Origen de la Orden de los Templarios
La historia es escrita por los vencedores. Los documentos y las pesquisas del pasado han sido leídos y trabajados para construir la historia oficial, dejando de lado la creencia de que existan más historias. Cuando el pasado es trabajado con algún fin, se oculta al otro y se le llena de prejuicios, así ha pasado con los Templarios.
La Orden de los Templarios había surgido en la Primera Cruzada, durante el año de 1138. En Jerusalén estaba en el trono Balduino y los cristianos se sentían orgullosos de haber desplazado a los sarracenos de Palestina. Muchos de los héroes que lucharon llegaron ante el rey y constituyeron “el primer núcleo de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo”.
Los principios fundamentales eran la pobreza, la castidad y la obediencia. El fin central de la orden era defender a los peregrinos que se encaminaran a Tierra Santa. Todo el mundo de los cristianos estaba orgulloso de Los Caballeros de Temple, la fascinación de las cruzadas permitía que cualquier hombre llegara a Jerusalén y tuviera alimento, techo y el salvamiento de su alma.
Allá en Jerusalén, San Bernardo sería el encargado de escribir las normas de los templarios: se les hacía misa todos los días, tenían prohibido el sexo, el libertinaje, frecuentar a otros caballeros y además tenían que hacer ayunos. Llevaban un manto blanco y no llevaban ropa que estaba a la moda. Además tenían cargos y el único animal que podían cazar era el león.
La cotidianidad entre los caballeros
Las normas del estatuto eran demasiado rígidas pero no podían dejarlas de seguir. Vivían en caballos y se desplazaban en el desierto y al tener prohibido el sexo, la vida era más demoledora. Lo único que pudieron hacer fue especializarse hasta ser soldados veteranos que no temían nada en el campo de batalla.
Siempre que se enfrentaban a los turcos o a los sarracenos luchaban tenazmente y no podían tener ninguna riqueza a pesar de que la orden se volviera tan rica. Ellos habían recibido de Alfonso de Aragón todo un país y más de una docena de fortalezas en España. El rey de Portugal también les regala todo un bosque y los templarios lo dominaron totalmente matando a los musulmanes que lo ocupaban. Allí fundaron Coimbra.
Así que al no tener ningún placer cotidiano, la orden se imponía tener todo el poder posible. Aunque luchaban en Oriente, es en Europa donde operaban y obtenían mayor poder. Ellos son los primeros prestamistas de dinero, prácticamente la Orden Templaria inventó el cheque.
Como la fortuna de sus arcas se beneficiaba de no pagar diezmos y siempre se quedaban todo el botín, fueron muy ricos. No le tenían que dar nada al rey, ni a los obispos, tal vez por ello no eran muy queridos, pero además se beneficiaban de los préstamos y del crédito que le hacían a otras ordenes e incluso a la iglesia. Con esa gran fortuna obtuvieron mucho poder.
El templario en la batalla
Muy diferente del funcionario que prestaba dinero, el templario corriente era un soldado muy cruel. Tenía la costumbre de matar a los sarracenos con su larga y afilada espada. No temía prácticamente a nada y suponía en silencio que su vida estaba entregada a Dios.
Lastimosamente con los fuertes levantamientos en Jerusalén, la numerosa corrupción y las masacres que perpetuaban los francos, los templarios dejaron de creer en su misión divina y con el tiempo se volvieron una élite macabra que sólo respetaba a los guerreros enemigos pero a nadie más.
Fue por esto que obtuvieron la fama de guerreros demoniacos, guerreros infames que habían vendido el alma al diablo y tal vez lo hicieron, pero eso es tema para otra entrada.
Como mencionamos, los grandes guerreros templarios tenían un código de conducta muy rígido y distinto a cualquier otro caballero que llegaba a oriente. No tenían permitido el saqueo ni la violación a ninguna mujer y eso es importante a la hora de comprender por qué dijeron que ellos se acostaban entre ellos.
Tenían que cabalgar todo el tiempo con un solo compañero, dormían de a pares y casi todo lo hacían de a dos, por ello se hizo tan común el homosexualismo entre ellos, pero claro, debía ser ocultado por el temor de morir entre las llamas purificadoras de la iglesia.
También se ha mencionado que la tropa de asalto podía llegar a ser demasiado salvaje. Su código moral los obligaba a morir en batalla como murieron los espartanos en las Termópilas: en el sitio de Ascalón, los templarios murieron por entrar a una emboscada hecha por los moros, mientras que los demás soldados mantuvieron la calma.
¿Una orden secreta?
Aunque eran una pequeña élite, las personas en la Edad Media conocían su existencia. La diferencia es que los templarios ocultaban todo su código y casi no salían a las calles citadinas. Si no estaban combatiendo moros, estaban enclaustrados rezando o haciendo grandes penitencias. Con el tiempo la orden templaría se volvió más misteriosa. Eso hizo que tuvieran un fin espantoso que fue mencionado en otro artículo y en un famoso libro de Klossowski.
El propósito de seguir el llamado de dios, hizo que cada templario se convirtiera en un gran evangelizador. Los templarios que no luchaban hicieron que la orden ganara muchos seguidores y gran honor.
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