Numerosas investigaciones en la Ciencia, han verificado que muchos de los alimentos como hierbas o granos que consumimos usualmente y que a simple vista saben bien y hasta resultan saludables, en realidad podrían llegar a ser no sólo peligrosos, sino que en exceso o mal empleados tendrían efectos muy similares a los que generan los estupefacientes. No es motivo para dejar de comerlos, pero sí para tener muy presente la cantidad y la forma de hacerlo. Presentamos “los alimentos que pueden producir viajes alucinógenos”:
La nuez moscada
En tiempos del imperio romano, esta nuez comenzó a ser utilizada para preparar muchas comidas. Claro está que en pequeñas dosis es espléndida para agregar buen sabor y no es nociva para nada, pero al excederse y peor aún, si se halla diluida en agua, la persona que la ingiera podría perder la noción de la realidad por un periodo de aproximadamente 24 horas. Un punto importante para tener en cuenta a la hora de preparar las comidas.
El azafrán
Es un estupendo condimento para varios platillos, pero si una persona consume mucho, comenzaría a padecer de trastornos parecidos a los de fuertes narcóticos. Los expertos consideran que 10 gramos de los pistilos de la flor llamada Crocus Sativus, que es de donde se extrae, podrían ser letales o cuanto menos causar locura por varias horas. El azafrán tiene un sabor muy agradable para muchos paladares y posee un olor muy fuerte. Para obtener un kilo de azafrán, se requieren cerca de 250 mil flores.
El pez Sarpa Salpa
Es un pescado que se prepara en la región del Mediterráneo, pues procede de sus aguas. Su carne es muy apetecida, pero se ha descubierto que al comer la cabeza, causa alucinaciones sonoras y de tipo visual, a consecuencia de una sustancia que contiene denominada “indol”, que el pez adquiere cuando come plancton y algas.
La lechuga
Es muy consumida en ensaladas y también sola. Si se come no tiene ningún problema, pero si se agregan a la sopa o se hace alguna clase de té con las hojas, es completamente tóxica, pues deprende un látex de color blanco y lechoso, con elementos muy similares a los de los fuertes narcóticos y la intoxicación que produce va acompañada de alucinaciones.
El queso azul
Nadie se imaginaría que un queso tuviera efectos psicoactivos, pero la verdad es que así es. Se trata del queso azul que cuando se come justo antes de ir a dormir, altera los sueños por la acción de una sustancia llamada “feniletilamina”, razón por la que los médicos recomiendan jamás comerlo por lo menos tres horas antes de acostarse.
Las berenjenas
No sólo estos vegetales, sino también todas las plantas del género Solanum, como los tomates y las papas, puesto que acumulan una sustancia de nombre “solanina”, que resulta irritando la mucosa intestinal cuando se comen inadecuadamente, dejando como consecuencia serias afecciones el sistema nervioso central. Pero eso no es todo, genera alucinaciones, irritaciones en la faringe y en la boca, diarrea, vómito, temblores y hasta parálisis. Para evitar estos peligrosos síntomas, se debe tener especial cuidado de quitarles las partes verdes de la planta, porque es en esa parte donde se acumula la toxina, así como también papas con brotes o partes verdes. En el caso de los tomates, la solanina está presente en los que aún no están maduros.
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