En el ámbito de la Literatura inglesa de principios de siglo XX, se conoce con el nombre Hijos y amantes (Sons and Lovers, por su título en inglés) a un novela, nacida de la célebre pluma del escritor británico D.H. Lawrence, la cual fue publicada por primera vez en el año 1913, gracias al trabajo de la editorial Gerald Duckworth and Company.
Sobre la obra
De acuerdo a la Crítica, aun cuando Hijos y amantes constituyen en orden cronológico la tercera obra de Lawrence, en realidad es concebida como su primer gran éxito literario, así como la novela que lo consagraría como uno de los mejores narradores del siglo XX.
Irónicamente esto no fue así desde un principio, puesto que en sus primeros momentos, Hijos y amantes fue recibida incluso con cierta apatía, que en algunos casos rayó en el rechazo, motivado por el escándalo que produjeron algunas de sus escenas de pasión un poco subidas de tono para una época más bien conservadora.
Por consiguiente, su editor Edward Garnett no logró evitar el escándalo, aun cuando quitó al menos ochenta pasajes de la novela, la cual no fue publicada de forma íntegra, como la había concebido originalmente su autor sino hasta el año 1992. Sin embargo, hoy en día es considerada una obra maestra de la Literatura del siglo XX, e incluso ha sido señalada por la prestigiosa editorial Modern Library como una de las cien mejores novelas escritas durante esta centuria, otorgándole el puesto número nueve en su lista.
Con respecto al tema central de esta novela de D.H. Lawrence se puede decir que es el complejo de Edipo materializado en la pasión paralizante que siente una madre por sus hijos, la cual por su puesto no llega a materializarse físicamente, pero no impide que cada uno de los hijos deba pasar por la posesión de la madre, sentir la terrible tensión entre ella o el mundo, sufrir la ruptura a la que esta lo somete cuando conoce que el hijo ha conocido la pasión en brazos de otra mujer que sí puede poseerlo, e incluso correr una suerte fulminante: morir o quedarse sin la madre, por ser estas las dos únicas soluciones con las que cuenta este complejo, la única línea de fuga capaz de romper la tensión, y liberar a los involucrados pese a que no se realice el deseo.
La madre vampiro, que deja fluir su pasión y frustración sobre su hijo, anclándose a su cuello, manipulando con su amor de madre, guardándose su deseo oculto, y signando a su hijo a la soledad, en esta vida, o en la otra.
Resumen de Hijos y amantes
En segunda instancia, en cuanto a la trama específica de esta novela, básicamente se puede decir que esta se encuentra dividida en dos partes, cada una de las cuales aborda la relación pasional que sostiene una mujer con cada uno de sus hijos, a quienes ama tanto como hijos, y como amantes, pese a que jamás llega a realizarse una situación incestuosa con estos, lo cual no impide que absorba el tiempo, el amor, e incluso la vida de cada uno de ellos.
De esta manera, al momento de querer hacer un resumen sobre esta novela de D.H. Lawrence, quizás lo mejor sea abordar por separado cada una de las partes en las que se encuentra dividida esta obra, tal como se hará a continuación:
Parte I
Por consiguiente, la primera parte de la trama presentada por D.H. Lawrence en su novela Hijos y amantes presenta la historia de cómo Gertrude Coppard, una dama de sociedad conoce en un baile popular a un minero, del cual se enamora perdidamente, y con el cual se casa. Con el pasar tiempo, los problemas domésticos, provenientes del poco dinero que entra del sueldo de este hombre, así como de su carácter impulsivo y agresivo hacen que la relación fracase, y cada quien sigua con su vida, luego de aceptar que lo que han creído amor, en realidad era simple pasión pasajera.
No obstante, de tales años de pasión han quedado dos hijos, en los cuales Gertrude Coppard se refugiará con la misma fuerza. En primer lugar, amará con locura a su hijo mayor, William, quien por ende crecerá bastante apegado a su madre, desarrollando igualmente un Edipo, el cual nunca llega tampoco a declararse de esta manera.
Cuando William ya ha crecido decide independizarse, por lo que se muda a Londres, dejando a la amorosa madre sola. Incluso esta nueva vida lo ha llevado a conocer a una chica, de su clase, con la cual se ha comprometido, pese a no estar del todo complacido. Sin embargo, la lejanía con la madre, y este romance, desencadenan un momento de ruptura, materializado en la muerte de este joven, suceso que por supuesto deja devastada a la madre.
Parte II
Con respecto a la segunda parte, esta da inicio cuando Gertrude Coppard hace un alto en su sentimiento de luto, para atender a su hijo menor, Paul, quien ha caído en enfermo de una fuerte neumonía. En medio de la convalecencia de este joven muchacho, Gertrude se da cuenta de que también puede amar con locura a este hijo, por lo que entonces abre su corazón hacia él.
Por su parte, Paul, quien ha crecido viendo el amor infinito que tenía esta mujer con su hermano mayor William, al principio la rechaza, sin embargo esto es solo un recurso en defensa propia, puesto que en realidad él ama a su madre, incluso más que su hermano William, al punto de incluso desearla, sentimiento que por supuesto no explora ni deja que siga su curso.
Tal como su hermano, Paul comienza a sentir deseos de independizarse, e incluso de entablar una relación romántica. Es así como conoce primero a Miriam, después a Clara, mujeres por quien se sentirá interesados. De hecho, hacia Clara empezará a sentir algo realmente especial, sentimiento que hará que su madre despliegue una lucha callada por retener al hijo. Sin embargo, sabiendo que ha de perder decide morir, justo después de que el Paul ha decidido alejarse de Clara. En consecuencia, este muchacho queda solo y desamparado ante un mundo inhóspito, que de repente se ha salido de sus quicios, presentando una realidad descolocada en donde Paul no encuentra asidero ni entendimiento posibles.
Imagen: retrato de D.H. Lawrence, autor de Hijos y amantes / Fuente: wikimedia.org