Las elusivas pruebas de sociedades antiguas
En general resulta muy complicado establecer con objetividad si existieron sociedades mucho más antiguas que las que conocemos. Las evidencias que indicaban la aparición de ciudades complejas en el Levante milenios antes de las primeras ciudades sumerias no se conocen sino desde hace pocas décadas: entre más antigua es una sociedad, más elusivas son las pruebas que han quedado de su existencia.
Por esta razón resulta complejo afirmar con total certeza que hubo (o no) sociedades complejas más antiguas que las que hoy conocemos: puede ser que nuevas evidencias arqueológicas nos vayan indicando, con el tiempo, que mucho de lo que dábamos por seguro no resultó ser verdad.
¿Las construcciones más antiguas del mundo en Indonesia?
Es por eso que es bueno tener un pensamiento abierto y considerar que algunos grupos (sedentarios o nómadas) podrían haber conseguido un cierto nivel de desarrollo incluso en hacia el milenio XV a. C. Un sitio arqueológico recientemente estudiado podría indicar que en Indonesia se encuentra la que seguramente sea la construcción megalítica más antigua del mundo.
Se trata de una zona bastante amplia conocida como Gunung Padang, ubicado en una colina (o eso se creía hasta el momento) a 850 metros sobre el nivel del mar. El área, en su totalidad, cubre unas 25 hectáreas, con una construcción central consistente en una serie de escalones en terraza que se elevan por unos 95 metros. Lo más interesante del asunto es que su modo de construcción es prácticamente idéntico al de Machu Picchu (aunque hasta el momento ningún académico se ha pronunciado sobre ésto).
Más allá de estos escalones (a los que volveremos más adelante) el sitio consiste en muchos pilares de roca basáltica ubicados en forma de figuras geométricas y, en ocasiones, con diseños que recuerdan ligeramente a Stonehenge. Al igual que muchas otras construcciones antiguas en regiones selváticas o tropicales, la naturaleza se había apropiado del lugar y era poco lo que quedaba a la luz cuando, en 1914, se le mencionó por primera vez en un documento académico occidental.
El sitio también fue olvidado por mucho tiempo: no fue hasta 1979 que el Centro de Arqueología Nacional de Indonesia comenzó a investigar con atención el lugar. En este momento se dataron algunas de las construcciones más superficiales en torno al año 4000 a. C., y aunque esto las convertía en un tesoro arqueológico incomparable del país, aún no parecían ser nada del otro mundo. Lamentablemente, las investigaciones no continuaron en este momento.
Una pirámide gigante
En el año 2011 el Dr. Natawidjaja y un equipo de investigación comenzaron a analizar con más detalle este campo arqueológico. De acuerdo con sus resultados, pudieron detectar que conforme se profundizaba en el suelo, los registros de Carbono 14 indicaban fechas más y más antiguas: a una profundidad de 90 metros, los restos de materia orgánica junto a la roca basáltica mostraban una antigüedad de hasta 20.000 años.
A partir de estas evidencias el equipo de trabajo comenzó a considerar la posibilidad de que lo que se pensaba era una colina fuese en verdad una construcción humana que se había realizado a lo largo de milenios. De acuerdo con la versión de este grupo, se trataría de una gigantesca pirámide de casi 100 metros de altura que sería la última (y antigua) reliquia de esta sociedad perdida.
Las críticas al descubrimiento
Como siempre, muchos académicos no están de acuerdo con las conclusiones de esta investigación y consideran que el equipo ha malinterpretado muchas de las evidencias arqueológicas. La crítica principal (que recuerda un poco el debate en Bosnia) afirma que no hay pruebas reales de que la colina sea construida por el hombre y que en verdad se trata de una montaña natural cuyas laderas fueron modificadas. Sin embargo, la crítica más importante es la falta de continuidad de la supuesta sociedad y su súbita desaparición. Por lo tanto vale la pena preguntarse: ¿si esta sociedad desapareció realmente, a dónde fue?
¿A dónde fueron los habitantes de Indonesia?
Gunung Padang no pudo existir en soledad. Seguramente otras sociedades complejas lo acompañaron, quizás incluso la mítica Atlántida de Platón que tanto han buscado los arqueólogos occidentales. Sin embargo, hasta el momento esta sociedad sería la única sobre la que tenemos pruebas fehacientes.
Pero, ¿a dónde fueron todas estas sociedades? ¿Por qué desaparecen del registro en la época de las glaciaciones? De acuerdo con un estudio de la Universidad de California Santa Bárbara, y con registros de muchos otros académicos, el periodo entre el 10.900 a. C. y el 9.600 a. C. se habría caracterizado por ser particularmente duro para las sociedades humanas: el rápido cambio climático habría ido de la mano con un posible impacto extraterrestre de carácter moderado… pero capaz de borrar de un plumazo la existencia de estas sociedades.
¿Qué tan lejos en el pasado podemos buscar pruebas?
En teoría, existen algunos límites a la existencia de estas sociedades. En general, es poco probable que una sociedad extremadamente desarrollada haya habitado en soledad en nuestro planeta, y también lo es que haya desaparecido del todo: normalmente al menos una parte de los conocimientos sobreviven a las peores catástrofes.
Esta es la crítica principal que se le hace a la existencia de sociedades como Gunung Padang o la Atlántida, las cuales en teoría habrían florecido antes de las glaciaciones. Sin embargo, un sector importante de personas considera que este conocimiento está errado y que las sociedades pueden desaparecer sin dejar rastros. De ser así, podrían existir sociedades aún más antiguas… quizás, centenares de miles de años en el pasado.
El siguiente capítulo hablaremos sobre lo que se sabe (y se cree) de estas misteriosas sociedades.
Parte 1
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