Quizás la celebración más importante en el mundo occidental –así como en el resto de culturas, aun cuando cada cual tenga su propia fecha- sea la celebración de Año Nuevo, momento en que la mayoría del mundo da por terminado un período, para dar la bienvenida de otro.
Año Nuevo Occidental
En el caso de Occidente, el año tiene una extensión de 365 días, correspondientes al tiempo que dura la Tierra en dar una vuelta completa alrededor del sol. Así mismo, basado en el Calendario Gregoriano, instaurado en 1582, el año occidental comienza el 1 de enero, día en que la gran mayoría del mundo –así cuando su religión o cultura cuente con otra fecha para año nuevo- asume que ha comenzado otro ciclo anual, y que por tradición es festivo en casi todos los países del planeta. Por consiguiente, el último día del año occidental sería entonces el 31 de diciembre, momento en que también en casi todo el mundo se convocan celebraciones familiares y sociales, en donde las personas se reúnen para despedir el año que termina, y recibir el nuevo tiempo que comienza.
Historia del Año Nuevo Occidental
Con respecto a la Historia de cómo se estableció el 1 de enero como primer día del año, los investigadores señalan que es necesario remontarse a los antiguos días del imperio romano, así como a otros momentos históricos, cruciales para que esta fecha se erigiera como el Año Nuevo Occidental. En este sentido, resulta pertinente a nivel pedagógico, analizarlas de forma breve y por separado. A continuación, cada una de ellas:
Antigua Roma
De acuerdo a lo que reposa en los anales de la Historia, en la Antigua Roma, el año comenzaba por el mes de marzo, siendo además apenas de diez meses (Martius; Aprilis; Maius; Lunius; Quintilis; Sextilis; Septembris; Octobris; Novembris y Decembris). Durante el mandato de Numa Pompilio (753 a.C – 674 a.C) sucesor de Rómulo y segundo monarca de Roma, se crearon dos meses más al año: enero y febrero, sin embargo marzo siguió siendo el primer mes del año, mientras que enero correspondía al undécimo mes. Sin embargo, esto no le restaba importancia, al contrario, con el devenir del tiempo, enero comenzó a cobrar gran importancia, puesto que se convirtió por tradición en el momento del año en que asumían el poder los antiguos cónsules romanos.
Calendario Juliano
De esta manera, viendo la importancia que había adquirido el mes de enero, el emperador Julio César creó en el año 47 a.C un nuevo calendario, el cual recibiría en su honor el nombre de Calendario Juliano. En este nuevo sistema, enero se constituía en el primer mes del año, siendo entonces el 1 de enero el primer día del año. Así mismo, la cultura del Imperio romano estableció que este día fuese dedicado a la deidad Jano, dios romano, identificado por una cara que mira hacia el pasado y otra que observa hacia el futuro, así mismo, Jano es tenido como el dios de los umbrales o de las entradas y salidas.
Calendario Gregoriano
Posteriormente, y pese a las modificaciones hechas por el Papa Gregorio XIII, en el año 1582, y que originaron el surgimiento del Calendario Gregoriano, el 1 de enero no perdió su condición de primer día del año, sino que asumió el significado cristiano, de ser considerado el día en que le fue realizada la circuncisión a Jesús de Nazaret, por ser la fecha que se sucedía exactamente ocho días después del 25 de diciembre, fecha también establecida para celebrar el nacimiento de la figura central del Cristianismo.
Expansión del pensamiento occidental
A raíz de las conquistas protagonizadas en la antigüedad por el Imperio romano, y luego en la Edad Moderna por parte de España en el Nuevo Mundo, el pensamiento occidental fue expandiéndose e imponiéndose a lo largo y ancho de este hemisferio. De esta manera, las creencias y costumbres europeas fueron asentándose como el punto común, y entre ellas por su puesto estaba también la contabilidad del tiempo.
De esta manera, la costumbre de considerar el 1 de enero como primer día del año se volvió común denominador en todos los territorios conquistados. Al día de hoy se ha convertido en una de las fechas más importantes, y no sólo de occidente, sino del resto del mundo, en donde independientemente de la cultura y religión, y así se cuente con una fecha propia para esta celebración, se asume de modo convencional que este día comienza un nuevo año, así como el 31 de diciembre queda entonces signado a albergar la celebración en medio de la cual se despide un ciclo, para dar la bienvenida a un Nuevo Año.
En consecuencia, en estas fechas, es decir entre el 31 de diciembre y el 1 de enero, en especial en la medianoche, tienen lugar las mayores celebraciones en todo el planeta, a medida que cada latitud va recibiendo el Año Nuevo. De esta forma, se han ido creando celebraciones tradicionales, que convocan a cientos de personas en torno a los shows de juegos pirotécnicos, conciertos, espectáculos, desfiles y por su puesto el clásico conteo regresivo que se hace, a fin de contabilizar en voz alta los últimos segundos del año viejo y dar la bienvenida, en medio de la alegría, a un nuevo año más de vida.
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