Aunque los zombis puedan parecer mera ciencia ficción, la verdad es que sí existen. Ciertos parásitos son capaces de tomar control total de su huésped, influenciándolo para que realice determinadas acciones en pro de su conveniencia. Diversos científicos afirman que así como atacan a plantas y animales, también con humanos. Los siguientes son algunos de esos parásitos escalofriantes que literalmente poseen a sus víctimas:
Sacculina
Es un crustáceo muy pequeño, que se aloja dentro de los cangrejos. Ocupa su cuerpo y se alimenta de su sangre y tejidos. Se reproduce dentro de él y cuando las crías nacen, el cangrejo cree que son de él y las cuidas celosamente. Esas nuevas crías buscan alojarse de la misma manera, cuando se desarrollan. Es catalogado como «el parásito más letal del mundo».
Spinochordodes tellinii
Son organismos que se alojan en el cuerpo de los grillos, controlando su sistema nervioso. Pertenecen a una de las «especies de nematodos más letales del mundo» y necesitan agua para poder vivir y reproducirse libremente, razón por lo que obligan a su presa a suicidarse, lanzándose al agua.
Hymenoepimecis argyraphaga
Son avispas que habitan gran parte de Centroamérica. Para reproducirse, necesitan internarse en el vientre de una araña viva y cuando lo hacen, depositan varios huevos. Para llevarlo a cabo, inyectan un veneno que las paraliza y se alimentan de ella, hasta la muerte. Ese veneno también afecta el sistema nervioso de la araña.
Paradoxum leucochloridium
Es un gusano plano, que se introduce en el interior de los caracoles. Las larvas se encuentran en el excremento de las aves, que es una de las comidas predilectas del caracol. Cuando éste la ingiere, también lleva a su interior el gusano, que finalmente se apodera de los ojos de su huésped. Cuando esto sucede, empieza a cambiar de color, lo cual lo hace más atractivo para las aves que finalmente, se alimentan de él. Este ciclo se repite incesantemente.
Toxoplasma gondii
Es el parásito responsable de la toxoplasmosis, que es una enfermedad muy grave, la cual afecta a más de un tercio de la población mundial. Está presente en ratas y ratones. Afecta notablemente el sistema nervioso, por ende está estrechamente relacionado con conductas neuróticas y sus afecciones parecen no tener cura. Posee varios huéspedes y se alimenta de ellos, de diferentes formas. En los humanos, puede en el peor de los casos desencadenar comportamientos suicidas.
Dicrocoelium dendriticum
Habita el hígado de las vacas, mismas que se alimentan de pasto. Sus huevos son expulsados a través del excremento y luego son ingeridos por caracoles. Los parásitos se fecundan dentro de estos últimos y empiezan a desplazarse dentro de él, produciendo más moco de lo normal. Cuando las hormigas lo comen, empiezan a tener un comportamiento anormal, que puede ocasionarles la muerte y hasta las conduce a comer hierbas venenosas.
Avispas esmeralda
Para reproducirse necesitan una cucaracha viva. Las controlan inyectándoles una toxina que paraliza la patas y la cabeza. A su vez, las llevan hasta sus panales, en donde introducen varios huevos en la cavidad abdominal. Cuando los huevecillos nacen, los pequeños insectos se alimentan de los órganos internos de la cucaracha y en seguida, emergen como avispas de tamaño considerable.
Ophiocordyceps
Es un hongo parasitoide, que afecta a algunas especies de hormigas endémicas de Tailandia. Cuando se introducen en el interior de su huésped, controlan el sistema nervioso, alterando el comportamiento. En ocasiones, las hormigas mueren y al cabo de 9 días resucitan, por lo que se conocen como las «hormigas zombi»; pero este fenómeno se debe a este organismo que las infecta.
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