El consumo de elementos como el calcio son importantes para el organismo. Por los retos que exige el día a día, hacemos especial énfasis en su comportamiento para el desarrollo de los huesos y otros órganos de nuestro cuerpo.
La importancia del calcio en los alimentos
El calcio es el mineral con mayor presencia en el organismo y el cuarto componente del cuerpo en mayor proporción, después del agua, las proteínas y las grasas.
Es aconsejable como relajante muscular y se recomienda consumirlo desde la niñez hasta la vejez, ya que si se mezcla con la vitamina D ayuda a fortalecer todo el sistema óseo.
Si bien es común escuchar que el calcio sirve para el fortalecimiento de los huesos, sus componentes lo posicionan como un elemento vital para la prevención de enfermedades como el cáncer de colon y la disminución de la obesidad. Así mismo, ayuda a prevenir y a disminuir enfermedades cardiovasculares, puesto que niveles adecuados de calcio proporcionan protección a los músculos de la zona y mejoran la circulación sanguínea.
El calcio y los alimentos
Es importante tener en cuenta que sólo se absorbe de 20% a 30% de calcio en la dieta. La absorción de calcio puede verse reducida, ya que este se mezcla con la fibra.
Los alimentos que tienen mayor contenido de calcio los podemos encontrar en productos lácteos, así como en sus derivados, adicionalmente también está en los frutos secos, las sardinas y las anchoas; en menor proporción se encuentra en legumbres y vegetales verdes oscuros como la espinaca, las acelgas y el brócoli.
También se la atribuye al llamado “tofu” o queso de soya de tener un elevadísimo nivel de calcio, inclusive cuatro veces más de lo que tiene la leche de vaca.
A su vez, también se ha comprobado que el consumo excesivo de algunos alimentos no sólo no aumentan el nivel de calcio, sino que lo disminuyen. Por ejemplo, el consumo excesivo de alcohol, café o de carnes altera la absorción de calcio.
Enfermedades derivadas de la ausencia o bajos niveles de calcio son, entre algunas: osteoporosis, descalcificación, osteopenia, raquitismo, retrasos de crecimiento, etc.
Es recomendable no excederse en el consumo de este elemento y consultar con el especialista para que sea él quien indique si es necesario complementar la dieta con algún suplemento de calcio.