Una de las fechas más universales, en todo el planeta, es la celebración del Año Nuevo, el cual en el caso del Año Occidental está destinado a celebrarse todos los 1 de enero, costumbre que proviene del Calendario Juliano, y que fue ratificada en 1582, por el Papa Gregorio XIII, cuando creó un nuevo calendario, el cual por consecuencia se denominó Calendario Gregoriano.
Significado de Año Nuevo
Aun cuando a nivel histórico, enero tenía un significado político para los emperadores romanos, pues era el mes en que los cónsules asumían el poder, agregándosele a partir de la Edad Media también un sentido religioso, en la actualidad, la gran mayoría del planeta sigue dándole importancia al Año Nuevo, a pesar de que ha cobrado un sentido más cronológico y familiar, que el que tenía en otras épocas.
De esta manera, el mundo occidental se reúne cada 31 de diciembre, para esperar en medio de celebraciones, familiares y amigos, la llegada del 1 de enero, momento en que la Alegría de haber sobrevivido un año más, todos juntos y en salud, colma los corazones de los presentes. Sin embargo, en ocasiones es la nostalgia la que toma la batuta de la celebración, pues la noche del 31 de diciembre y la llegada del 1 de enero despiertan también los recuerdos sobre los que se fueron o no pueden estar. Así mismo, la mayoría de la gente toma esta fecha como el fin de un ciclo, concentrándose en dejar en el pasado todo lo malo, a fin de escribir una nueva historia en una nueva página, por lo que los propósitos y deseos se dan cita, para erigirse como una promesa de Año Nuevo.
Rituales de Año Nuevo
En este sentido, a lo largo de los años, en torno a esta fecha han ido surgiendo también distintos rituales, por medio de los cuales las personas buscan enfocar sus deseos, enviarlos al universo y conseguir aquello que anhelan, deseos estos que de forma universal están ligados a conseguir el amor, alejar las malas energías, atraer la prosperidad, tener salud, entre otras conquistas humanas, que año a año se piden para la propia vida. Por consiguiente, resulta pertinente revisar de forma breve cuáles son algunos de estos rituales de Año Nuevo, que algunas fuentes esotéricas aconsejan, a fin de atraer la buena suerte, para iniciar un nuevo ciclo venturoso. A continuación, algunos de ellos:
Para limpiar los malos ratos
A pesar de que durante el transcurso del año se van sucediendo cosas buenas y cosas malas, en ocasiones al sacar cuentas, las personas concluyen que las cosas negativas ganaron delantera, catalogando al año que pasó como un año malo. En consecuencia, y en pro de no repetir la experiencia, acuden a ciertos rituales esotéricos, a fin de dejar atrás las malas experiencias y atraer sólo cosas buenas a su vida y a su nuevo año.
De esta forma, entre varios de los rituales que se aconsejan en este sentido, se encuentra aquel llamado Fuego Purificador, y que simplemente consiste en tomar una hoja de papel blanco, un lápiz o pluma de color verde, un velón de color verde (usado por estar asociado a la buena suerte), un plato de color verde y una cajita de fósforos. Reunidos todos los elementos, se deberá esperar a que sean las once de la noche del 31 de diciembre, momento en el cual se deberá buscar un espacio tranquilo, en donde se puedan anotar con la tinta o color verde, cada una de las cosas negativas que han ocurrido durante el año.
Hecho esto, se doblará el papel por la mitad, se enciende la vela y se procede a quemar el papel con su fuego. Mientras el papel se va consumiendo, se deja sobre el plato y mientras se observa, las fuentes esotéricas aconsejan repetir con gran convicción “fuego purificador, límpiame y libera”. Una vez consumido el papel, se recogen las cenizas con cuidado, y se tiran por la ventana, estando de espaldas a ella, no descuidando la propia seguridad. De acuerdo a quienes aconsejan estos métodos, este sencillo ritual es suficiente para limpiar las energías negativas.
Para atraer el dinero
Otra de las grandes preocupaciones durante la celebración del Año Nuevo es que la prosperidad tenida durante el año no desaparezca, y de haber sido precaria entonces que no continúe igual. Sea cual sea el caso, la mayoría de las fuentes coinciden en resaltar un elemento como el amuleto perfecto de Año Nuevo para atraer el dinero y la riqueza a la vida: la lenteja.
En este sentido, son varios los rituales de Año Nuevo en torno a este alimento, entre los que destacan por ejemplo recibir el año con un puñado de lentejas en la mano derecha, el cual debe ser depositado dentro de los bolsillos, mientras suenan las doce campanadas. Posteriormente, algunas fuentes aconsejan colocar estas lentejas en el fondo de una alcancía, a fin de ir haciendo un ahorro. En otras versiones, indican colocarlas en un recipiente de cristal, tipo pecera, a fin de colocarlo en algún lugar del hogar, en donde pueda impregnar con su sentido de prosperidad toda la casa. Así mismo, en algunas latitudes, también se estila que el plato principal de la cena de Año Nuevo, la cual debe consumirse en plena media noche, sean lentejas, a fin de simbolizar la incorporación de la Prosperidad en la vida.
Para que llegue el Amor
Además de las preocupaciones energéticas y materiales, otro gran dolor de cabeza, cuando de deseos se trata, es que llegue finalmente el amor, es decir, una pareja sentimental, o que por el contrario, aquella relación que se tiene se fortalezca y revitalice. En este sentido, varios son los rituales de Año Nuevo diseñados por los expertos esotéricos, destacándose por ejemplo aquel que aconseja reunir un cuarzo rosado, una copa de vino tinto y un pedazo circular de seda roja, a fin de esperar que sea un poco antes de la media noche, momento en el cual se toma el cuarzo, se coloca contra el corazón, se pide la pareja que se desea lo más específicamente posible o también lo que se desea de la persona con la que se comparte una relación.
Terminada la petición, se colocará el cuarzo dentro del vino, con el cual se brindará a las doce de la noche, tomando todo el contenido de la copa, con mucho cuidado de no tragar la piedra. Acto seguido se envuelve el cuarzo con la seda, y se coloca cerca del corazón, puede ser con ayuda de los bolsillos, y se carga hasta que el deseo se cumpla. Después de esto, se debe limpiar la piedra con sal marina, y dejarlo en un lugar de la casa, para que irradie su buena energía.
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