Probablemente, en las últimas décadas, uno de los días más esperados por los compradores del mundo occidental industrializado sea el Black Friday, momento en el cual las empresas y tiendas bajan sus precios hasta el mínimo establecido, a fin de propiciar mayores compras, que les permitan vaciar sus vitrinas e incrementar sus capitales, de cara a la temporada navideña.
Fecha en la que se celebra
De esta forma, el Black Friday –el cual se originó inicialmente en Estados Unidos- comenzó a realizarse usualmente un día después del Día de Acción de Gracias, el cual tiene lugar cada cuarto jueves del mes de noviembre. Así las cosas, en Estados Unidos, una vez celebrado en familia el Día de Acción de Gracias, el cual da inicio a la temporada navideña, los compradores se preparan para poder obtener las mejores ofertas, lo cual en ocasiones implica medidas extremas, como grandes filas o incluso verdaderas estampidas humanas, una vez que los almacenes abren sus puertas, pues los precios que se manejan ese día en realidad no regresan nunca más, permitiendo que los consumidores realicen sus compras navideñas de forma bastante económica.
Breve historia del Black Friday
Por otro lado, en cuanto al origen como tal de este día comercial, las distintas fuentes coinciden en señalar que el Black Friday pudo tener su origen en Estados Unidos, alrededor del año 1960, cuando los grandes almacenes vieron la oportunidad de escoger un día del año, a fin de estimular a los compradores a llevarse la mercancía en existencia en la tienda, para así conseguir espacio donde colocar la nueva mercancía que se vendería en la temporada navideña, consiguiendo además una buena cantidad de dinero, cosa que no sucedería simplemente devolviendo al depósito la mercancía no navideña, mientras pasaba la temporada. En consecuencia, el Black Friday puede ser entendido también como una forma de incentivar la economía, en vísperas de Navidad.
Etimología del nombre
Así mismo, con respecto al significado y origen del nombre seleccionado para este evento, se pueden resaltar varios tópicos. En primer lugar, su nombre es traducido del inglés, literalmente, como “Viernes Negro”, por lo que su significado siempre es un asunto que despierta curiosidad en los usuarios. Al respecto varias fuentes han indicado que en realidad fue un término ideado por los fiscales de tránsito de Filadelfia, Estados Unidos, en el año 1961, pues era tal el caos de automóviles –en circulación y parqueados- que para estos profesionales del tránsito no resultaba nada alentador este viernes de ofertas. No obstante, existe otra interpretación, un poco más actual, la cual indica que en realidad el término Viernes Negro (Black Friday) tiene su raíz en la contabilidad de las empresas, quienes gracias a la gran cantidad de dinero que perciben, así como a la salida inmediata y masiva de mercancía pueden tener la oportunidad de convertir sus números rojos en negros, de ahí que se le llame a esta movida económica precisamente Viernes Negro
Críticas hacia el Black Friday
A pesar de ser una costumbre y práctica propia de los Estados Unidos, con el advenimiento de la globalización y el internet, la práctica del Black Friday se ha ido popularizando en otros países, como por ejemplo España, Panamá, Colombia, Chile, Perú y Argentina, entre otras naciones que poco a poco van viendo en este día la posibilidad de reactivar su economía y garantizar la venta de aquellos productos que no hayan tenido tanta salida durante el año.
Sin embargo, en el desarrollo del Black Friday no todo es color de rosas, encontrándose esta celebración unida a varios incidentes que pueden resultar incluso peligrosos para los asistentes. De esta manera, el Viernes Negro es característico también por enormes filas, algunas desarrolladas incluso durante toda la noche, así como un frenesí colectivo por obtener los productos deseados, lo que da lugar a estampidas, peleas entre los compradores, y en casos extremos agresiones de importancia, hechos que han sucedido sobre todo en las tiendas estadounidenses, siendo menos común en los países latinoamericanos, en donde el Black Friday también es bastante movido por internet, pues las tiendas virtuales hacen también ofertas considerables.
En consecuencia, son varias las voces en todo occidente que se han pronunciado contra esta celebración, por considerarla un llamado al consumismo, pues hay gente que asiste sólo porque los productos están económicos, no por necesidad genuina, al tiempo que se denuncia el comportamiento humano que dicha celebración estimula, haciendo que cada individuo vea en el otro a un posible competidor y en una amenaza hacia su objetivo, hecho que para nada viene a fomentar relaciones de solidaridad o fraternidad, justo antes de Navidad, por lo que para los principales críticos este día simplemente no debería existir, puesto que constituye un real engaño para el cliente. Por otro lado, para quienes lo apoyan, en realidad constituye la oportunidad de obtener productos que en días regulares jamás podrían alcanzar con su presupuesto.
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