Dentro de la gran variedad de frutas que existen, se conoce con el nombre de Uva al fruto de la vid, planta conocida en algunas ocasiones también como viñedo. Esta fruta se caracteriza por crecer en forma de racimos, constituyendo un fruto redondeado y pequeño, de sabor dulce.
Breve historia de la uva
De acuerdo a lo que indican las diferentes fuentes históricas, el cultivo de la uva puede ubicarse ya en el período Neolítico, de cuyo rastro han encontrado huella los arqueólogos, específicamente en regiones de Suiza, Italia e incluso el antiguo Egipto, en donde han sido halladas en tumbas faraónicas. No obstante, estos mismos investigadores han señalado que el origen geográfico de la uva puede encontrarse a orillas del Mar Caspio, desde donde empezó a comercializarse con las distintas regiones de Europa. Sin embargo, los responsables de expandir la uva por todo el territorio europeo, así como los productos hechos en base a ella, como el vino, fueron los romanos. Así mismo, su llegada a América se dio de la mano de los españoles, durante el proceso de la Conquista. Actualmente, existe una gran variedad de uvas, siendo cosechada prácticamente en los cinco continentes, siempre y cuando se cuente con el clima adecuado: el mediterráneo.
Propiedades curativas de la uva
Con respecto a sus propiedades, la uva se destaca en primer lugar por contar con grandes propiedades nutricionales, puesto que según señalan algunos expertos en la materia, las uvas pueden ser identificadas como una gran fuente de vitamina C, así también como vitamina A, E y algunas importantes vitaminas del complejo B (B6, B1, B2). Por otro lado, la uva contiene también gran cantidad de minerales, como por ejemplo el Potasio, el Calcio, el Sodio, Fósforo, Hierro y Calcio, por lo que su consumo puede traducirse en un importante aporte a la salud de los huesos. Igualmente, los nutricionistas han señalado cómo la uva contiene una gran cantidad de Flavanoides, Antioxidantes y Ácido Fólico.
Empero, cuando se trata de la uva, no sólo se puede hablar de sus grandes propiedades nutricionales, o de su exquisito sabor, puesto que este alimento de la naturaleza se constituye además como un fruto con grandes propiedades medicinales, entre las cuales se encuentran las siguientes:
Uva, un enemigo del colesterol
De acuerdo a lo que han señalado algunas fuentes naturistas, el fruto de la vid contiene una importante cantidad de pterostilbeno, elemento éste que presenta a su vez propiedades que ayudan al cuerpo a reducir sus niveles de colesterol malo. En este sentido, algunos especialistas en Medicina natural han indicado la importancia de aumentar –siempre y cuando el médico tratante lo permita- el consumo de esta fruta, cuando se necesite disminuir estos niveles. Así mismo, se ha señalado que quizás la mejor forma de consumir la uva con este fin, sea en forma de jugo.
Uva contra el herpes
Así mismo, algunas fuentes de Medicina naturista han indicado que la variedad de uvas rojas cuentan grandes propiedades antibacterianas, por lo que su jugo puede ayudar a combatir algunas infecciones o virus. De esta forma, el consumo de jugo de uva roja durante cuadros gripales puede resultar beneficioso. Sin embargo, uno de los usos más populares es el uso de esta fruta para tratar el herpes que puede salir en los labios, para esto bastará con tomar una uva, lavarla muy bien, cortarla por la mitad y frotarla contra la lesión cutánea, desechándola después. De acuerdo a lo que dictan las fuentes que recomiendan este método, esto ayudará al cuerpo a combatir la infección.
La uva ayuda a desaparecer el estreñimiento
Por otro lado, la uva –según señalan algunos manuales de Medicina natural- contiene también una gran cantidad de fibra en su piel, además de otros elementos que la convierten en el aliado perfecto a la hora de combatir un cuadro de estreñimiento. En este orden de ideas, la uva es tenida por la Medicina Natural como un laxante, por lo que acelera el tránsito intestinal, ayudando a la descongestión del cuerpo, y a su desintoxicación. Para usarla con este propósito, algunas fuentes aconsejan consumir un racimo pequeño (10 uvas aproximadamente) en ayunas. Así también, el jugo de uva –pero hecho con la piel- ayuda a este propósito.
Uva, una gran ayuda contra la migraña
Igualmente, los expertos en las propiedades curativas de la uva han indicado que esta fruta cuenta con la propiedad de dilatar los vasos sanguíneos, por lo que puede ayudar a restituir la normal circulación sanguínea en el cerebro, lo cual puede traducirse en una disminución considerable de la migraña. Así también, sus propiedades antiinflamatorias pueden usarse con este sentido. A fin de aprovechar esta propiedad, las fuentes que así lo recomiendan, indican que la mejor solución para terminar con la migraña es la ingesta de un jugo de uva maduro.
La uva, amiga del cerebro
Otro de los importantes elementos de que contiene la uva es el resvaratrol, sustancia que puede ser aprovechada en varias circunstancias. Por un lado, puede reducir de forma notable los niveles de péptidos beta-amiloide, lo que representa una alivio en la salud cerebral de los pacientes con Alzheimer, al tiempo que ayuda con su prevención. Así mismo, su gran cantidad de flavanoides y antoxidantes ayudan a regenerar los tejidos celulares, previniendo también la aparición de tumores y algunos tipos de cáncer.
Uva, aliado cosmético
Finalmente, algunas fuentes señalan también las grandes propiedades cosméticas con las que cuenta la uva, pues esta fruta presenta gran cantidad de fitoquímicos y agentes antioxidantes, que permiten la regeneración de la piel, la desintoxicación del cuerpo, ayudando a la piel además a evitar su envejecimiento y a permanecer protegida contra la incidencia de los rayos solares. De igual forma, la vitamina E y el ácido linoleico que contiene la uva, en especial el aceite extraído de sus semillas, puede ser ideal para detener la caída del cabello, siendo incluso un elemento ideal a la hora de combatir la caspa.
Imagen: pixabay.com