Parece que al mundo de la cosmética no le fuese relevante usar métodos pocos convencionales, para satisfacer las necesidades de sus clientes que en su mayoría son mujeres.
Extraño pero relajante
Un novedoso y poco convencional sistema de masaje, ha sido creado en Israel, pero a medida que el tiempo pasa, su técnica ha sido llevada a otras latitudes. Se trata de un masaje con serpientes vivas y que según los usuarios, resulta muy relajante.
Se colocan de 5 a 9 serpientes en todo el cuerpo, que se deslizan libremente bajo la supervisión del terapeuta; las serpientes poseen enzimas que al ponerse al contacto con la piel, provocan una reacción relajante.
Para realizar este masaje se utilizan serpientes inofensivas para el ser humano. Es decir, no son venenosas y no representan ningún peligro.
Con la mínima cuantía de 80 dólares, es posible adquirir este paquete de relajación, con toda una gran gama de serpientes relajantes, que se mueven en todo el cuerpo, ofreciendo una sensación inigualable.
Reptiles en los SPA modernos
Ada Barak, la principal autora de este método natural, asegura que cuando las personas logran perder el temor hacia estos animalitos rastreros, pueden beneficiarse con todos los placeres de sus masajes. Además, concluye que “durante el contacto con el hombre, las serpientes comparten su calor interno, a pesar de ser animales de sangre fría. Ellas tienen un poder muy fuerte con el que pueden llenar de energía a una persona”.
La clase de reptiles usados para esta técnica de spa moderno, son de diferentes clases, tamaños y colores. Cada tamaño aporta un beneficio concreto, como las más grandes, que sirven para disminuir el estrés de los músculos. En lo que respecta de las pequeñas, ayudan a experimentar una relajación más profunda, debido a su cosquilleo continuo.
La naturaleza esconde muchos misterios; este sistema de relajación es una muestra de las millones de medicinas y bondades que representan literalmente, todo un regalo de la Madre Tierra para con sus criaturas, especialmente con los humanos, a pesar del daño desmedido e inconsciente que en los últimos siglos, las masas le han ocasionado.
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