En India, podemos hallar numerosos dioses poderosos y muy interesantes. Una cultura enigmática y milenaria que se conserva hasta nuestros días. Una de esas deidades más extraordinarias es la diosa de la muerte; la diosa oscura; la madre de la oscuridad y de la vida eterna.
Algunos la consideran como una entidad maligna y otros, afirman que es la diosa más incomprendida de las diosas hindúes. Por eso, hemos traído: “la verdadera historia de Kali, la diosa de la muerte”:
¿Terror, amor, muerte o inmortalidad?
Kali siempre ha sido representada por un ser femenino con varios brazos, generalmente ocho. En una de sus manos sostiene una espada ensangrentada; en otra, una cabeza de un enorme tigre. Y con las otras manos está bendiciendo y asistiendo a quienes le rinden devoción.
Su cabello es negro y enmarañado. Porta un collar que asusta a los profanos: está compuesto por varias cabezas de demonios humanos que ella cazó ferozmente. Otra característica muy sobresaliente es su lengua roja y por fuera, con un simbolismo muy oculto.
En sus ojos se divisa el poder que absorbió y les robó a esos demonios. Como pendientes le cuelgan dos despojos. También es frecuente que las imágenes o esculturas lleven una cabeza degollada en las manos de la Diosa, como símbolo de decapitación del ego, según dicha cultura espiritual. A ese demonio le llaman Majishasura y representa la cabeza que dirige todas las bestialidades, bajas pasiones, bajos instintos, equivocadas formas de ser, en cada individuo.
En la India, hay una religión dedicada exclusivamente a Kali y se denomina el Shaktismo. De hecho, en cualquier parte en la India, a Kali se le considera como la gran Madre universal y se le estima como la destructora de los demonios, del engaño y de la maldad humana.
La etimología de su nombre deriva de la palabra en sánscrito “Kala”, que traduce “oscuridad”. Debajo de sus pies tiene al dios Shiva, quien también es su esposo y envuelve un gran misterio simbólico. Calcuta es la ciudad más consagrada al culto de Kali, por eso llamaron así a dicha urbe india. Allí se encuentra el templo más importante llamado “Kalighat”.
Shiva, Durga y Kali
Aparentemente es un trío de esposos, pero cuando se mira la historia del origen de Kali, es evidente que Durga y ella son la misma Deidad. Kali es la parte oscura de Durga, de ella salió para vencer a un casi invencible demonio y sus huestes. Su espíritu rebelde y feroz solo puede ser apaciguado por Shiva.
La leyenda del origen de Kali
Kali empezó a figurar en el Rig Veda, más de dos mil años antes de Cristo. En ese texto sagrado milenario, se mencionaba como una de las siete lenguas de Agni, el deiduso del elemento fuego. Ya fue luego entre el año 250 y 600 después de Cristo, que se cataloga a Kali como el poder guerrero de Durga.
En el relato hindú más famoso, Kali nació debido a que Durga, la Gran Madre del Universo, no pudo eliminar a un demonio llamado Raktavija, que a su mando tenía a un ejército de entidades maléficas. Entonces, de sí misma se desprendió Kali, quien despiadadamente combatió contra el demonio y pudo eliminarlo, después de muchos intentos fallidos de Durga y de la misma Kali. Por eso tuvo que surgir también Chandi, otro aspecto de la Gran Madre.
Sólo así, entre las tres, pudieron acabar con esos enemigos de la Luz. Kali se bebía la sangre de sus oponentes, de cada demonio que mataba y absorbía todos sus poderes, mientras Chandi se encargaba directamente del monstruo más grande. El problema era que al principio, cada vez que Durga o Kali le arrancaban la cabeza a alguna entidad del mal, de esta salían otras.
Otra leyenda mitológica cuenta que Kali se vio forzada a crear a dos poderosos guerreros, quienes salieron de su propio sudor. Los llamó los Thugs y juntos vencieron la horda de demonios a la que se enfrentaban. Su especialidad era exterminar entes con un pañuelo que Kali les regaló, para de ese modo evitar que de la sangre derramada surgieran nuevos demonios, como siempre había pasado en todos los demás mitos de Kali.
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