Por lo general, en Latinoamérica, así como en Estados Unidos, en los últimos años, los conceptos de pan y desayuno se han vuelto casi inseparables. Algunas variaciones a este alimento puede ser también la arepa, las empanadas, tortillas, panqueques, media lunas, y otra gran diversidad de opciones, las cuales tienen un ingrediente en común: las harinas, bien sea de trigo o de maíz.
Cambio de vida: no más harinas
Pero qué pasa cuando el individuo ha descubierto que este tipo de alimentación sea quizás la razón detrás de su enfermedad autoinmune, su resistencia a la insulina, su diabetes, su sobrepeso, o por lo menos un hábito que quiera cambiar para siempre. La costumbre americana de acompañar el desayuno de pan, tostadas, harinas o cereales está tan arraigada en este cultura, que casi nadie concibe el primer alimento de la mañana sin estos elementos.
Sin embargo, algunos portales entusiastas de la dieta paleo, o de al menos bajar el consumo de estos alimentos ricos en carbohidratos y azúcares insisten que la razón por la que esta costumbre se ha anquilosado en el seno de esta cultura no es ni siquiera lo saludable o apetitoso que pueda resultar, sino lo práctico que puede ser consumir en la mañana, cuando todo es prisa, alimentos que ya están casi listo, y que lejos de cocinar, nos introducen más a procesos de armado: preparar un sándwich, rellenar una tortilla, echarle leche al cereal.
Empero, es precisamente esta cualidad de ser alimentos procesados lo que alejan cada vez más al pan, los cereales, galletas o panecillos de constituir alimentos realmente sanos, como para ser consumidos al menos de forma cotidiana. Por igual, cada vez más diferentes médicos, como por ejemplo el doctor Ludwig Johnson, aseguran que ese impulso y descarga de energía que pueden brindar este tipo de alimentos, en realidad solo dura dos horas, e incluso puede ser el responsable directo del bajón que se siente a media tarde, así como de otra serie de trastornos en la salud.
Por consiguiente, un cambio radical de hábitos alimenticios, probablemente no pase tan solo por modificar los alimentos que se consumen durante la cena o el almuerzo, sino que deba abordar también la materia del desayuno, apartando de esta primera comida del día este tipo de alimentos procesados, por opciones un poco más saludables, naturales, y que de verdad se traduzcan en combustible para el resto del día.
Opciones de desayuno sin harinas
Sin embargo, una cosa es decirlo y otra realmente hacerlo, pues la mayoría de las personas –precisamente por esta costumbre tan arraigada- pueden visualizar rápidamente qué cambios hacer en sus cenas, almuerzos y onces, pero muy pocos logran imaginar qué comer en el desayuno, además de sus tostadas con mantequilla y mermelada.
Afortunadamente, cada vez son más los nutricionistas que se incorporan a esta corriente de comida natural y sana, lo cual se traduce en un mayor número de opciones y deliciosas recetas. A continuación, entonces, algunos ejemplos de recetas para un delicioso desayuno cien por ciento libre de harinas o azúcar:
Sándwich de manzana
Para aquellos que pueden estar comenzando con un cambio de hábito, pero que todavía necesitan sentir en las mañanas que toman en sus manos un delicioso sándwich lleno de sabor, esta es la receta ideal. Para prepararlo, será necesario contar con los siguientes ingredientes: una (1) manzana verde / paté de nueces y champiñón / medio ( ½ ) tomate / dos lonjas de jamón serrano.
Al momento de armar, será necesario cortar del centro de la manzana dos rodajas un poco gruesas, a las cuales se le retirará con mucho cuidado el corazón. Estas rebanadas harán las veces de pan. A ellas se le agregará entonces el paté de nueves y champiñones, el tomate picado en pequeños trozos y la lonja de jamón serrano. Se pueden preparar dos sándwiches de estos por manzana. Se acompaña de café o té. Puede ser también una excelente cena.
Hamburguesa con guacamole y huevo
Pese a que puede sonar en exceso complicado para la hora de la mañana, tal vez se pueda ahorrar tiempo si se deja la carne molida y aliñada, lista en la nevera desde la noche anterior. De hecho, podría ser la sobra del almuerzo o la cena del día anterior. Al momento de preparar este desayuno, se comenzará entonces por reunir los ingredientes que se necesitará para cada una de las preparaciones:
Para la carne: cincuenta (50 grs.) gramos de carne de res molida para hamburguesas / un (1) diente de ajo / media ( ½ ) cebolla picada en cuadritos pequeños / sal marina / pimienta. Será necesario mezclar todos los ingredientes, y una vez se haya conseguido una preparación lo más homogénea posible, simplemente se deberá colocar un sartén al fuego, con un poquito de aceite de oliva o de coco, y se colocará la hamburguesa, la cual se puede moldear con las propias manos.
Para el guacamole: por su parte, para la elaboración del guacamole será necesario tener a mano los siguientes elementos: media ( ½ ) cebolla / una (1) rama de perejil / una (1) tira de pimentón rojo / medio ( ½ ) aguacate / medio ( ½ ) limón. Al momento de iniciar la preparación, bastará con lavar y picar en trocitos diminutos la cebolla, el perejil y el pimentón. Así mismo, se triturará con un tenedor el aguacate, y se le agregará a los vegetales que se han picado. Se le agrega a la preparación un poco de sal y el jugo de limón, para evitar que se oxide.
Al momento de emplatar, se colocará la hamburguesa, encima de ella el guacamole, y sobre él se agregará un huevo frito. En este desayuno se encuentra toda la proteína y energía para comenzar un día ideal. Se puede tomar agua como acompañante, o si lo desea una limonada endulzada con miel.
Melón, jamón, huevos y mocachino
Otra forma de empezar el día igualmente con mucha energía es este ligero pero nutritivo desayuno, que no hará que se extrañe para nada el pan o el acostumbrado cereal de siempre. Para prepararlo se necesitará tener a mano los siguientes ingredientes:
Para los huevos: aun cuando simplemente se podría tratar de un par de huevos revueltos, una forma de darle un poco de sabor puede ser reunir una (1) rama de cebollín / dos (2) champiñones / dos nueces tostadas y troceadas / aceite de aguacate / y dos (2) huevos. Al momento de iniciar esta preparación, se tomará un sartén, en donde se colocará el aceite de aguacate. Se sofreirá la cebolla, los champiñones y las nueces. Cuando los champiñones hayan cambiado de color, se agregarán los huevos, la sal y la pimienta, hasta que se consiga la textura deseada.
Para el mocachino: para preparar esta bebida se tomará como base una taza de café negro, sin azúcar, y tan concentrado como se desee. Sin embargo, en lugar de echarle leche, se le agregarán tres cucharadas de aceite de coco, se llevará al fuego, y se cocinará hasta que el aceite se haya mezclado por completo, y la bebida tenga apariencia cremosa. Se baja del fuego, y si se desea se puede endulzar con una cucharada de mil de abejas natural.
Al momento de emplatar, se colocará en el plato tres o cuatro lonjas de melón, sin ningún tipo de azúcar o sirope. Así también se agregarán los huevos que se han preparado, y las lonchas de jamón serrano. Se acompaña con el mocachino, y se disfruta de esta sana y deliciosa opción, en donde además no se debió usar ni un solo gramo de harina.
Pollo con perejil y espinacas salteadas
Por lo general, hay personas que en la mañana no sienten hambre, o que al menos no imaginan comer a esta hora lo mismo que puede tomar en un almuerzo. No obstante, cabe preguntarse si realmente es tan sano dejar los alimentos con menos valor nutricional, es decir, el pan y las harinas, para el desayuno, catalogado como la comida más importante del día, pues es ella la que aporta energía para todo el gasto calórico que implica la mañana.
En caso de que se quieran probar nuevas alternativas, una deliciosa y rápida opción es este plato de pollo con perejil, acompañado de unas deliciosas espinacas salteadas. Para preparar cada uno de estos platillos se necesitarán los siguientes ingredientes, y se procederá de la forma que se narra a continuación:
Para el pollo: lo ideal es que se haya dejado el pollo descongelado desde el día anterior, y en lo posible adobado, proceso para el que simplemente será necesario agregar una pizca de sal marina y pimienta. También se puede agregar un poco de jugo de limón, si se desea un sabor mucho más fuerte. Por igual, se debe cortar dos dientes de ajo, en trozos pequeños, proceso que se hará igualmente con el perejil. Se toma un sartén, se coloca al fuego, se agrega un chorrito de aceite de oliva, y se agrega el ajo y el perejil. Se sofríen hasta que el ajo comienza a dorarse. En ese momento se agrega el pollo, se sella, y luego se baja el fuego, para que largue sus jugos, cuando comienza a sofreírse con su propio aceite, se baja del fuego.
Para las espinacas: por su parte, para esta preparación se necesitarán tres (3) hojas de espinacas grandes / cuatro (4) champiñones / media ( ½ ) cebolla / aceite de coco / una cucharada de semilla de sésamo. Una vez se han lavado las hojas de las espinacas, deben cortarse en tiras. Por su parte, los champiñones se cortarán igualmente en finas lonjas. Se pica también la cebolla en julianas. Se lleva un sartén al fuego, se coloca el aceite de coco, se colocan a sofreír la cebolla y los champiñones, hasta que estos larguen su jugo.
Se agregan las hojas de espinaca, y las semillas de sésamo. Se baja el fuego, y se deja cocinar hasta que las espinacas estén en su punto. Si se desea a esta receta se le podría agregar también pequeños trozos de tocineta. Se sirve el pollo junto a las espinacas, y se obtiene un delicioso, nutritivo y apetitoso desayuno, el cual también podrá funcionar perfectamente como cena o almuerzo.
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