólo basta con recordar a los 13 presidentes que han salido de aquí, y otras tantas personalidades que se destacan en todos los ámbitos”, añadió.
Desde una perspectiva histórica y, de acuerdo con la Biblioteca Luis Ángel Arango, La etnia chibcha sobrevive en el Altiplano boyacense y se manifiesta en muchas de sus costumbres, tradiciones, creencias y valores populares.
Un gran núcleo de la población boyacense es el mestizo, el cual surgió de la mezcla hispano-chibcha en el Altiplano Andino. Presenta este núcleo una gran integración a la cultura hispanoamericana, obtenida a través de la españolización lingüística, la conversión al catolicismo y su incorporación a la sociedad colombiana, con una verdadera identidad nacional. Pocas décadas después de la conquista, nacieron en Boyacá, como en las demás regiones americanas, las nuevas protoetnias raciales y culturales mestizas.
El otro grupo de la Etnía boyacense es el «CRIOLLO», descendiente de los españoles. Conforma el estamento superior del pueblo boyacense y tiene en su ascendencia, las familias aristocráticas que penetraron en esta región en los siglos del coloniaje, muchas de las cuales emigraron a Bogotá y otras regiones del país desde mediados del siglo XIX.
Indígenas, mestizos y criollos conforman la esencia étnica que identifica al pueblo boyacense en el panorama nacional. Nuevas corrientes migratorias en los mediados del siglo XX, procedentes de diversos lugares de Colombia, y atraídos por la fuerza del despertar industrial de Boyacá y las facilidades educativas, completan el mosaico racial en esta región del Altiplano, que es por esencia «mestiza».
José Manuel Medina, director de la emisora de la Gobernación de Boyacá, 95.6 FM, responde que la identidad es el rasgo que designa una cultura, una raza; lo que nos da el valor para salir adelante, demostrado en las antiguas civilizaciones griegas, romanas, egipcias, entre otras, quienes luchaban por mantener y expandir sus tradiciones. Por falta de este factor de identificación con nosotros mismos, hemos fracasado en varios proyectos.
“somos exitosos en otras partes: en Bogotá, en el extranjero, en otras ciudades, pero menos aquí, en la casa”. Con esta afirmación, José Manuel argumenta el objetivo de esta actividad, que a partir del 23 de febrero de 2009, cada año se realizará en el departamento y, precisamente, se trata de convocar a todos los boyacenses a reflexionar acerca del compromiso con su tierra.
José Gabriel Cristancho, filósofo y docente de la Universidad de Boyacá, dice que, psicológicamente, el ser humano necesita crear una identidad. Todo hombre necesita crear un yo, el cual es la imagen mental de sí mismo. Para eso, necesita sentirse perteneciente a un grupo, y debe concebirse parte de un territorio; de ahí la creación de las tribus, los clanes, los pueblos y, finalmente, los países.
Antiguamente, los terrenos se dividían en reinos o imperios, ese sistema ha cambiado por completo. El ser humano sigue estableciendo lazos comunitarios, lo que le da identidad con un grupo, y crea símbolos para identificarse con esa comunidad y con el territorio que comparte con ese grupo. Por eso las banderas y los escudos.
Si analizamos esto a fondo, dice José Gabriel, descubrimos que la idea de diferencias regionales, no es más que una idea mental. ¿Qué es Boyacá? Una división territorial. ¿Qué es ser Boyacense? Aquella persona que nació dentro de un territorio delimitado en un mapa, llamado Boyacá, convencionalmente. Mirando hacia el pasado, en la época de la Independencia, Boyacá abarcaba Casanare, Meta y muchos otros territorios; la convención geográfica era muy amplia, luego se redujo para aliviar los traumatismos burocráticos. Después, constaba de Casanare y Boyacá y, por último, lo que hoy es.
El factor que indica el ser antioqueño, cundinamarqués, costeño, pastuso, etc., no son más que circunstancias políticas, por ende, es imposible saber a ciencia cierta la esencia del boyacense. Usualmente, en la Antropología y la Sociología, se intenta diferenciar los grupos humanos por sus costumbres. Por ejemplo, lo que caracteriza al costeño es su extroversión; lo propio del boyacense es ser introvertido, tímido, frío, parco. Pero eso no aplica para todos, y es ahí donde radica el problema, en la generalización.
El tunjano es muy parecido al bogotano, pero hay que diferenciar entre el tunjano citadino y el tunjano campesino. Entonces, resulta muy difícil decir cuáles son las costumbres generales de una región, a causa de una cultura globalizante, que crece a pasos gigantes y absorbe culturas pequeñas. Esto se observa en las adopciones culturales de otras naciones, y el ejemplo claro, es un bogotano, nosotros mismos, incluso.
Con esta mirada, podemos inferir que, por obvios motivos, se puede relacionar la cultura con la situación actual del país y del departamento, donde los modelos neoliberales, diseñados por Margaret Thatcher y Ronald Reagan, aplicados fielmente por George Bush y los seguidores de sus políticas, como el respetado dirigente de nuestra nación, han sido adoptados desde casi dos décadas, y como consecuencia, las industrias autóctonas de Colombia han pasado a manos de monopolios privados, no boyacenses, ni colombianos, y ya es poco lo que forma parte del patrimonio público, con la excusa de la guerra.
Sólo si la gente es consciente de como es gobernada, podrá defender lo que le pertenece por derecho natural, y vale la pena citar la frase que incluyó en su discurso el ingeniero Roso Millán, el 23 de febrero: “no se puede decidir a dónde se irá, si no se sabe primero de dónde se viene”. Claude Levy Strauss, antropólogo francés.