Un plebeyo tuvo la idea que lo cambiaria todo
Finalmente, fue gracias a Lucio Sicinio Veluto, un plebeyo de la ciudad, quien tuvo una idea brillante: toda la plebe acompañaría al ejercito fuera de Roma, la ciudad poco a poco se empezó a quedar vacía. Los patricios vieron atemorizados como la economía decaía y sus muros se veían desprotegidos, los nobles eran unos pocos mientras los plebeyos eran el corazón de Roma, quienes habían recurrido a la temida Secessio Plebis (recesión de la plebe).
Los salientes se establecieron a cinco kilómetros en un monte sagrado llamado el monte Sacro. El Senado temeroso que la plebe fundara su propia urbe, envió como negociador al excónsul Agripa Menenio Lanato, de quién se decía que su familia era de origen plebeyo.
Menenio consiguió un acuerdo que satisficiera a ambas partes: la condonación de las deudas, la creación de una nueva magistratura, la de los tribunos de la plebe, funcionarios elegibles entre los miembros del ordo plebeius y cuya misión consistía en defender los intereses de éste ante los cónsules patricios.
Se institucionalizó el concilium plebis (asamblea de plebeyos) que había comenzado sus funciones en el monte Sacro con dos ediles.
Muchas más Secessio Plebis
El primer conflicto no tuvo una solución rápida, fueron años de conversaciones y diálogos. Como podrán imaginarse la acumulación de problemas no permitió la eficacia de una salida fácil. Las consecuencias se reflejaron más adelante, pues los campos se vieron descuidados y la economía decayó, al punto que se tuvo que traer comida de otros territorios.
Se registraron otras cuatro Secessio Plebis, una de ellas a causa de como la ley era interpretada. Verán, para el año 450 se había instaurado una nueva magistratura, el decenvirato, compuesto por diez magistrados que sobreponían su autoridad a la de los cónsules, quienes seguían la tradición jurídica que hasta el momento se tenía, la oral, lo que se prestaba a que fuera interpretada de las maneras más convenientes.
Por este motivo la ley era interpretada subjetivamente y volvieron a surgir los conflictos entre patricios y plebeyos, los primeros siendo los más beneficiados debido a su clase. La situación produjo nuevos disturbios callejeros y la población dejó nuevamente Roma, se mandaron dos representantes a negociar obteniendo varios beneficios: reinstaurar a sus tribunos (magistrados) y el derecho de apelación, además de cambiar el sistema de interpretación de la ley.
El nacimiento de las XII Tablas
Ya hemos hablado en este portal de Las 12 Tablas: La Primer Ley de Roma, pero para recordarlo brevemente todas modificaciones exigidas por la plebe dieron como resultado las famosas leyes de las XII tablas, el primer registro de un compilado de leyes que servían para el buen funcionamiento de una ciudad.
Las tablas se convirtieron en la fuente del Derecho Romano: su objetivo principal era mostrar que todos los ciudadanos romanos eran iguales ante las leyes, sin importar su origen o clase. La aceptación de esa nueva legislatura fue un proceso lento, pues la mayoría de patricios se rehusaban a que la plebe fuera considerada como un igual a ellos y los que se atrevían a aceptarla, morían asesinados. Más adelante, gracias nuevamente a las Secessio Plebis, se habló de los plebiscitos,
Finalmente, los plebes y patricios estuvieron en igualdad de derechos tanto civiles y políticos: los primeros obtuvieron magistraturas, Senado incluido. El problema agrario se resolvió gracias a los territorios ganados en plenas conquistas, se abolió la ley de esclavización a los deudores y todo se convirtió en algo más equitativo.
Fuentes:
- https://www.labrujulaverde.com/2018/12/secessio-plebis-el-antecedente-romano-de-la-huelga-general-en-la-que-el-pueblo-abandonaba-la-ciudad
Imágenes: 1: wikipedia.org, 2 y 3: masterpubli.com
El poco poderío de Roma les dio una gran oportunidad
Antes de que se convirtiera en una maquina militar conquistadora, Roma pasó por muchas situaciones difíciles que obligaron a las fuerzas del ejército dejar desprotegido los campos mientras duraba la campaña. Esto llevaba a gran parte de la clase social, es decir, la plebe (quienes en su mayoría eran campesinos) a dejar abandonadas sus tierras.
Sin el instrumento de trabajo cerca, muchos se vieron sometidos al empobrecimiento, llegando en muchos casos a solicitar préstamos que eran imposibles de pagar y que obligaron a una gran cantidad de personas a pagar la deuda con su libertad, convirtiéndose en esclavos.
Los plebeyos exigieron a los nobles que si no se cambiaba la ley que los abocaba a la pobreza o esclavitud, no se unirían al ejército. El Senado les prometía los cambios necesarios, pero pasado el peligro se retomaban las viejas prácticas y la plebe perdía los derechos que creían haber ganado.
Soldados que perdían la casa, la tierra y la vida
En pleno Foro, un demacrado soldado narró a la multitud que en pleno combate con tribus enemigas vio cómo su finca era arrasada: todo lo trabajado por años lo perdió en instantes, el hambre y la necesidad lo obligaron a pedir un préstamo, pero los intereses eran demasiado altos y rehusándose a entregar la propiedad que había pertenecido tanto tiempo a su familia fue arrestado y llevado a prisión, donde fue castigado con latigazos.
La audiencia enardecida por la historia, exigió a los cónsules que se hiciera justicia por lo sucedido y así como siempre ha pasado en la política la obligación de calmar a la población cayó en las manos de otros, los senadores Apio y Servilio, quienes se enfrentaron cada uno exigiendo dos cosas diferentes: el primero reprimir las protestas y el segundo hacer alguna concesión.
Sevilio prometió inmunidad y seguridad a los bienes a todos aquellos hombres que sirvieran en filas, liberando a los condenados de sus deudas. Las palabras de los políticos calmaron los ánimos y cuando llegó la batalla con nuevas tribus, los romanos tuvieron éxito, pero todas las bellas palabras se la llevó el viento.
Deudores fueron arrestados en pleno Foro, nadie se alistó para la próxima campaña y se iniciaron varias protestas. El Senado creyó que la mejor forma era el reclutamiento forzoso. Sin embargo, fue un fracaso porque cuando se decía algún nombre del reclutado nadie salía y cuando se obligaba a alguien, era defendido por la misma comunidad.
El Senado desesperado por la invasión de las tribus enemigas, decidió recurrir a la figura del Dictador, que en este caso era usado en situaciones de crisis, el elegido fue: Manio Valerio Máximo, quien juró defender Roma y formó 10 legiones que regresaron victoriosas de la batalla.
La popularidad de Valerio se debía a que su hermano fue Publio Valerio, un importante Cónsul que instituyó la asamblea popular tras el derrocamiento de la monarquía en la primigenia Roma. Los soldados creyeron sinceramente que las cosas cambiarían a su regreso mas no fue así, todo siguió igual y ni la intervención del dictador sirvió,.Al final Manio renunció a su puesto y los soldados por orden del Senado salieron de la ciudad.
Un plebeyo tuvo la idea que lo cambiaria todo
Finalmente, fue gracias a Lucio Sicinio Veluto, un plebeyo de la ciudad, quien tuvo una idea brillante: toda la plebe acompañaría al ejercito fuera de Roma, la ciudad poco a poco se empezó a quedar vacía. Los patricios vieron atemorizados como la economía decaía y sus muros se veían desprotegidos, los nobles eran unos pocos mientras los plebeyos eran el corazón de Roma, quienes habían recurrido a la temida Secessio Plebis (recesión de la plebe).
Los salientes se establecieron a cinco kilómetros en un monte sagrado llamado el monte Sacro. El Senado temeroso que la plebe fundara su propia urbe, envió como negociador al excónsul Agripa Menenio Lanato, de quién se decía que su familia era de origen plebeyo.
Menenio consiguió un acuerdo que satisficiera a ambas partes: la condonación de las deudas, la creación de una nueva magistratura, la de los tribunos de la plebe, funcionarios elegibles entre los miembros del ordo plebeius y cuya misión consistía en defender los intereses de éste ante los cónsules patricios.
Se institucionalizó el concilium plebis (asamblea de plebeyos) que había comenzado sus funciones en el monte Sacro con dos ediles.
Muchas más Secessio Plebis
El primer conflicto no tuvo una solución rápida, fueron años de conversaciones y diálogos. Como podrán imaginarse la acumulación de problemas no permitió la eficacia de una salida fácil. Las consecuencias se reflejaron más adelante, pues los campos se vieron descuidados y la economía decayó, al punto que se tuvo que traer comida de otros territorios.
Se registraron otras cuatro Secessio Plebis, una de ellas a causa de como la ley era interpretada. Verán, para el año 450 se había instaurado una nueva magistratura, el decenvirato, compuesto por diez magistrados que sobreponían su autoridad a la de los cónsules, quienes seguían la tradición jurídica que hasta el momento se tenía, la oral, lo que se prestaba a que fuera interpretada de las maneras más convenientes.
Por este motivo la ley era interpretada subjetivamente y volvieron a surgir los conflictos entre patricios y plebeyos, los primeros siendo los más beneficiados debido a su clase. La situación produjo nuevos disturbios callejeros y la población dejó nuevamente Roma, se mandaron dos representantes a negociar obteniendo varios beneficios: reinstaurar a sus tribunos (magistrados) y el derecho de apelación, además de cambiar el sistema de interpretación de la ley.
El nacimiento de las XII Tablas
Ya hemos hablado en este portal de Las 12 Tablas: La Primer Ley de Roma, pero para recordarlo brevemente todas modificaciones exigidas por la plebe dieron como resultado las famosas leyes de las XII tablas, el primer registro de un compilado de leyes que servían para el buen funcionamiento de una ciudad.
Las tablas se convirtieron en la fuente del Derecho Romano: su objetivo principal era mostrar que todos los ciudadanos romanos eran iguales ante las leyes, sin importar su origen o clase. La aceptación de esa nueva legislatura fue un proceso lento, pues la mayoría de patricios se rehusaban a que la plebe fuera considerada como un igual a ellos y los que se atrevían a aceptarla, morían asesinados. Más adelante, gracias nuevamente a las Secessio Plebis, se habló de los plebiscitos,
Finalmente, los plebes y patricios estuvieron en igualdad de derechos tanto civiles y políticos: los primeros obtuvieron magistraturas, Senado incluido. El problema agrario se resolvió gracias a los territorios ganados en plenas conquistas, se abolió la ley de esclavización a los deudores y todo se convirtió en algo más equitativo.
Fuentes:
- https://www.labrujulaverde.com/2018/12/secessio-plebis-el-antecedente-romano-de-la-huelga-general-en-la-que-el-pueblo-abandonaba-la-ciudad
Imágenes: 1: wikipedia.org, 2 y 3: masterpubli.com
El poco poderío de Roma les dio una gran oportunidad
Antes de que se convirtiera en una maquina militar conquistadora, Roma pasó por muchas situaciones difíciles que obligaron a las fuerzas del ejército dejar desprotegido los campos mientras duraba la campaña. Esto llevaba a gran parte de la clase social, es decir, la plebe (quienes en su mayoría eran campesinos) a dejar abandonadas sus tierras.
Sin el instrumento de trabajo cerca, muchos se vieron sometidos al empobrecimiento, llegando en muchos casos a solicitar préstamos que eran imposibles de pagar y que obligaron a una gran cantidad de personas a pagar la deuda con su libertad, convirtiéndose en esclavos.
Los plebeyos exigieron a los nobles que si no se cambiaba la ley que los abocaba a la pobreza o esclavitud, no se unirían al ejército. El Senado les prometía los cambios necesarios, pero pasado el peligro se retomaban las viejas prácticas y la plebe perdía los derechos que creían haber ganado.
Soldados que perdían la casa, la tierra y la vida
En pleno Foro, un demacrado soldado narró a la multitud que en pleno combate con tribus enemigas vio cómo su finca era arrasada: todo lo trabajado por años lo perdió en instantes, el hambre y la necesidad lo obligaron a pedir un préstamo, pero los intereses eran demasiado altos y rehusándose a entregar la propiedad que había pertenecido tanto tiempo a su familia fue arrestado y llevado a prisión, donde fue castigado con latigazos.
La audiencia enardecida por la historia, exigió a los cónsules que se hiciera justicia por lo sucedido y así como siempre ha pasado en la política la obligación de calmar a la población cayó en las manos de otros, los senadores Apio y Servilio, quienes se enfrentaron cada uno exigiendo dos cosas diferentes: el primero reprimir las protestas y el segundo hacer alguna concesión.
Sevilio prometió inmunidad y seguridad a los bienes a todos aquellos hombres que sirvieran en filas, liberando a los condenados de sus deudas. Las palabras de los políticos calmaron los ánimos y cuando llegó la batalla con nuevas tribus, los romanos tuvieron éxito, pero todas las bellas palabras se la llevó el viento.
Deudores fueron arrestados en pleno Foro, nadie se alistó para la próxima campaña y se iniciaron varias protestas. El Senado creyó que la mejor forma era el reclutamiento forzoso. Sin embargo, fue un fracaso porque cuando se decía algún nombre del reclutado nadie salía y cuando se obligaba a alguien, era defendido por la misma comunidad.
El Senado desesperado por la invasión de las tribus enemigas, decidió recurrir a la figura del Dictador, que en este caso era usado en situaciones de crisis, el elegido fue: Manio Valerio Máximo, quien juró defender Roma y formó 10 legiones que regresaron victoriosas de la batalla.
La popularidad de Valerio se debía a que su hermano fue Publio Valerio, un importante Cónsul que instituyó la asamblea popular tras el derrocamiento de la monarquía en la primigenia Roma. Los soldados creyeron sinceramente que las cosas cambiarían a su regreso mas no fue así, todo siguió igual y ni la intervención del dictador sirvió,.Al final Manio renunció a su puesto y los soldados por orden del Senado salieron de la ciudad.
Un plebeyo tuvo la idea que lo cambiaria todo
Finalmente, fue gracias a Lucio Sicinio Veluto, un plebeyo de la ciudad, quien tuvo una idea brillante: toda la plebe acompañaría al ejercito fuera de Roma, la ciudad poco a poco se empezó a quedar vacía. Los patricios vieron atemorizados como la economía decaía y sus muros se veían desprotegidos, los nobles eran unos pocos mientras los plebeyos eran el corazón de Roma, quienes habían recurrido a la temida Secessio Plebis (recesión de la plebe).
Los salientes se establecieron a cinco kilómetros en un monte sagrado llamado el monte Sacro. El Senado temeroso que la plebe fundara su propia urbe, envió como negociador al excónsul Agripa Menenio Lanato, de quién se decía que su familia era de origen plebeyo.
Menenio consiguió un acuerdo que satisficiera a ambas partes: la condonación de las deudas, la creación de una nueva magistratura, la de los tribunos de la plebe, funcionarios elegibles entre los miembros del ordo plebeius y cuya misión consistía en defender los intereses de éste ante los cónsules patricios.
Se institucionalizó el concilium plebis (asamblea de plebeyos) que había comenzado sus funciones en el monte Sacro con dos ediles.
Muchas más Secessio Plebis
El primer conflicto no tuvo una solución rápida, fueron años de conversaciones y diálogos. Como podrán imaginarse la acumulación de problemas no permitió la eficacia de una salida fácil. Las consecuencias se reflejaron más adelante, pues los campos se vieron descuidados y la economía decayó, al punto que se tuvo que traer comida de otros territorios.
Se registraron otras cuatro Secessio Plebis, una de ellas a causa de como la ley era interpretada. Verán, para el año 450 se había instaurado una nueva magistratura, el decenvirato, compuesto por diez magistrados que sobreponían su autoridad a la de los cónsules, quienes seguían la tradición jurídica que hasta el momento se tenía, la oral, lo que se prestaba a que fuera interpretada de las maneras más convenientes.
Por este motivo la ley era interpretada subjetivamente y volvieron a surgir los conflictos entre patricios y plebeyos, los primeros siendo los más beneficiados debido a su clase. La situación produjo nuevos disturbios callejeros y la población dejó nuevamente Roma, se mandaron dos representantes a negociar obteniendo varios beneficios: reinstaurar a sus tribunos (magistrados) y el derecho de apelación, además de cambiar el sistema de interpretación de la ley.
El nacimiento de las XII Tablas
Ya hemos hablado en este portal de Las 12 Tablas: La Primer Ley de Roma, pero para recordarlo brevemente todas modificaciones exigidas por la plebe dieron como resultado las famosas leyes de las XII tablas, el primer registro de un compilado de leyes que servían para el buen funcionamiento de una ciudad.
Las tablas se convirtieron en la fuente del Derecho Romano: su objetivo principal era mostrar que todos los ciudadanos romanos eran iguales ante las leyes, sin importar su origen o clase. La aceptación de esa nueva legislatura fue un proceso lento, pues la mayoría de patricios se rehusaban a que la plebe fuera considerada como un igual a ellos y los que se atrevían a aceptarla, morían asesinados. Más adelante, gracias nuevamente a las Secessio Plebis, se habló de los plebiscitos,
Finalmente, los plebes y patricios estuvieron en igualdad de derechos tanto civiles y políticos: los primeros obtuvieron magistraturas, Senado incluido. El problema agrario se resolvió gracias a los territorios ganados en plenas conquistas, se abolió la ley de esclavización a los deudores y todo se convirtió en algo más equitativo.
Fuentes:
- https://www.labrujulaverde.com/2018/12/secessio-plebis-el-antecedente-romano-de-la-huelga-general-en-la-que-el-pueblo-abandonaba-la-ciudad
Imágenes: 1: wikipedia.org, 2 y 3: masterpubli.com