El Pensante

Sonora durante la Revolución Mexicana

Imagen 1. Sonora durante la Revolución Mexicana

A diferencia de la guerra promovida por Pancho Villa, en Sonora las fuerzas tenían una distinción que las hizo más preparadas y más inteligentes para el suceso histórico. Desde un inicio, fueron apoyados por empresarios poderosos tanto de México como de Estados Unidos (los estadounidenses les vendían armas a estos caudillos y hasta un avión).

Ellos en sus incursiones, intentaban mantener cierto orden. Pagaban cumplidamente a sus soldados, que aunque no fueron tantos como los cien mil de Villa, eran más preparados, pues en mayor parte eran yaquis y colonos militares. Incluso varias fuerzas porfiristas se rindieron y pasaron a completar las filas de la División de Noroeste.

Tenían dichas fuerzas que seguir un estricto orden para que no saquearan los territorios. Intentaban mantener cierto estatus para que en el futuro sus demandas los hicieran más impecables para el nuevo gobierno. Pero no por ello vamos a pensar que no hicieron actos atroces. Fusilamientos y tomas de civiles se vieron en todas partes, pero eran más organizados.

Esto le valió a los generales principales ganarse la confianza de Carranza para enfrentar a las fuerzas subversivas que no legitimaban el gobierno constitucional del presidente que enfrentó a Zapata y a Villa.

Los tribunales militares y las leyes construidas en estos ejércitos de Sonora empezaron a generalizarse para todo el país. Con esto el caudillo Álvaro Obregón ganó fama no sólo de militar sino de reformador; sus principios legalistas y sus pedidos hacia Carranza quedarán marcados en la Constitución Mexicana de 1917, la que actualmente sigue vigente.

Programas sociales de los caudillos sonorenses

Imagen 2. Sonora durante la Revolución Mexicana
Álvaro Obregón

Todos sabemos que la victoria de las fuerzas obregonistas aliadas con EEUU y Victoriano Carranza, contra Villa marcaron el inicio de uno de los sueños de Porfirio Díaz: centralizar el poder en un estado fuerte. Pero también dieron la oportunidad de que se hicieran grandes reformas promovidas desde el Estado y ya no desde fuerzas independentistas o populistas.

El repartimiento de las tierras, también pasará por un proceso que benefició Obregón. La demanda de Zapata la interiorizó Obregón y la llevó a construir Sociedades Agrícolas en el Norte del País y además construyó instituciones crediticias como la Sociedad Agrícola Cooperativa Limitada que prestaba dinero y beneficiaba la exportación de garbanzos a precios competitivos.

Claramente también intentó negociar con los yaquis sus tierras, aunque siempre existieron enemigos que no quisieron tomar en cuenta a estas poblaciones. Tendría que pasar varios años aún, para que un presidente legitimara los derechos de tierra y agua, pero el primer paso los dio este caudillo.

Repartimiento de tierra se llevaron en todo el país, aunque el proceso de Reforma Agraria sólo se llevaría hasta el gobierno de Lázaro Cardenas. Fueron estos los que llevaron el proceso a la Constitución.

La revolución le debe al norte de México la continuidad política y burocrática que el país mexicano tendría desde ahí hasta la posterioridad. Claramente el camino a lo largo de los años ha sido atravesado por varios eventos, pero es en parte lo que México le debe a la resistencia y coherencia sonorense.

Fuentes:

  1. Brading David (Comp.). Caudillos y campesinos en la Revolución Mexicana, México;FCE, 1980
  2. https://sonorastar.com/2020/11/20/los-sonorenses-que-destacaron-durante-la-revolucion-mexicana/
  3. https://es.wikipedia.org/wiki/Huelga_de_Cananea

Imágenes: 1. sonorastar.com 2. www.biografiasyvidas.com 3. www.meganoticias.mx

Imagen 3. Sonora durante la Revolución Mexicana
Fuerzas represivas en Cananea, 1906

La situación de las haciendas en el Norte

Sabemos que con el final de la Revolución, el Sistema Hacendatario que provenía desde tiempos coloniales con pocos cambios se acabó. Durante el Porfiriato, varios amigos de Díaz seguían con grandes extensiones de tierra y producían especialmente para suplir las exportaciones agrícolas del país vecino.

Como la mano de obra era difícil adquirir en estos territorios desérticos, los hostiles yaquis (y otras poblaciones nativas) eran preservados y se les pagaba por trabajar en las épocas de cosecha, por lo cual el Estado Mexicano no los podía acabar, como siempre se soñó.

El norte era muy violento y no tenía nada que envidiar al genocidio que los estadounidenses hacían de los grupos indígenas durante el siglo XIX, aunque es cierto que las incursiones que los soldados y colonos mexicanos hacían en territorio yaqui eran aterradoras, por las muertes a niños y mujeres y quema de comunidades eran menores, también las incursiones de los yaquis eran terribles.

El sentimiento anti indígena pululaba en la sociedad y los únicos que les preservaban o “ayudaban” por una necesidad económica eran las haciendas que se hacían cada vez más poderosas a expensas de los colonos que combatían a los yaquis.

Había un odio muy grande en la región y una experiencia militar que se evidenció de manera nacional cuando Madero se levantó en armas contra el dictador.

En este vasto territorio, maestros de escuela, técnicos agropecuarios y ganaderos serían los caudillos que llevaran la batuta del cambio contra las fuerzas oficialistas. Luego de 1910, Plutarco Elias Calles, Álvaro Obregon y Adolfo de la Huerta, serían los principales generales de Madero en el Norte (junto con las fuerzas de Villa en Chihuahua).

La guerra institucional

Imagen 4. Sonora durante la Revolución Mexicana

A diferencia de la guerra promovida por Pancho Villa, en Sonora las fuerzas tenían una distinción que las hizo más preparadas y más inteligentes para el suceso histórico. Desde un inicio, fueron apoyados por empresarios poderosos tanto de México como de Estados Unidos (los estadounidenses les vendían armas a estos caudillos y hasta un avión).

Ellos en sus incursiones, intentaban mantener cierto orden. Pagaban cumplidamente a sus soldados, que aunque no fueron tantos como los cien mil de Villa, eran más preparados, pues en mayor parte eran yaquis y colonos militares. Incluso varias fuerzas porfiristas se rindieron y pasaron a completar las filas de la División de Noroeste.

Tenían dichas fuerzas que seguir un estricto orden para que no saquearan los territorios. Intentaban mantener cierto estatus para que en el futuro sus demandas los hicieran más impecables para el nuevo gobierno. Pero no por ello vamos a pensar que no hicieron actos atroces. Fusilamientos y tomas de civiles se vieron en todas partes, pero eran más organizados.

Esto le valió a los generales principales ganarse la confianza de Carranza para enfrentar a las fuerzas subversivas que no legitimaban el gobierno constitucional del presidente que enfrentó a Zapata y a Villa.

Los tribunales militares y las leyes construidas en estos ejércitos de Sonora empezaron a generalizarse para todo el país. Con esto el caudillo Álvaro Obregón ganó fama no sólo de militar sino de reformador; sus principios legalistas y sus pedidos hacia Carranza quedarán marcados en la Constitución Mexicana de 1917, la que actualmente sigue vigente.

Programas sociales de los caudillos sonorenses

Imagen 2. Sonora durante la Revolución Mexicana
Álvaro Obregón

Todos sabemos que la victoria de las fuerzas obregonistas aliadas con EEUU y Victoriano Carranza, contra Villa marcaron el inicio de uno de los sueños de Porfirio Díaz: centralizar el poder en un estado fuerte. Pero también dieron la oportunidad de que se hicieran grandes reformas promovidas desde el Estado y ya no desde fuerzas independentistas o populistas.

El repartimiento de las tierras, también pasará por un proceso que benefició Obregón. La demanda de Zapata la interiorizó Obregón y la llevó a construir Sociedades Agrícolas en el Norte del País y además construyó instituciones crediticias como la Sociedad Agrícola Cooperativa Limitada que prestaba dinero y beneficiaba la exportación de garbanzos a precios competitivos.

Claramente también intentó negociar con los yaquis sus tierras, aunque siempre existieron enemigos que no quisieron tomar en cuenta a estas poblaciones. Tendría que pasar varios años aún, para que un presidente legitimara los derechos de tierra y agua, pero el primer paso los dio este caudillo.

Repartimiento de tierra se llevaron en todo el país, aunque el proceso de Reforma Agraria sólo se llevaría hasta el gobierno de Lázaro Cardenas. Fueron estos los que llevaron el proceso a la Constitución.

La revolución le debe al norte de México la continuidad política y burocrática que el país mexicano tendría desde ahí hasta la posterioridad. Claramente el camino a lo largo de los años ha sido atravesado por varios eventos, pero es en parte lo que México le debe a la resistencia y coherencia sonorense.

Fuentes:

  1. Brading David (Comp.). Caudillos y campesinos en la Revolución Mexicana, México;FCE, 1980
  2. https://sonorastar.com/2020/11/20/los-sonorenses-que-destacaron-durante-la-revolucion-mexicana/
  3. https://es.wikipedia.org/wiki/Huelga_de_Cananea

Imágenes: 1. sonorastar.com 2. www.biografiasyvidas.com 3. www.meganoticias.mx

Imagen 6. Sonora durante la Revolución Mexicana
Madero en Sonora

Tradicionalmente en México, la Historia Oficial ha intentado remarcar la Revolución como un movimiento social, donde tienen cabida todos los protagonistas sociales (campesinos, obreros, burgueses e intelectuales). Se ha construido un imaginario de que la Revolución se hizo principalmente en busca de la “modernidad mexicana”.

Una parte de esto es cierto, aunque no cabe en dicha tesis la totalidad de hechos y paradigmas que explotaron en este periodo que oficialmente se ha datado de 1910 hasta 1917. La revolución se ha vuelto un tema que se explica principalmente por su sentido militarista y de protesta social de los sectores empobrecidos, lo que no es del todo cierto.

El norte de México, según el intelectual Hector Aguilar Camín, surge en este momento histórico como espacio diferenciado del Centro y el Sur de México, gracias a los caudillos que acercaron sus demandas a la idea de nación, intentando proteger y construir la identidad de lo que sería el “México Futuro”.

Aunque este enfoque “convergente”, no va de la mano con lo deseado por todos los caudillos insurgentes que se levantaron contra el oficialismo de Porfirio Díaz, los que “ganaron” fueron aquellos que estuvieron más comprometidos con la construcción de un país más centralizado y modernizado.

El plan desigual y antipopular de Porfirio

La búsqueda de Porfirio durante los años de la dictadura, se enfocó en hacer el país más modernizado y centralizado. Lo cierto es que en el norte, puso la primera red de ferrocarril para acercarlo a las instituciones públicas, especialmente para tener un mayor control militar. Aunque esto acarreó mayor desigualdad y clientelismo.

También muchas de las tierras que estaban en manos de los indios yaquis y mayos o en disputa entre estos nativos y los colonos militares que llevaban varias generaciones disputándose las mejores tierras del rio Bravo (y también del rio Mayo), fueron otorgadas a empresas de capital extranjero que no dudaron en arrasar y dejar en el olvido a los que ya estaban allá.

La tierra en este estado de México, Sonora, no es muy fértil. La riqueza agrícola sólo está a los lados de los ríos pero las minas empezaron a concesionarse y los obreros sufrieron horribles masacres como es el famoso testimonio de Cananea el 1 de junio de 1906, donde el ejército reprimió una protesta de mineros de cobre, junto con fuerzas estadounidenses.

Aunque oficialmente se ha dado la cifra de dos decenas de muertos, la verdad no se sabe el total real. Lo que hay que tomar en cuenta es que muchos fueron arrestados, se impuso una ley marcial y los derechos que pedían no fueron suplidos. El descontento popular estalló ahí.

Imagen 3. Sonora durante la Revolución Mexicana
Fuerzas represivas en Cananea, 1906

La situación de las haciendas en el Norte

Sabemos que con el final de la Revolución, el Sistema Hacendatario que provenía desde tiempos coloniales con pocos cambios se acabó. Durante el Porfiriato, varios amigos de Díaz seguían con grandes extensiones de tierra y producían especialmente para suplir las exportaciones agrícolas del país vecino.

Como la mano de obra era difícil adquirir en estos territorios desérticos, los hostiles yaquis (y otras poblaciones nativas) eran preservados y se les pagaba por trabajar en las épocas de cosecha, por lo cual el Estado Mexicano no los podía acabar, como siempre se soñó.

El norte era muy violento y no tenía nada que envidiar al genocidio que los estadounidenses hacían de los grupos indígenas durante el siglo XIX, aunque es cierto que las incursiones que los soldados y colonos mexicanos hacían en territorio yaqui eran aterradoras, por las muertes a niños y mujeres y quema de comunidades eran menores, también las incursiones de los yaquis eran terribles.

El sentimiento anti indígena pululaba en la sociedad y los únicos que les preservaban o “ayudaban” por una necesidad económica eran las haciendas que se hacían cada vez más poderosas a expensas de los colonos que combatían a los yaquis.

Había un odio muy grande en la región y una experiencia militar que se evidenció de manera nacional cuando Madero se levantó en armas contra el dictador.

En este vasto territorio, maestros de escuela, técnicos agropecuarios y ganaderos serían los caudillos que llevaran la batuta del cambio contra las fuerzas oficialistas. Luego de 1910, Plutarco Elias Calles, Álvaro Obregon y Adolfo de la Huerta, serían los principales generales de Madero en el Norte (junto con las fuerzas de Villa en Chihuahua).

La guerra institucional

Imagen 4. Sonora durante la Revolución Mexicana

A diferencia de la guerra promovida por Pancho Villa, en Sonora las fuerzas tenían una distinción que las hizo más preparadas y más inteligentes para el suceso histórico. Desde un inicio, fueron apoyados por empresarios poderosos tanto de México como de Estados Unidos (los estadounidenses les vendían armas a estos caudillos y hasta un avión).

Ellos en sus incursiones, intentaban mantener cierto orden. Pagaban cumplidamente a sus soldados, que aunque no fueron tantos como los cien mil de Villa, eran más preparados, pues en mayor parte eran yaquis y colonos militares. Incluso varias fuerzas porfiristas se rindieron y pasaron a completar las filas de la División de Noroeste.

Tenían dichas fuerzas que seguir un estricto orden para que no saquearan los territorios. Intentaban mantener cierto estatus para que en el futuro sus demandas los hicieran más impecables para el nuevo gobierno. Pero no por ello vamos a pensar que no hicieron actos atroces. Fusilamientos y tomas de civiles se vieron en todas partes, pero eran más organizados.

Esto le valió a los generales principales ganarse la confianza de Carranza para enfrentar a las fuerzas subversivas que no legitimaban el gobierno constitucional del presidente que enfrentó a Zapata y a Villa.

Los tribunales militares y las leyes construidas en estos ejércitos de Sonora empezaron a generalizarse para todo el país. Con esto el caudillo Álvaro Obregón ganó fama no sólo de militar sino de reformador; sus principios legalistas y sus pedidos hacia Carranza quedarán marcados en la Constitución Mexicana de 1917, la que actualmente sigue vigente.

Programas sociales de los caudillos sonorenses

Imagen 2. Sonora durante la Revolución Mexicana
Álvaro Obregón

Todos sabemos que la victoria de las fuerzas obregonistas aliadas con EEUU y Victoriano Carranza, contra Villa marcaron el inicio de uno de los sueños de Porfirio Díaz: centralizar el poder en un estado fuerte. Pero también dieron la oportunidad de que se hicieran grandes reformas promovidas desde el Estado y ya no desde fuerzas independentistas o populistas.

El repartimiento de las tierras, también pasará por un proceso que benefició Obregón. La demanda de Zapata la interiorizó Obregón y la llevó a construir Sociedades Agrícolas en el Norte del País y además construyó instituciones crediticias como la Sociedad Agrícola Cooperativa Limitada que prestaba dinero y beneficiaba la exportación de garbanzos a precios competitivos.

Claramente también intentó negociar con los yaquis sus tierras, aunque siempre existieron enemigos que no quisieron tomar en cuenta a estas poblaciones. Tendría que pasar varios años aún, para que un presidente legitimara los derechos de tierra y agua, pero el primer paso los dio este caudillo.

Repartimiento de tierra se llevaron en todo el país, aunque el proceso de Reforma Agraria sólo se llevaría hasta el gobierno de Lázaro Cardenas. Fueron estos los que llevaron el proceso a la Constitución.

La revolución le debe al norte de México la continuidad política y burocrática que el país mexicano tendría desde ahí hasta la posterioridad. Claramente el camino a lo largo de los años ha sido atravesado por varios eventos, pero es en parte lo que México le debe a la resistencia y coherencia sonorense.

Fuentes:

  1. Brading David (Comp.). Caudillos y campesinos en la Revolución Mexicana, México;FCE, 1980
  2. https://sonorastar.com/2020/11/20/los-sonorenses-que-destacaron-durante-la-revolucion-mexicana/
  3. https://es.wikipedia.org/wiki/Huelga_de_Cananea

Imágenes: 1. sonorastar.com 2. www.biografiasyvidas.com 3. www.meganoticias.mx

Un estado diferente

Imagen 6. Sonora durante la Revolución Mexicana
Madero en Sonora

Tradicionalmente en México, la Historia Oficial ha intentado remarcar la Revolución como un movimiento social, donde tienen cabida todos los protagonistas sociales (campesinos, obreros, burgueses e intelectuales). Se ha construido un imaginario de que la Revolución se hizo principalmente en busca de la “modernidad mexicana”.

Una parte de esto es cierto, aunque no cabe en dicha tesis la totalidad de hechos y paradigmas que explotaron en este periodo que oficialmente se ha datado de 1910 hasta 1917. La revolución se ha vuelto un tema que se explica principalmente por su sentido militarista y de protesta social de los sectores empobrecidos, lo que no es del todo cierto.

El norte de México, según el intelectual Hector Aguilar Camín, surge en este momento histórico como espacio diferenciado del Centro y el Sur de México, gracias a los caudillos que acercaron sus demandas a la idea de nación, intentando proteger y construir la identidad de lo que sería el “México Futuro”.

Aunque este enfoque “convergente”, no va de la mano con lo deseado por todos los caudillos insurgentes que se levantaron contra el oficialismo de Porfirio Díaz, los que “ganaron” fueron aquellos que estuvieron más comprometidos con la construcción de un país más centralizado y modernizado.

El plan desigual y antipopular de Porfirio

La búsqueda de Porfirio durante los años de la dictadura, se enfocó en hacer el país más modernizado y centralizado. Lo cierto es que en el norte, puso la primera red de ferrocarril para acercarlo a las instituciones públicas, especialmente para tener un mayor control militar. Aunque esto acarreó mayor desigualdad y clientelismo.

También muchas de las tierras que estaban en manos de los indios yaquis y mayos o en disputa entre estos nativos y los colonos militares que llevaban varias generaciones disputándose las mejores tierras del rio Bravo (y también del rio Mayo), fueron otorgadas a empresas de capital extranjero que no dudaron en arrasar y dejar en el olvido a los que ya estaban allá.

La tierra en este estado de México, Sonora, no es muy fértil. La riqueza agrícola sólo está a los lados de los ríos pero las minas empezaron a concesionarse y los obreros sufrieron horribles masacres como es el famoso testimonio de Cananea el 1 de junio de 1906, donde el ejército reprimió una protesta de mineros de cobre, junto con fuerzas estadounidenses.

Aunque oficialmente se ha dado la cifra de dos decenas de muertos, la verdad no se sabe el total real. Lo que hay que tomar en cuenta es que muchos fueron arrestados, se impuso una ley marcial y los derechos que pedían no fueron suplidos. El descontento popular estalló ahí.

Imagen 3. Sonora durante la Revolución Mexicana
Fuerzas represivas en Cananea, 1906

La situación de las haciendas en el Norte

Sabemos que con el final de la Revolución, el Sistema Hacendatario que provenía desde tiempos coloniales con pocos cambios se acabó. Durante el Porfiriato, varios amigos de Díaz seguían con grandes extensiones de tierra y producían especialmente para suplir las exportaciones agrícolas del país vecino.

Como la mano de obra era difícil adquirir en estos territorios desérticos, los hostiles yaquis (y otras poblaciones nativas) eran preservados y se les pagaba por trabajar en las épocas de cosecha, por lo cual el Estado Mexicano no los podía acabar, como siempre se soñó.

El norte era muy violento y no tenía nada que envidiar al genocidio que los estadounidenses hacían de los grupos indígenas durante el siglo XIX, aunque es cierto que las incursiones que los soldados y colonos mexicanos hacían en territorio yaqui eran aterradoras, por las muertes a niños y mujeres y quema de comunidades eran menores, también las incursiones de los yaquis eran terribles.

El sentimiento anti indígena pululaba en la sociedad y los únicos que les preservaban o “ayudaban” por una necesidad económica eran las haciendas que se hacían cada vez más poderosas a expensas de los colonos que combatían a los yaquis.

Había un odio muy grande en la región y una experiencia militar que se evidenció de manera nacional cuando Madero se levantó en armas contra el dictador.

En este vasto territorio, maestros de escuela, técnicos agropecuarios y ganaderos serían los caudillos que llevaran la batuta del cambio contra las fuerzas oficialistas. Luego de 1910, Plutarco Elias Calles, Álvaro Obregon y Adolfo de la Huerta, serían los principales generales de Madero en el Norte (junto con las fuerzas de Villa en Chihuahua).

La guerra institucional

Imagen 4. Sonora durante la Revolución Mexicana

A diferencia de la guerra promovida por Pancho Villa, en Sonora las fuerzas tenían una distinción que las hizo más preparadas y más inteligentes para el suceso histórico. Desde un inicio, fueron apoyados por empresarios poderosos tanto de México como de Estados Unidos (los estadounidenses les vendían armas a estos caudillos y hasta un avión).

Ellos en sus incursiones, intentaban mantener cierto orden. Pagaban cumplidamente a sus soldados, que aunque no fueron tantos como los cien mil de Villa, eran más preparados, pues en mayor parte eran yaquis y colonos militares. Incluso varias fuerzas porfiristas se rindieron y pasaron a completar las filas de la División de Noroeste.

Tenían dichas fuerzas que seguir un estricto orden para que no saquearan los territorios. Intentaban mantener cierto estatus para que en el futuro sus demandas los hicieran más impecables para el nuevo gobierno. Pero no por ello vamos a pensar que no hicieron actos atroces. Fusilamientos y tomas de civiles se vieron en todas partes, pero eran más organizados.

Esto le valió a los generales principales ganarse la confianza de Carranza para enfrentar a las fuerzas subversivas que no legitimaban el gobierno constitucional del presidente que enfrentó a Zapata y a Villa.

Los tribunales militares y las leyes construidas en estos ejércitos de Sonora empezaron a generalizarse para todo el país. Con esto el caudillo Álvaro Obregón ganó fama no sólo de militar sino de reformador; sus principios legalistas y sus pedidos hacia Carranza quedarán marcados en la Constitución Mexicana de 1917, la que actualmente sigue vigente.

Programas sociales de los caudillos sonorenses

Imagen 2. Sonora durante la Revolución Mexicana
Álvaro Obregón

Todos sabemos que la victoria de las fuerzas obregonistas aliadas con EEUU y Victoriano Carranza, contra Villa marcaron el inicio de uno de los sueños de Porfirio Díaz: centralizar el poder en un estado fuerte. Pero también dieron la oportunidad de que se hicieran grandes reformas promovidas desde el Estado y ya no desde fuerzas independentistas o populistas.

El repartimiento de las tierras, también pasará por un proceso que benefició Obregón. La demanda de Zapata la interiorizó Obregón y la llevó a construir Sociedades Agrícolas en el Norte del País y además construyó instituciones crediticias como la Sociedad Agrícola Cooperativa Limitada que prestaba dinero y beneficiaba la exportación de garbanzos a precios competitivos.

Claramente también intentó negociar con los yaquis sus tierras, aunque siempre existieron enemigos que no quisieron tomar en cuenta a estas poblaciones. Tendría que pasar varios años aún, para que un presidente legitimara los derechos de tierra y agua, pero el primer paso los dio este caudillo.

Repartimiento de tierra se llevaron en todo el país, aunque el proceso de Reforma Agraria sólo se llevaría hasta el gobierno de Lázaro Cardenas. Fueron estos los que llevaron el proceso a la Constitución.

La revolución le debe al norte de México la continuidad política y burocrática que el país mexicano tendría desde ahí hasta la posterioridad. Claramente el camino a lo largo de los años ha sido atravesado por varios eventos, pero es en parte lo que México le debe a la resistencia y coherencia sonorense.

Fuentes:

  1. Brading David (Comp.). Caudillos y campesinos en la Revolución Mexicana, México;FCE, 1980
  2. https://sonorastar.com/2020/11/20/los-sonorenses-que-destacaron-durante-la-revolucion-mexicana/
  3. https://es.wikipedia.org/wiki/Huelga_de_Cananea

Imágenes: 1. sonorastar.com 2. www.biografiasyvidas.com 3. www.meganoticias.mx