De acuerdo a las diversas fuentes históricas, el Empalamiento puede ser definido como un modo o método de tortura y ejecución, el cual fue usado en la antigüedad, con el fin de propinar el máximo dolor posible a las víctimas, encarnadas por lo general por prisioneros de guerra, rebeldes que habían caído en cautiverio, criminales a los que se les quisiera castigar ejemplarmente, así como mujeres a las que se les acusaba o habían sido descubiertas cometiendo cautiverio.
¿En qué consistía el empalamiento?
Así mismo, algunos historiadores han distinguido dos tipos distintos de métodos de tortura, los cuales reciben igualmente el término de empalamiento. En este sentido, resultaría pertinente describir brevemente cada uno de ellos, a fin de poder entender globalmente las diferencias y semejanzas de este tipo de tortura y ejecución. A continuación, cada uno de ellos:
Cuando las víctima es colgada
En primer lugar, se usa el término de empalamiento a un tipo de ejecución, usada ampliamente por los fenicios, civilización de donde pasó a los griegos y romanos, en donde la víctima es clavada, por medio de clavos u estacas, a un palo, el cual se erige de forma vertical desde el piso, a fin de ser ejecutada sobre este soporte. Se cree que este método es el antecesor de la crucifixión, sólo que en este método los brazos de la víctima no eran extendidos horizontalmente, evolución que probablemente fue instaurada por el imperio romano.
Cuando la víctima es atravesada
Por otra parte, existe un método de tortura y ejecución en donde la víctima es atravesada por un palo, el cual perfora el cuerpo del ejecutado, bien sea por un costado, o por algunos de los orificios naturales del cuerpo como por ejemplo la boca, el recto o la vagina. Básicamente, esta forma de ejecución buscaba perforar a la víctima en algún lugar de su anatomía, por medio de un palo, erigiéndola igualmente de forma vertical, a fin de dejarla colgar, buscando la gravedad hiciera su trabajo, el cual daba como resultado una muerte lenta y sumamente dolorosa.
Igualmente, se cree este método de ejecución pudo haber surgido en el seno de la civilización Asiria, desde donde pasó a otras civilizaciones, como por ejemplo la Persia, en donde fue ampliamente practicado por el soberano Darío I, quien lo ejecutó contra los prisioneros de guerra, generados por el ataque contra Babilonia, hecho que resalta en la Historia, pues según rezan los anales, este rey persa pudo haber llegado a empalar a cerca de tres mil ciudadano de Babilonia.
Pese a las diferencias entre un método u otro, ambas técnicas coincidían en practicar ejecuciones públicas, en donde el cuerpo de la víctima y los castigos recibidos fueran fácilmente vistas por la multitud, pues además de tener como objetivo el propiciar al ejecutado la máxima cantidad de dolor posible, el empalamiento buscaba también constituirse como un castigo ejemplar, para que el resto de la población se abstuviera de cometer el mismo delito o falta de aquel que era ejecutado.
Término empalamiento
Con respecto al término usado en Español para describir esta forma de ejecución, los especialistas han indicado que básicamente la palabra “empalamiento” hace referencia al objeto con el cual se atraviesa el cuerpo de la víctima. En este sentido, también reseñan que aun cuando la forma tradicional de empalamiento se produce por medio de un palo o estaca de madera, fabricada con tal fin, de forma que se torna puntiaguda en uno de su extremos, para propiciar la penetración en el cuerpo de la víctima, en la actualidad también se usa el término “empalamiento” para hacer referencia a situaciones en donde alguna varilla metálica atraviesa el cuerpo de la víctima, bien si ha sucedido de forma accidental o si por el contrario ha sido ocasionado por parte de un agresor.
El empalador más famoso
Así mismo, los historiadores también han indicado cuál de todos los soberanos o civilizaciones fue la que más utilizó el método del empalamiento como forma de ejecución. En este sentido, el título del mayor empalador de la Historia ha sido otorgado a Vlad Tepes, soberano rumano, quien por su gran capacidad de crueldad, también es atribuida la leyenda del Conde Drácula. Según cuentan los anales de la historia, este soberano empaló a millares de personas, mientras ejerció los dominios de Valaquia, durante el siglo XV. Algunos relatos cuentan que en una oportunidad, Vlad “El Empalador” Tepes –como pasó a la historia- llegó a practicar esta forma de ejecución a 23 mil personas.
Sin embargo, la preferencia de este soberano sobre la técnica del empalamiento era tal, que incluso algunos historiadores han sugerido considerarla una verdadera obsesión. Este tipo de afirmaciones surgen a la luz de algunos relatos que indican cómo una vez que Vlad Tepes huyó de Velaquia para escapar de los turcos, fue puesto prisionero por diez años por el rey de Hungría, sin que el cautiverio le impidiera abandonar su práctica, pues según reportan los historiadores, se dice que Vlad Tepes arrancaba pedazos de madera del suelo de su celda, para usarlos como armas contra los insectos y roedores que habían en su celda, a los cuales empalaba, disfrutando su dolor. Una vez hubo recuperado su libertad y su mando sobre Velaquia, este rey rumano continúo con la práctica del empalamiento sobre todo aquel que cayera preso bajo su poder.
Imagen: wikipedia.org