Todos creemos tener muy en claro el concepto de país: conjunto numeroso de personas agrupadas políticamente bajo un Estado, que con una identidad común, son regidos por el mismo gobierno, idioma, economía y leyes, al tiempo que comparten una historia. Igualmente son reconocidos por otros países, con los cuales forman comunidades internacionales de interés común. Sin embargo no siempre es así. Un ejemplo de ello lo constituyen las micronaciones.
Se conoce con el nombre de micronación a la entidad conformada por un grupo pequeño de personas, en ocasiones hasta una familia o un solo individuo, radicado en un pequeño territorio (en ocasiones incluso virtual, es decir que solo existe en Internet) que sostiene ser una nación o estado independiente, aunque no cumpla con los estatutos de la Convención de Montevideo sobre los derechos y deberes de los Estados, hecho que sin embargo no los detiene para reclamar su reconocimiento ante las instancias internacionales y otros gobiernos del mundo no cuentan con ellos.
Incluso, a pesar de no cumplir todos y cada uno de los cuatro criterios básicos para ser reconocidos como Estado (Población permanente, territorio determinado, gobierno y capacidad de entrar en relación con los otros Estados) las micronaciones se valen precisamente del primer párrafo del artículo 3 de esta Convención para justificar su existencia, pues según lo expresado en ese artículo “la existencia política del Estado es independiente de su reconocimiento por los demás Estados”, a pesar de que sea precisamente eso lo que persiguen estas particulares entidades.
Igualmente, es importante señalar que las micronaciones deben diferenciarse de pequeños estados, así como de estados de reconocimiento limitado, los cuales sí cuentan con reconocimiento. De igual forma deben diferenciarse de aldeas alternativas, ecoaldeas o clanes que no buscan ser reconocidos como naciones, siendo la característica principal de las micronaciones el ferviente deseo de ser reconocidas como naciones soberanas e independientes por parte de la comunidad internacional.
En su deseo de ser legítimamente una nación como tal, existen micronaciones que expiden pasaportes, acuñan monedas y otorgan títulos y honores que sólo tienen validez y reconocimiento dentro de su territorio, pues al no ser reconocidos por organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidad (ONU) no se puede hablar de estados como tal, por lo que tanto sus sellos como documentos carecen de legalidad internacional, no siendo reconocidos por los otros Estados o países.
Su creciente incidencia en el último siglo originó términos como «micropatología», el cual designa al estudio académico de las micronaciones, así también como de gobiernos alternativos y microestados. De igual forma se conoce como “micronacionalismo” la afición o pasatiempo de crear micronaciones.
También es importante destacar algunos antecedentes históricos de este tipo de entidades. Para esto basta remontaste al Principado de Elba, creado sin consentimiento de sus habitantes en la isla del mismo nombre por Napoleón Bonaparte durante su exilio. Igualmente, en 1820, el reconocido explorador Gregor MacGregor creó sobre un pantano de la costa de Mosquitos un país ficticio al que llamó Poyais, declarándose cacique, con lo cual logró atraer y engañar a varios inversionistas ingleses.
No obstante, es en el siglo XIX cuando surgen las primeras micronaciones bajo la concepción de nación-estado y con aspiraciones de soberanía y reconocimiento. Un ejemplo de ello lo constituye el Reino de la Araucanía y la Patagonia creado en 1860 por Antoine de Tounens. Igualmente en el siglo XX, exactamente a partir de la década de los sesenta y setenta se conformaron varias micronaciones, como por ejemplo el Principado de Sealand, así como la Islas de las Rosas o la República de Minerva, la cual fue retomada posteriormente por Tonga tras su invación.
En los últimos tiempos los gobernantes de estas entidades se han valido de las nuevas tecnologías para promover la existencia de sus micronaciones, a fin de conseguir fama y reconocimiento, así como para la presentación de estas como destino turístico, el cual representa un ingreso considerable para estas micronaciones. De igual forma existen otras micronaciones creadas en Internet, pero que no constituyen un asunto serio, como aquellas ubicadas en territorios físicos que en realidad colocan todo su empeño en ser reconocidas oficialmente como naciones-estados por los otros Gobiernos del mundo.
Fuente de imagen: es.micronaciones.wikia.com