Las canciones infantiles nunca pasan de moda y son toda una entretención para los niños, además de una herramienta indispensable para profesores de párvulos y de primera infancia. Muchas de ellas se han hecho un lugar y se han convertido en verdaderos clásicos. Veamos:
1. La ronda de las vocales. Una divertida canción a manera de ronda para los más pequeños en donde, a medida que se aprende la canción, se enseñan las vocales en forma didáctica y divertida.
2. La serpiente de tierra caliente. La historia de una serpiente que se vino de tierra caliente a tierra fría, que es sonriente, sin pelo y sin patas para ponerse zapatos y que tiene una dieta extraña de plátano con aguardiente.
3. La Vaca Lola. Con la letra más sencilla de todas las canciones infantiles se limita a decir: La vaca Lola tiene cabeza y tiene cola y hace mu.
4. Los pollitos. La infaltable canción de los pollitos con los que todos crecimos narra los cuidados de la mamá gallina para con ellos.
5. Un elefante. La historia de un elefante que se balanceaba sobre la tela de una araña y que como resistía va a llamar a otro elefante, y luego los dos llaman a un tercero, y así en forma indefinida, tanto como se quiera.
6. La vaca lechera. Se trata de una vaca particular que da leche merengada, que mata moscas con el rabo y al que el dueño le ha comprado un cencerro.
7. Arroz con leche. Una canción con una letra quizás ya un poco anacrónica, pero que no deja de cautivar. La cantan los niños citando las características de la muchacha con la que les gustaría casarse.
8. Juguemos en el bosque. Es una ronda infantil con la que los niños juegan preguntando si el lobo está, a lo que un niño o niña responde alguna prenda que se está poniendo, para al final salir a comerlos a todos.
9. Cucu cucú cantaba la rana. Mimsma que no hace sino decir cucú cucú a medida que pasan diferentes personajes, una señora, un caballero, un marinero, etc.
10. Pin pon es un muñeco. La historia de un muñeco que tiene el cuerpo de algodón que realiza ciertas actividades que ponen de relieve el ideal de lo que deberían hacer los niños, convirtiéndose en un ejemplo a seguir.