Estados Unidos y la esclavitud
Cuando los próceres norteamericanos ganaron la guerra contra Inglaterra y consiguieron la independencia de su país, se encontraron con un problema: su Constitución, la más moderna y progresista del mundo, decía lo siguiente:
Consideramos que las siguientes cosas son evidentes por sí mismas: que todos los hombres son creados iguales, y que les son otorgados por el Creador algunos derechos inalienables entre los que se cuentan el derecho a la vida, a la libertad, y a la búsqueda de la felicidad.
En su momento, esto era revolucionario, en particular si se comparaba con una Europa en la que los títulos feudales y nobiliarios aún ponían a muchos por encima de los demás. Pero había un problema. ¿Cómo podía ser esto compatible con un país que permitía la esclavitud?
La solución obvia era considerar que los esclavos, todos ellos negros, traídos de África, no eran humanos. Pero aún para el más obtuso observador estaba claro que sí lo eran. La otra alternativa era abolir la esclavitud, pero esto implicaría entrar en conflicto con muchos de los dueños de esclavos en el país, además claro de afectar a varios de los próceres norteamericanos que poseían esclavos, como George Washington y Thomas Jefferson.
Así que estos personajes optaron por tomar una decisión bastante cómoda: como veían que cada día la esclavitud perdía importancia y que poco a poco el número de esclavos se iba reduciendo decidieron dejar las cosas así, convencidos de que en una o dos generaciones la institución moriría de manera natural (algo que en efecto ocurrió en la mayor parte de América Latina).
Pero hubo algo con lo que estos individuos no contaron: el algodón.
King Cotton
Con el despegue de la Revolución Industrial en Inglaterra los telares de este país comenzaron a requerir más y más materia prima para realizar sus tejidos. El algodón, principal materia prima de las fábricas inglesas, se convirtió en un insumo crítico para este país y comenzó a volverse más y más importante en el contexto internacional.
Los estados del sur de Estados Unidos tenían el clima y el suelo propicios para convertirse en los principales proveedores de algodón, pero esta actividad requería mano de obra económica. Y los esclavos eran ideales para esta tarea.
Así, la institución pasó de estar en sus últimos alientos a ganar renovada fuerza. En el pasado, era común que los dueños de esclavos ordenaran su liberación luego de su muerte, pero con el crecimiento de los cultivos de algodón esto dejó de suceder. El país se polarizó, dividiéndose entre los estados del norte, donde la esclavitud no era común (y en muchos casos ilegal) y los del sur, en donde se convirtió en la base de un exitoso sistema económico basado en la exportación de algodón. King Cotton, «El Rey Algodón», así se le llamó por el poder que tuvo en los destinos económicos del viejo continente.
Nat Turner
Es posible que los esclavos que nacieron en los tiempos de la Independencia o los años que siguieron tuviesen siempre la ilusión de ser liberados.
En Inglaterra la sociedad civil se estaba oponiendo con cada vez más fuerza a la esclavitud desde 1783, y en 1807 habían conseguido no solo que Inglaterra aboliera la trata de esclavos, sino que prohibiese el comercio internacional y persiguiese a los barcos esclavistas. Este país aboliría definitivamente la institución en 1833.
Estados Unidos iba por un camino semejante, y muchos esclavos incluso aspiraban a ser liberados tras la muerte de sus amos. Pero conforme el “Rey Algodón” se apoderaba de la economía del sur del país comenzó a quedar más y más claro que los esclavos no tendrían redención alguna, y que morirían siendo esclavos, y sus hijos, y los hijos de aquellos.
Infancia y juventud
En este contexto nació Nat Turner. El esclavo, oriundo de Virginia, tuvo la desgracia de venir al mundo justo cuando la esclavitud estaba ganando terreno, en el año 1800. El joven tenía una inteligencia particular, y aprendió a leer y escribir a temprana edad. Comenzó a estudiar la biblia desde pequeño, y según contaban quienes lo conocieron se perdía por horas en su lectura, embebido en las historias de Cristo, los profetas y los apóstoles.
En algún momento de su infancia comenzó a presenciar visiones, que él decía que eran manifestaciones divinas. De acuerdo con estas visiones, el joven debía comenzar a enseñar a los demás esclavos de su plantación y a educarlos en la fe. Y fue así como comenzó a enseñar los evangelios a los demás esclavos, que pronto comenzaron a conocerlo con el sobrenombre de “El Profeta”.
Visiones de guerra
Pero a principios de 1828, la situación cambió.
Turner reveló que había tenido una visión diferente, una que auguraba un futuro tormentoso. En sus palabras:
Escuché un sonido poderoso en los cielos, y el Espíritu se apareció ante mí de manera instantánea, y me dijo que la Serpiente había sido liberada, y que Cristo había dejado el yugo que cargaba por los pecados de los hombres y era mi deber tomarlo en esta lucha contra la Serpiente, pues se acercaban rápidamente los tiempos en los que los primeros se volverían los últimos y los últimos serían los primeros.
En efecto, lo que esta visión indicaba al parecer era la llegada del fin de los tiempos cuando, cómo no, los últimos serían los primeros. Fue la primera vez que por la mente de Nat Turner comenzaron a correr vientos de rebelión.
Las señales se precipitaron. Nat se encontró en febrero 12, 1831, con un eclipse de sol anular que fue visible en Virginia y que él consideró la mano de un hombre negro atrapando el astro. Fue, para él, la indicación de que había llegado la hora de actuar.
Los preparativos comenzaron. Un selecto grupo de amigos y seguidores comenzaron a organizarse: el objetivo era matar a sus enemigos usando sus propias armas. Si bien originalmente el plan era comenzar la rebelión el 4 de julio (día de la independencia de este país), por motivos de salud Turner decidió posponerla. El 7 de agosto un segundo eclipse lo convencería de que era tiempo de actuar y el 21 comenzaría la (corta) rebelión.
La rebelión
Un grupo pequeño de seguidores (quizás algunas decenas) comenzó la marcha. Se encontraban en una zona donde la población negra representaba la gran mayoría, por lo que conseguir aliados fue fácil, más aún si tenemos en cuenta que muchos lo consideraban un profeta.
El grupo se movió silenciosamente, atacando casa tras casa, robando las armas y matando a sus habitantes. Si bien perdonaron la vida de algunas familias, el objetivo era sembrar el terror, expulsar a los dueños de esclavos y atraer esclavos fugados para conseguir un territorio desde el cual podrían seguir lanzando ataques.
Lamentablemente la rebelión tuvo poca duración. No hay mucha información sobre el recorrido de Turner, pero parece ser que no consiguió el apoyo que quería antes de que las milicias de la zona lograran rodearlo. La batalla final involucró tres compañías de artillería contra un grupo de esclavos poco armado y peor entrenado.
Como imaginarán, fue una masacre.
La victoria de los esclavistas
No hay detalles de la batalla, pero se sabe que en ella murieron alrededor de 100 esclavos rebeldes. Se desconoce si los milicianos tuvieron muertos durante la batalla, pero al menos 60 personas fueron asesinadas por los rebeldes en su búsqueda de armas y aliados.
Todo el enfrentamiento duró apenas dos días, pero un grupo importante de esclavos rebeldes logró escapar y ocultarse en el bosque. Entre ellos se encontraba Turner, quien eludiría la captura de los esclavistas por más de dos meses, y no sería capturado hasta el 30 de octubre, cuando un hombre llamado Benjamin Phipps lo encontrase oculto entre los árboles. Fue juzgado y rápidamente ejecutado, junto con los demás compañeros que lo seguían.
La victoria fue trágica para los esclavos, pero se trató de una tragedia anunciada. Los esclavistas de los estados del sur tenían a su disposición muchísimos más recursos y la rebelión no se esparció tan rápido como esperaban. Al final, los esclavos del sur requerirían del apoyo de los estados del norte para obtener su libertad.
Consecuencias
Si bien hoy casi todos consideramos la esclavitud como una institución horrenda y detestable, en aquellos tiempos los esclavistas estaban convencidos de que era voluntad divina y de que los negros estaban condenados por su inferioridad a servir al hombre blanco.
Así se presentó la rebelión en la prensa de Virginia
Por esta razón, vieron la rebelión de Turner no como el acto desesperado de un grupo que no veía futuro para sí y para sus descendientes, sino como la prueba definitiva de que los negros eran una raza salvaje, barbárica y pronta a la violencia. De hecho, la lucha por la emancipación de los esclavos se volvió un poco más dura tras esta rebelión, pues sembró en incontables esclavistas, sus familias y sus conocidos, el temor de que ante la emancipación las poblaciones de esclavos se vengarían por las afrentas recibidas.
Pero no. Los esclavos solo querían vivir en libertad, y esto se demostraría de manera definitiva tras la abolición de la esclavitud en 1865, tras una guerra de más de 4 años que destrozó el país y dejó miles de familias en la ruina.
Fuentes:
- https://en.wikipedia.org/wiki/Nat_Turner#cite_note-35
- https://en.wikipedia.org/wiki/Nat_Turner%27s_slave_rebellion#Rebellion
- https://time.com/4446349/nat-turner-rebellion-history/
Imágenes: 1: medium.com, 2: famousbiographies.org, 3: wikipedia.org, 4: christianheadlines.com