Otra de las escalofriantes y peculiares leyendas del continente latinoamericano, es la “historia de El Sombrerón”, el terror de las mujeres bonitas.
El terror de las mujeres bonitas
En varios países como Colombia, Guatemala, México, especialmente, se cuenta entre las leyendas populares, que un sujeto de estatura baja que siempre lleva consigo una guitarra y un sombrero con unas alas de grandes proporciones, mismo que se transporta en una mula, en realidad es una entidad fantasmal que merodea algunos sitios y calles, interpretando melodías en su guitarra e intentado seducir mujeres en la noche.
Los relatos indican que cuando al “Sombrerón” le gustó alguna chica, se obsesiona totalmente con ella, siguiéndola por todas partes dedicándole serenata. Pero en la noche, de la nada aparece en su habitación y le realiza una trenza particular en sus cabellos, acción que le ocasiona a la víctima una total pérdida del apetito y en seguida, la muerte.
La única forma de salvarse, que tiene la mujer elegida por “el Sombrerón” es que apenas se percate de que fue seleccionada, se corte de inmediato el cabello, entonces, esto desagradará a la entidad maléfica y la dejará en paz.
En Guatemala se le conoce como Tzitzimite. Suele representársele como un diminuto enano, con un sombrero muy llamativo, igualmente dedicando serenatas a las muchachas que se encuentra en la calle, en horario nocturno, intentando convencerlas de que se vayan con él y también les hace la trenza mortal. Pocas son las que no caen bajo la hipnosis del ranchero.
Un hombrecillo vestido de negro con enorme sombrero
Los guatemaltecos lo describen como un hombrecillo vestido de negro, cuyo sombrero es tan grande y casi que lo tapa. Con unos zapatos de charol y espuelas de color plata. En un municipio llamado Aguadas, departamento de Caldas, Colombia, la historia es muy similar. En dicho pueblo, es famosa la leyenda de una joven que fue seducida por los encantos del enano mariachi, pues noche tras noche le llevaba melodiosas serenatas.
En cierta ocasión, aquel individuo extraño resultó en la casa de la jovencita, pero ella nunca advirtió a sus padres de lo que estaba sucediendo. Pero tal cual ocurrió lo mismo de todas las leyendas de El Sombrerero: la hermosa muchacha perdió el apetito de modo radical y estaba a punto de morir.
Pero la madre de la chica se percató por los síntomas, que se trataba de aquel ente aterrador de las historias de su pueblo y procedió a llevar a su hija hacia un convento, convencida de que en ese lugar recibirían ayuda y protección para salvar la vida de la víctima. Lamentablemente falleció y cuando la revisaron, tenía aquella trenza característica del Sombrerero, el cual apareció en esos momentos llorando amargamente, lágrimas de cristales.
Eso relata dicha leyenda, que indica que tal espectro espeluznante nunca se olvida de sus bellas jovencitas de las que enamorado, se llevó al otro mundo. Algunos lugareños de varias generaciones, han afirmado que se le ha visto galopando en las noches con neblina, por las fincas donde tienen varios caballos, dejándolos por completo exhaustos.
Entonces, las bestias no pueden cumplir sus labores al otro día y cuando los campesinos se dan cuenta, lo primero que hacen es buscarles por todo lado, que el Sombrero no les haya hecho una trenza fatal. En caso de que llegue a ser así, el animal ya no vuelve a servir para ninguna labor. Por eso, cada noche de luna llena, al anochecer los campesinos guardan silencio rotundo, para que cuando se escuche la guitarra del espanto, puedan tomar medidas al respecto.
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