De acuerdo a algunos lingüistas, los refranes (dichos populares) son una de las manifestaciones más ricas del acervo cultural, por medio de las cuales las y los hablantes transmiten consejos y normas de generación a generación. En esta ocasión expondremos algunos de los dichos en español, más comunes el Latinoamérica, así como un breve comentario sobre algunas de las posibles interpretaciones que pueden dársele a cada uno de ellos.
Refranes de amor
Un clavo saca a otro clavo.
Tal vez uno de los dichos populares más comunes del español, coloca su acento sobre el momento en que un individuo se enfrenta frente al dolor de vivir en la ausencia de su enamorado. Para esto la sabiduría popular aconseja que la mejor forma es conseguir otro amor, el cual hará que la persona se olvide por completo de sus dolencias. No obstante, en la práctica esto no siempre es así, y por el contrario la mayoría de las veces es mejor simplemente vivir la etapa de duelo y esperar a que el dolor cese, y el corazón se sane antes de encontrar un nuevo amor, a fin de evitar hacernos más daño y dañar a otros.
Amor viejo, ni te olvido ni te dejo.
Cónsono con el refrán que reza que “quien fue marinero cuando ver el mar suspira”, este dicho hace referencia a la imposibilidad de olvidar completamente un antiguo amor, y por el contrario mantener viva la llama, a pesar de la distancia y el tiempo. Normalmente se acostumbra a decir en circunstancias donde dos personas que han compartido un largo amor vuelven a juntarse por alguna razón. Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta expresión y por el contrario mantienen firmemente su capacidad de olvido y de pasar la página.
Refranes sobre la prudencia y los chismes
En la duda, detén la lengua.
Este dicho popular hace referencia totalmente a la necesidad de no intervenir en una conversación de la cual no nos sentimos seguros o de emitir sentencias sin el debido conocimiento, pues podemos estar en riesgo de perjudicar a otros con nuestros comentarios, e incluso a nosotros mismos, pues un mal comentario puede generar chismes y mal entendidos que traigan como consecuencias pérdidas de amistad y hasta el daño a la reputación de los afectados.
Di tu secreto a tu amigo, y serás siempre cautivo.
En la misma sintonía del refrán popular que dicta que “uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice”, este dicho popular advierte que siempre seremos subordinados de nuestros confidentes, ya que contarle un secreto irrepetible a otra persona es quedar en dependencia de que esta lo pueda difundir en cualquier momento, y tal vez entre las personas menos indicadas. Así es mejor guardar los secretos nosotros mismo o en verdad estar muy seguros de a quién se los vamos a contar, a fin de evitarnos contratiempos.
En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso
En este sentido, este refrán alude a otra forma en la que el individuo puede caer en imprudencias: la mentira, que junto con el chisme y la mala elección de confidentes pueden llevarnos realmente a vivir situaciones nada apreciadas. Igualmente advierte sobre que asumir el hábito de decir mentiras conlleva a la creación de una fama de mentiroso, que hará que socialmente nuestra palabra esté constantemente en entredicho, sin conseguir que alguien en realidad quiera o pueda creernos.
Refranes sobre el deber
Después de cumplido el deber, el descanso es un placer.
Así también tenemos dichos populares que instan al individuo al cumplimiento de sus obligaciones. Por ejemplo, tenemos este refrán que apunta a la necesidad de asumir nuestros deberes, antes de disfrutar de nuestro descanso. De esta forma, este dicho popular refiere que sólo cuando se ha cumplido cabalmente con la tarea asignada, el individuo puede darse al descanso y al disfrute, de lo contrario podría vivir un gran sentimiento de ansiedad o descansar bien, pero siempre con un dejo de culpa por no haber cumplido con su deber.
Haz bien, sin mirar a quien.
En un intento por dar un consejo que sirva para fomentar la solidaridad y la cooperación entre los miembros de una misma sociedad, este refrán apunta hacia la necesidad que tenemos los individuos de hacernos bien los unos a otros, por el simple hecho de ser seres humanos. De hacerlo realmente estaríamos viviendo en un mundo mucho más humano, donde no habría miedo por el porvenir pues siempre habría personas que nos ayudarían, de la misma forma en que nosotros ayudaríamos a otros.
Si quieres buena fama, que no te dé el sol en la cama.
En la misma dirección del refrán que dice que “la esposa del rey no sólo debe ser honesta, sino aparentarlo” surge en la lengua popular este refrán que hace alusión directa a la fama de responsables o trabajadores que podemos llegar a tener y el cómo mantenerla, pues no bastará solo con serlo, sino que dependerá también de los hábitos que los otros puedan observar en nosotros, como por ejemplo el hecho de levantarnos temprano, pues casi siempre esta característica es asociada con las personas trabajadoras.
Fuente de imagen: taringa.net