Como lo mencionamos anteriormente la frase es una herramienta utilizada por los diseñadores para crear maquetaciones y diseños para exponer. La razón de uso es que permite apreciar de mejor forma la fuente usada y el estilo con el que quedará el diseño antes de agregar el texto definitivo.

El objetivo es que el editor se pueda concentrar en la tipografía y en la distribución de las palabras sin preocuparse por lo que lleve el texto.  Sin embargo, mucha gente pensaría que esas palabras carecen de significado y en parte tendrían razón, porque contando con que están en latín, en esa gran jerigonza se omitieron ciertas frases que le darían sentido al texto en su idioma original.

El Origen

Pero esta «explicación de azar», por así llamarla, queda en duda a la luz de los hallazgos de un profesor de Latín de la Universidad de Hampden-Sydney (Virginia), quien descubrió algunas coincidencias con un texto de una pieza clásica del latín que data del año 45 a.C., la obra sería De Finibus Bonorum et Malorum (“Los extremos del bien y el mal”) de Cicerón, de gran importancia durante el Renacimiento:

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El docente tomó la palabra más extraña del texto (consectetur) y fue de tal forma como halló su procedencia:

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La traducción vendría a ser:

Ni tampoco hay nadie que ame, persiga y quiera alcanzar el dolor mismo porque sea dolor, sino porque a veces se dan las circunstancias de tal manera, que con esfuerzo y dolor puede obtener algún gran placer. En efecto, para ir a cosas insignificantes, ¿quién de nosotros asume algún ejercicio físico trabajoso si no es para conseguir alguna ventaja de él? Por otra parte, ¿quién censuraría con razón a aquel que quiere estar en un placer al que no siga ninguna molestia, o a aquel que huye del dolor con el que no se produce ningún placer? Pero sin duda acusamos y juzgamos como los más dignos de un justo aborrecimiento a aquellos que, ablandados y corrompidos por el encanto de los placeres presentes, cegados por el deseo, no prevén los dolores y las molestias que han de sucederles, y están en falta semejante quienes abandonan sus deberes por debilidad de espíritu, es decir, por huir de esfuerzos y dolores.

Todo indica, entonces, que fue de la fascinación que se tenía en el siglo XVI por esta obra de Cicerón que se popularizó la frase, la cual se convertiría en el estándar de la industria del diseño en los siglos por venir.

Fuentes:

1. https://omicrono.elespanol.com/2015/03/el-origen-de-lorem-ipsum/

Imágenes: omicrono.elespanol.com