De acuerdo a algunos teóricos literarios, como Gilles Deleuze y Felix Guattari, la Poesía puede ser interpretada esencialmente como la creación literaria hecha en base al extrañamiento del lenguaje común, que se usa a diario para las cosas cotidianas.
Lenguaje otro
A la luz de esta teoría, entonces, la lengua materna del Poeta se sometería en algún momento a pulsiones creativas, que harían que su lenguaje se tornara otro, es decir, que abandonara los límites conocidos de la cotidianidad, para comenzar a transitar territorios nuevos, en donde deviene un lenguaje otro, extrañado, descolocado de su lugar de origen, que termina produciendo nuevas formas y sentidos.
De esta forma, la Poesía se torna creación única y milagrosa en donde las palabras comunes descubren nuevas posibilidades, para maravillar a los otros desde su capacidad creadora. Por consiguiente, se puede decir que el Poeta, además de escritor y hablantes en su mínima esencia es también un explorador de territorios lingüísticos no conocidos, en donde marca nuevas rutas de palabras, al tiempo que va siguiendo su fuerza creadora, a base de su principal herramienta, motivo y alimento: la Palabra.
Poemas con muchas palabras
Por consiguiente, se puede decir también que la unidad mínima de la Poesía es la palabra, extrañada, descolocada, desterritorializada y territorializada en nuevos terrenos que la hacen resurgir con un significado otro, hecho en donde radica su belleza. Así también, el Poeta se convierte entonces en el hacedor de la Palara, quien con su intuición y pulsiones va escogiéndolas, uniéndolas y construyendo imágenes, impulsado sobre todo por un gran sentido lúdico que lo hace permanecer en disposición para la creación, la construcción y la exploración de nuevas formas y significados.
Un ejemplo de esta pulsión creadora y lúdica puede estar constituido por algunos textos en donde el Poeta va un paso más allá del uso de palabras para construir nuevas imágenes, recreándose en la Palabra misma como significado absoluto, lo cual da formas nuevas, en donde por ejemplo el Poeta usa simplemente verbos, suprimiendo el resto de categorías gramaticales, a fin de colocar el foco exclusivamente en la sucesión de acciones que quiere resaltar. También puede suceder que el creador se decida por los sustantivos, porque es importante nombrar la sucesión de entidades en las cuales se comprende su angustia o regocijo.
Sea como fuere, este tipo de pulsiones creativas dan como resultado poemas que se caracterizan por usar un gran número de palabras diferentes. Concebido así puede parecer extraño, pues cualquier podría pensar que todo poema es un texto conformado por palabras distintas, sin embargo el concepto “poemas de palabras diferentes” se refiere específicamente a esos poemas creados exclusivamente por un gran número de palabras que corresponden a la misma categoría gramatical, tal como ocurre en los ejemplos que se citan a continuación:
Poema 12, Oliverio Girondo Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangunlan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehúyen, se evaden y se entregan.
Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangunlan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehúyen, se evaden y se entregan.
En este ejemplo, nacido de la pluma del magistral poeta uruguayo Oliverio Girondo, se puede apreciar cómo el escritor reconstruye el acto amoroso de los amantes, usando para su descripción una sucesión vertiginosa de diferentes verbos reflexivos, en donde sin embargo –aún en ausencia de sujetos, artículos, adjetivos y adverbios- se entiende a perfección el retrato amoroso que dibuja con la palabra su autor.
Naipes en sepia, Sylvia Sabogal El encuentro, la sonrisa, las cervezas,
las palabras, las canciones, los versos,
los libros, las complicidades, los juegos,
las bromas, tu insistencia, mi curiosidad,
mi resistencia, tu conquista, el primer beso,
las caricias, el miedo, el vértigo,
descubrirte, descubrirme, entregarnos.
La indecisión, mis miedos, mi huida,
la persecución, la captura, quedarme.
Las ceibas, el cielo, las nutrias,
las aves, las nubes, los planes,
los besos, esconderse, ocultarse, seguir huyendo.
Las interpretaciones, las traiciones, los silencios,
los vacíos, el frío, la distancia,
mi confusión, tu lejanía, las pesadillas,
el dolor, el vino, los cigarros, el llanto,
los lugares comunes, los abrazos rotos, los besos caídos,
las preguntas que no haré,
los teléfonos que no sonarán,
las especulaciones,
los círculos en los que corro alrededor de tu nombre.
La insuperable luna, las telarañas, las miserias,
la tristeza, la ropa en el suelo, las insistentes lágrimas,
las evocaciones, las equivocaciones, las intuiciones,
este adiós que no termina de pronunciarse…
la pérdida, la resignación, la rebeldía,
la humildad, la soberbia, la tranquilidad, la ira,
tu aroma que me asalta cuando respiro profundo, el recuerdo.
El mañana, el abismo, el misterio,
tu ausencia, la deriva, la despedida,
el amor… esa trampa.
El encuentro, la sonrisa, las cervezas,
las palabras, las canciones, los versos,
los libros, las complicidades, los juegos,
las bromas, tu insistencia, mi curiosidad,
mi resistencia, tu conquista, el primer beso,
las caricias, el miedo, el vértigo,
descubrirte, descubrirme, entregarnos.
La indecisión, mis miedos, mi huida,
la persecución, la captura, quedarme.
Las ceibas, el cielo, las nutrias,
las aves, las nubes, los planes,
los besos, esconderse, ocultarse, seguir huyendo.
Las interpretaciones, las traiciones, los silencios,
los vacíos, el frío, la distancia,
mi confusión, tu lejanía, las pesadillas,
el dolor, el vino, los cigarros, el llanto,
los lugares comunes, los abrazos rotos, los besos caídos,
las preguntas que no haré,
los teléfonos que no sonarán,
las especulaciones,
los círculos en los que corro alrededor de tu nombre.
La insuperable luna, las telarañas, las miserias,
la tristeza, la ropa en el suelo, las insistentes lágrimas,
las evocaciones, las equivocaciones, las intuiciones,
este adiós que no termina de pronunciarse…
la pérdida, la resignación, la rebeldía,
la humildad, la soberbia, la tranquilidad, la ira,
tu aroma que me asalta cuando respiro profundo, el recuerdo.
El mañana, el abismo, el misterio,
tu ausencia, la deriva, la despedida,
el amor… esa trampa.
Otro ejemplo de este tipo de poemas en donde el Poeta construye narraciones sólo en base a palabras de una sola categoría gramatical puede ser el texto Naipes en Sepia de la autora venezolana Sylvia Sabogal, en donde se aprecia cómo la escritora construye una historia de amor en base a una secuencia de sustantivos, sin necesidad de conectores, adjetivos o adverbios, haciendo sólo uso de sintagmas nominales que se suceden uno a otro revelando ante el lector una historia de encuentro y desencuentro, marcada por la decepción, la angustia y la rabia de saberse engañada.
Imagen: pixabay.com