En esta carta podemos ver de frente a un hombre, vestido de rojo, el cual se encuentra sentado, sosteniendo con sus dos manos una moneda de Oro, en la cual se puede ver la inscripción de un pentáculo, señalado por los conocedores como símbolo del elemento Tierra, el cual también es representado por el palo Oro. Bajo sus pies, este hombre pisa con cada uno de ellos una moneda de oro, como si su brazos no le alcanzarán y tuviese que valerse de sus pies para atrapar aquellas monedas, y protegerlas de alguien que pudiese querer quitárselas. Así mismo sobre su cabeza posa una cuarta moneda, en donde también se puede observar el signo del pentáculo.

Para los expertos en simbología esta carta representa al hombre, que debido a las calamidades que ha vivido en su pasado, ha decidido ahorrar y recolectar para él lo más que pueda, no obstante en ese camino su corazón se ha vuelto avaricioso y ahora quiere quedarse con todo para él. Así mismo habla de un ser para lo que lo material se ha convertido en lo más importante. De esta manera está convencido que sólo lo económico es lo que da la felicidad y está dispuesto a atesorar su fortuna, con la cual se cubre como si de un escudo se tratara, pero siendo incapaz de cubrirse las espaldas de la ciudad que puede verse tras de él.

Significado

En cuanto a los planos concretos de la existencia esta carta también cuenta con significados específicos. Por ejemplo, en el ámbito laboral la presencia de esta carta habla de que el consultante cuenta con los talentos y conocimientos para triunfar en aquellos proyectos y retos que se le presenten a nivel laboral, solo que debe dedicarse y concentrarse en la aplicación de ellos, pues el talento sin práctica es igual a la idea sin acción. Así mismo habla de una etapa u oportunidad de liderazgo que surge en el entorno laboral, y que llenará de satisfacción al consultante, proveyéndole también de una buena suma de dinero.

En cuanto a la parte económica, la aparición de esta carta habla de las situaciones de precariedad por las que ha venido atravesando el consultante, lo que lo ha llevado a trabajar arduamente por acumular riquezas que le permitan no volver a vivir días de necesidad, no obstante no se puede obsesionar con la idea de la pobreza, pues la terminará atrayendo nuevamente a su vida. Por lo contrario debe concentrarse en los negocios, sabiendo que además la presencia del Cuatro de Oros le señala una buena racha donde tendrá muy buen ojo de dónde invertir su dinero, teniendo grandes ganancias, que vendrán a reforzar el patrimonio de su familia.

En el plano amoroso, el Cuatro de Oros habla también de la decisión por parte del consultante de hacerse una coraza que impida que otros lo dañen, como ha ocurrido anteriormente, no obstante por esa obsesión por protegerse puede estar dejando pasar la oportunidad de conocer a alguien con quien compartir su vida. No nos podemos proteger de sentir ni de vivir, no podemos encerrarnos en una caja de cristal para así no salir lastimados. Es hora de soltar el pasado y aceptar el futuro, así este implique el hecho de ser nuevamente vulnerable. Sin embargo – y por eso es importante analizar siempre las cartas en su contexto, es decir, leyéndola junto a las cartas con las que se acompañan- esta carta también puede revelar o estar hablando de la obsesión que tiene nuestro consultante hacia un amor no correspondido.

En lo personal, el Cuatro de Oros también puede dar cuenta de unos padres sobreprotectores, que por miedo a perder a sus hijos los someten a la asfixia, produciendo en sus hijos, precisamente aquello que quieren evitar, que se alejen, el no tenerlos. En este sentido se debe tener en cuenta que por mucho que nos cuidemos de las cosas, si están en nuestro destino pasarán, pues aunque la precaución es importante en la vida no se nos puede convertir en un pensamiento obsesivo.

Si aparece invertida

Al igual que todas las cartas del Tarot, el Cuatro de Oros también cuenta con un significado si en medio de una lectura llega a aparecer de cabeza, es decir invertida. En este caso pierde su sentido de avaricia y de acumular riquezas, para convertirse en exactamente lo contrario: el derroche. Así, un Cuatro de Oros invertido puede estar haciendo referencia directa al mal hábito de gastar sin prever el futuro, de endeudarse, de mal invertir el dinero, e incluso de gastarlo jugando, por lo que esta carta invertida también puede estar señalando situaciones de ludopatía.

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