La organización política de cada nación y del mundo es muy peculiar, sobre todo en algunos estados muy extraños como el que veremos en seguida que, a pesar de regirse bajo estándares democráticos, contar con su propia moneda,con entidades gubernamentales establecidas y relaciones importantes a nivel internacional, oficialmente no figura en el planeta.
Veamos la historia de Somalilandia: el país que no existe:
Somalilandia, una nación africana de carácter independiente, localizada en el costado oriental del continente. Sólo hasta en el año 1960, logró desligarse del Imperio Británico, que mantuvo su yugo y dominio de estas tierras durante mucho tiempo. Tan pronto lo hizo, se unió con la parte de Somalilandia que se independizó de Italia y en ese momento se constituyó Somalia, cuya capital se denominó Mogadisco.
Graves crisis económicas y guerras civiles
Desde los 60’s hasta los 90’s, Somalia atravesó graves crisis económicas, que conllevaron a que se consolidara una guerrilla alzada en armas en 1987 y gracias a sus certeros golpes al estado somalí, en menos de tres años obtuvieron la independencia de Somalilandia de Somalia, en 1991. Desde entonces, se estableció como Somalilandia y su capital Hargeisa.
En la actualidad, la economía de este nuevo país, sin importar que hasta ahora se halla en su etapa de desarrollo, es mucho más sólido y productivo que la de todo Somalia.
La fuerza revolucionaria que se generó a raíz de la independencia de Somalilandia, condujo a que se ocasionaran otras secesiones que llevaron a la creación de “países autónomos autoproclamados”, que no precisamente se aislaron del estado somalí, sino que se preservan como estados autónomos como en el caso de Jubalandia y Puntlandia.
Esta nación que existe, pero a la vez no, tiene su propia divisa y una constitución política detallada y debidamente establecida, en la que se ordena un gobierno democrático multipartidista y sus elecciones han sido asistidas por observadores de varios países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Kenia, entre otros, determinando que hasta el momento, todo se ha desarrollado de manera justa y libre.
Y muy a pesar de todo esto, Somalilandia, país soberano e independiente, no es reconocido oficialmente por ninguna nación del mundo. Es más, la economía que hasta ahora se halla en su pleno desarrollo, es muchísimo más estable y sólida que la de los demás territorios de Somalia.
Su divisa propia se denomina el chelín somalilandés, que a su vez mantiene una estricta regulación por parte del Bank of Somaliland. Pero a causa de que nadie reconozca a ese país como tal, esa moneda no ha podido contar con una tasa de cambio apropiada para promover y fortalecer el comercio, basado en la exportación de cereales y ganado a Etiopía y todo Oriente Medio.
Tiene mejores finanzas que la misma Somalia
Se han efectuado rigurosos estudios en Somalilandia, de la gran cantidad de gas y petróleo que yacen en esa región, por eso se vieron motivados a excavar un gran número de pozos. Pero ni si quiera por ello, las multinacionales mineras han podido ingresar al país a extractar los combustibles, puesto que no ha recibido reconocimiento internacional de su independencia y soberanía.
Algunos analistas y expertos consideran que el motivo de mayor peso, para que la comunidad internacional no le otorgue oficialidad al estado somalilandés, es porque primeramente no se cuenta con la licencia de la “Organización para la Unidad Africana”, que desde su conformación se impuso que las fronteras coloniales africanas, por ningún motivo deberían volver a ser redibujadas.
No obstante, esa ley principal se ha quebrantado en dos oportunidades, en menos de medio siglo, como por ejemplo al aceptar la independencia de Eritrea, en 1993 y de la “República Árabe Saharaui Democrática”, en el año 1984.
Es el país que “existe sin existir”, en medio de una nación que fracasó y donde todo este tiempo ha reinado la violencia del extremismo religioso, la delincuencia y la anarquía. Pocos visitan este lugar, aunque tenga un ejército, una bandera, una divisa y todos los requisitos para ser una nación oficial. Pero el peligro es grande y hay escenarios de mucha pobreza y miseria.
Somalia y Somalilandia son lugares de mucha pobreza también. Su moneda está demasiado devaluada, pues un dólar equivale a más de 5 mil chelines. La frontera es casi simbólica, pues no consta de más que una cuerda con dos palos. El calor del desierto arde abrazadoramente y el aire está lleno de polvo caliente.
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