Los copistas del medievo, tenían como tarea transcribir o hacer redacciones de textos que se volvían repetitivas y hasta aburridas. Algunos se pasaban largas horas en sus puestos y la rutina los agotaba física y mentalmente. Aprovechando que, la mayoría de personas no eran versadas en otros idiomas como el latín y mucho menos sabían leer, los monjes que en su mayoría eran copistas incluían algunas frases como: “Gracias a Dios pronto oscurecerá”, “Por el amor a Cristo, dame algo de beber” y “la vista se me nubla y la espalda me está matando” entre otras frases.
También la mayoría aprovechaba, para dibujar algunos garabatos de hombres en posiciones muy extrañas: personas desnudas tocando trompetas con el trasero. Aquellas imágenes hacen pensar que tal vez era un chiste que los monjes dejaban para el próximo lector que tomara su manuscrito, como dijimos antes la tasa de analfabetismo era muy alta en el medievo y tal vez la pictografía haría alusión algún chiste que entendería la mayoría.
Amenazas contra los ladrones de libros
Finalmente, cabe destacar que la mayoría de libros del medievo eran tesoros que requerían un gran trabajo para su manufacturación. Toda su elaboración era artesanal y que alguno cayera en manos ociosas o peor fuera destruido, preocupó a más de uno; fue así como surgieron las famosas maldiciones: pequeños escritos que se dejaban al principio o al final en el que se amenazaba a la persona que se atreviera a robarlo.
Se podían encontrar maleficios en los que se incluía la condenación al infierno o excomunión; una de las amenazas que se podía encontrar decía lo siguiente: “Para el que hurte o tome prestado y no devuelva este libro a su dueño; que sea herido de parálisis y todos sus miembros quemados, que languidezca en el dolor clamando en voz alta por misericordia y que su agonía no cese hasta que canten disolución, que los ratones de la biblioteca roben sus entrañas y cuando finalmente vaya a su castigo final que las llamas del infierno lo consuman para siempre.”
Fuentes:
- https://lapiedradesisifo.com/2020/07/08/las-maldiciones-que-se-usaban-en-la-edad-media-para-proteger-los-libros/
- https://hipertextual.com/2018/03/libros-maldiciones-medievales
Imágenes: 1.
Las maldiciones y tesoros que se encuentran en los márgenes de los manuscritos
Los copistas del medievo, tenían como tarea transcribir o hacer redacciones de textos que se volvían repetitivas y hasta aburridas. Algunos se pasaban largas horas en sus puestos y la rutina los agotaba física y mentalmente. Aprovechando que, la mayoría de personas no eran versadas en otros idiomas como el latín y mucho menos sabían leer, los monjes que en su mayoría eran copistas incluían algunas frases como: “Gracias a Dios pronto oscurecerá”, “Por el amor a Cristo, dame algo de beber” y “la vista se me nubla y la espalda me está matando” entre otras frases.
También la mayoría aprovechaba, para dibujar algunos garabatos de hombres en posiciones muy extrañas: personas desnudas tocando trompetas con el trasero. Aquellas imágenes hacen pensar que tal vez era un chiste que los monjes dejaban para el próximo lector que tomara su manuscrito, como dijimos antes la tasa de analfabetismo era muy alta en el medievo y tal vez la pictografía haría alusión algún chiste que entendería la mayoría.
Amenazas contra los ladrones de libros
Finalmente, cabe destacar que la mayoría de libros del medievo eran tesoros que requerían un gran trabajo para su manufacturación. Toda su elaboración era artesanal y que alguno cayera en manos ociosas o peor fuera destruido, preocupó a más de uno; fue así como surgieron las famosas maldiciones: pequeños escritos que se dejaban al principio o al final en el que se amenazaba a la persona que se atreviera a robarlo.
Se podían encontrar maleficios en los que se incluía la condenación al infierno o excomunión; una de las amenazas que se podía encontrar decía lo siguiente: “Para el que hurte o tome prestado y no devuelva este libro a su dueño; que sea herido de parálisis y todos sus miembros quemados, que languidezca en el dolor clamando en voz alta por misericordia y que su agonía no cese hasta que canten disolución, que los ratones de la biblioteca roben sus entrañas y cuando finalmente vaya a su castigo final que las llamas del infierno lo consuman para siempre.”
Fuentes:
- https://lapiedradesisifo.com/2020/07/08/las-maldiciones-que-se-usaban-en-la-edad-media-para-proteger-los-libros/
- https://hipertextual.com/2018/03/libros-maldiciones-medievales
Imágenes: 1.