El Pensante

Métodos para purificar el agua

Gastronomía - octubre 6, 2015

Concepto de agua potable

Llamada el “líquido vital” realmente el agua constituye una sustancia que nos ayuda a preservar el funcionamiento de los órganos, no beberla puede matarnos en poco tiempo. No obstante, beberla de fuentes contaminadas, también. Es por eso que es necesario tener mucho control con el agua que consumimos, por lo que nunca está de más usar métodos que nos ayuden a purificarla. En esta oportunidad te ofrecemos algunas técnicas que puedes implementar en tu hogar para velar por la potabilidad del agua que consumes tú y tu familia.

Imagen 1. Métodos para purificar el agua

Se considera que el agua es potable cuando cumple con algunas características básicas: a) Que no presente ningún tipo de sabor, color u olor; b) Que esté libre de impurezas químicas; c) Que tenga un conteo de menos de diez bacterias intestinales por litro; d) Que su fuente de origen no se encuentre contaminada por aguas negras o industriales. En las ciudades la mayoría del agua que llega a las casas cumple con estos requisitos, por lo que podemos bañarnos, cocinar y lavar con ella. Sin embargo corre siempre el riesgo de contaminarse en el trayecto, a través de las tuberías, así que siempre es mejor prevenir que lamentar.

Ebullición

Un método sencillo y al alcance de la mano para purificar el agua es someterla al proceso de ebullición, es decir, hervirla. Para esto te recomendamos que destines una olla grande, en su preferencia de peltre, no de aluminio. Una vez vertida tu agua, debes colocarla al fuego hasta que hierva, y luego de esto esperar al menos veinte o treinta minutos, tiempo suficiente para que el calor mate aquellas bacterias nocivas para la salud. Esta técnica es sencilla y en verdad bastante económica, sólo presenta un problema y es que la evaporación produce como efecto la concentración de algunos residuos minerales disueltos, lo que en ocasiones altera el sabor del agua.

Clorificación y plata iónica

Otra técnica también muy económica y rápida es el uso del cloro para la purificación del agua, ya que esta sustancia en verdad es muy efectiva para matar aquellos microorganismos que pueden comprometer gravemente nuestra salud. Para esto debes agregar entre dos o tres gotas por litro, dependiendo de la concentración del cloro que consigas. Luego de esto, se debe esperar hasta treinta minutos antes de consumir el agua, a fin de que la sustancia actúe y además se disuelva sin dejar rastro al gusto. Sin embargo no hay que perder de vista que en la mayoría de ciudades el agua que llega a los hogares ha sido previamente tratada con cloro, por lo que este método nos puede dar como resultado un sabor desagradable, que aunque no es nocivo para la salud, sí puede ser una mala experiencia para nuestro paladar.

Así mismo puedes buscar en las tiendas productos prescritos para desinfectar alimentos y agua, los cuales casi siempre son compuestos a base de plata iónica o coloidal, la cual resulta altamente eficiente a la hora de eliminar bacterias y microorganismos dañinos para nuestro cuerpo. Se sugiere seguir las instrucciones para agregarlo a nuestra agua, la cual no deberíamos consumir sino hasta después de veinte minutos de haberle agregado esta sustancia.

Ozono

Yéndonos un poco más hacia lo práctico encontramos los filtros o purificadores de ozono, los cuales son costosos y utilizan energía eléctrica para su funcionamiento, pero nos permiten tener agua purificada al alcance de la mano, con solo activar un botón. Este método funciona en base al gas de ozono el cual descompone las bacterias y microorganismos que pueden resultar fatales para nosotros. La ventaja de este método es que la acción de este gas nos provee un agua libre de bacterias, y a la vez sin ningún tipo de residuo químico. A la vez el agua suministrada por este tipo de mecanismo estará libre de color, olor o sabor. Incluso es mucho más eficaz que el mismo cloro, ya que el ozono puede acabar con virus y microorganismos que no se pueden destruir sólo con la técnica de cloración. En el mercado conseguimos varias ofertas de filtros de ozono, los cuales pueden parecer en principio un poco caros, pero que a la larga se convierten en una gran inversión que nos traerá grandes beneficios.

Carbón activado y cerámica

Otro de los métodos prácticos que podemos implementar en nuestras casas es el uso de un filtro a base de carbón activado, dentro del cual se encuentra una piedra de carbón llena de miles de pequeños agujeros en los cuales quedan atrapados los microorganismos antes de que el carbón proceda a romper sus moléculas y destruirlos. En verdad un filtro de este tipo proveerá tu hogar con agua libre de cloro, sin olor, sin sabor y libre de sólidos pesados. La ventaja es que también sirve para eliminar sustancias químicas que puedan resultar nocivas para la salud  como los pesticidas, los cuales llegan a las fuentes de agua a través del riego o la lluvia. No obstante este tipo de mecanismo debe sustituirse periódicamente, comprando uno nuevo cada cinco meses. Sin embargo se trata sólo de cambiar la piedra, ya que el mecanismo completo, conformado por una válvula de control, un tanque de fibra de vidrio y el dispositivo para contener el filtro tiene una vida útil de hasta seis años, en los cuales no proveerá de agua saludable y purificada.

Así mismo encontramos los filtros de cerámica, los cuales ofrecen la ventaja de separar los materiales pesados del agua, gracias a sus millones de finos poros. Sin embargo es bueno adquirir uno que esté impregnado con plata iónica, a fin de que también nos brinde un efecto germicida, que nos ayude a eliminar aquellos organismos, bacterias y virus que pueden comprometer nuestra salud. Este tipo de filtro debe limpiarse periódicamente. Un buen método para hacerlo es limpiarlo con azúcar y agua, a fin de que los granos gruesos ayuden a destapar los poros saturados de material sólido.

Fuente de imagen: ocio.net