Reconocido en el mundo, como uno de los científicos más valiosos de la Historia, Isaac Newton también destacó por su pensamientos filosófico y teológico, a través de los cuales buscaba comprender a Dios y su obra, proclamando sobre todo que creía en la existencia de un solo Dios, rechazando fehacientemente la idea de la trinidad, asunto que plasmó en sus numerosos trabajos escritos.
En este sentido, en una época en donde la Iglesia lo hubiese acusado de hereje, Isaac Newton estudió en secreto la Alquimia y también hizo fuertes análisis que trataban de demostrar cómo la Iglesia católica mentía sobre las escrituras, haciendo creer el concepto de la Trinidad, cuando en realidad Dios era un ser único y universal, Newton buscó la forma de ocultar las cientos de páginas que escribió al respecto, por lo que creó un seudónimo: Jeova Sanctud Unus, expresión en latín, que puede traducirse como “Jehová único santo”, y que es interpretada por los investigadores como un declarado manifiesto anti-trinitario, por parte de Newton.
Pensamiento religioso de Newton
No obstante, su pensamiento anti-trinitario o sus posturas contra la Iglesia no significaban que Newton fuese un hombre alejado del pensamiento de un Dios. Por el contrario, era un hombre que basó su trabajo científico en comprender la obra y la naturaleza de Dios. Así mismo, se dedicó a un análisis pormenorizado de la Bíblia, dedicándole –según algunas fuentes- incluso más tiempo que al estudio de la Ciencia, desarrollando un pensamiento teológico, considerado de gran influencia en la Filosofía occidental. De hecho, era tanto su interés por este tema, que su obra escrita, en base a su pensamiento teológico llegó a abarcar muchas más páginas que el legado escrito que dejó para la Ciencia.
Filosofía Natural
Sin embargo, no se puede llegar a pensar que Newton podía entender en ese momento la Ciencia separada del estudio de Dios. Por el contrario, él pensaba en la unidad, desarrollando entonces un sistema de trabajo, en donde sus distintos aspectos, simplemente constituían diferentes formas de abordar un mismo conocimiento. De esta forma, las distintas facetas que tenía su trabajo, es decir, científico, alquímico o teológico, eran caras de la misma intención clara de estudiar a Dios y el cómo este ser se relacionaba directamente con su creación.
A este sistema de estudio, Newton le llamó Filosofía Natural, y de acuerdo a lo que se puede leer, incluso en uno de sus primeros trabajos, Ciertas cuestiones de Filosofía (1664-1665), Newton estaba convencido de que el sistema más idóneo para abarcar el estudio de Dios y su creación.
Teología natural
Igualmente, Newton se interesó por el florecimiento de la teología natural, movimiento que trataba de precisar las propiedades de Dios, a través del estudio de los atributos que tenía su creación. Algunos de sus textos más sobresalientes al respecto lo constituye Sobre la gravitación y el equilibrio de los fluidos, escrito a medias en 1660, plantea una interesante discusión sobre la naturaleza del espacio, en relación con la naturaleza del cuerpo. Así mismo, Newton llegó a afirmar por ejemplo que el espacio, en sí no era una sustancia, sino un “efecto emanativo de Dios”, que al igual que su productor era eterno y necesario para la existencia de cualquier ser. También ve en la creación, la voluntad divina de Dios.
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