El Pensante

Pruebas de que nos conocimos en una vida pasada

El tema de las vidas pasadas es algo que lleva tratándose generación tras generación. Pero gracias al avance de las comunicaciones, hoy es posible reunir varias historias y testimonios en el mundo entero, así como conocer la opinión de los expertos. Así, se han hallado niños que aseguran recordar sus existencias anteriores.

Sintetizando los saberes universales sobre este respecto, veamos en seguida algunas de las “pruebas de que conocimos a alguien en una vida pasada”:

Se siente como si uno conociera a esa persona

Es una de las pruebas principales. Los budistas siempre han hablado de la inminente re encarnación de los seres humanos, animales y plantas y afirman que cuando uno siente conocer muy bien a una persona, pero solo la ha visto una o pocas veces, es una señal evidente de que ya se había tenido alguna clase de relación con esa alma, en otros cuerpos.

Señales por todas partes

Cosas extrañas suceden cuando uno se vuelve a encontrar con otro ser de otras existencias. Los sabios enseñan que vienen para cobrarnos alguna clase de karma que les debemos y viceversa. Esta clase de personas llegan de forma sorpresiva y por lo general, en momentos intensos de la vida, como en algún accidente, en un hospital, una emergencia, etc. Cuando se produce el encuentro, todo el paisaje y los detalles del ambiente, parecen decir algo.

Una conexión positiva inmediata

En algún momento de la vida, suele aparecer alguien muy compatible a uno, tanto en sentimientos, modos de pensar y de percibir el mundo. Eso genera un estado en el alma muy especial, que es como si la misma reconociera a esa persona y supiera por intuición que se trata de alguien muy importante en el pasado, cuando se tenía otro cuerpo físico.

Una reacción negativa inmediata

También puede suceder lo contrario. Uno no solo se encuentra con aquellos seres con los cuales compartió cosas positivas y buenos sentimientos, sino también con todos aquellos con quienes se tuvo problemas de toda índole, emociones encontradas y deudas pendientes.

Según las filosofías que coinciden en la noción de karma, estas personas son nuestros mejores maestros, porque vienen a enseñarnos lo que se siente hacer algo malo en específico a otros, pero vivirlo en carne propia, que se lo hagan a uno. Así se aprehende a no hacerlo a otros nuevamente y es la manera de enseñanza que tiene el universo.

Sólo basta una mirada

Cuando se trata de almas gemelas, una sola mirada entre los dos es suficiente como para encender todo un incendio de emociones extrañas y fuertes. Es como si al verle a los ojos, se sintiera que se ha vivido muchas cosas con esa persona. Hay quienes afirman que la mirada no cambia con la muerte y el nuevo nacimiento, al igual que la voz.

Una magia telepática

Otro rasgo muy característico de dos seres que se vuelven a encontrar en esta vida, es que hay una rara conexión telepática, como por ejemplo pensar a ese alguien y que de repente aparezca en la calle por la que vamos, o llame y se comunique de algún modo. Así mismo, es como si uno pudiera leerle la mente y saber qué está pensando.

Déjà vu

Esa rara sensación de creer que ya se había vivido una escena con alguien. Una mezcla extraña entre recuerdos de sueños y asociaciones físicas. La idea de la re encarnación de todas las culturas, siempre se ha basado en que cada existencia es la repetición de la misma vida con sus dramas, comedias y tragedias, con los mismos actores, sólo que más sus consecuencias.

Las almas gemelas

Las corrientes metafísicas afirman que cuando uno siente un amor sobrenatural por alguien, sintiendo que se es capaz incluso de dar la vida por esa persona, es una señal clara de que esa chispa viene de vidas pasadas y ha llegado el momento del gran re encuentro.

¿Qué se debe aprender?

Los maestros budistas recalcan la necesidad de aprehender de las relaciones que mantenemos con cada ser que se involucra en nuestro mundo, porque se está volviendo a repetir las escenas con ellos, donde afloran nuestros más variados errores y defectos psicológicos que ennegrecen el alma y si aprovechamos la interrelación con los demás para auto conocernos y perfeccionarnos, la vida tendrá los frutos necesarios para poder avanzar espiritualmente y en todo sentido.

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