El Pensante

Sufijo -soma

Idiomas y lenguaje - marzo 29, 2018

Tal vez lo mejor, previo a abordar una explicación sobre la definición que da la Lingüística sobre el sufijo –soma, sea revisar de forma breve algunas definiciones, que permitirán entender esta partícula morfológica propia del Español, en su justo contexto.

Imagen 1. Sufijo -soma

Definiciones fundamentales

De esta manera, puede que lo mejor sea también enfocar esta revisión conceptual a tres nociones específicas: la primera de ellas, será el concepto mismo de Sufijos, pues esto permitirá cobrar conciencia sobre la naturaleza del morfema –soma. Así también, puede que sea necesario tener en cuenta las definiciones de Sufijos nominalizantes y Sufijos según su significado, por ser estas las categorías en donde la Morfología considera clasificado este sufijo. A continuación, cada uno de estos conceptos:

Sufijos

En este sentido, se puede comenzar por decir que la Lingüística ha definido los sufijos como aquellos morfemas de tipo tónico, que cumplen con la tarea de anexarse a determinados lexemas, siempre de forma posterior, para crear junto a ellos nuevas palabras. No obstante, esta disciplina también ha señalado que la razón detrás de este comportamiento, por parte de los sufijos, puede residir en dos distintos procesos morfológicos, explicados a su vez de la siguiente manera:

  • Flexión: en primer lugar, la Lingüística señala que existirá un grupo de sufijos, con capacidades flexivas, que se unirán de forma posterior a ciertos lexemas, con el propósito de generar alguna de las tantas formas que estos pueden asumir en la medida en que va dando respuesta a los diferentes accidentes gramaticales que le ofrece su entorno.
  • Derivación: así mismo, esta disciplina indica que puede encontrarse dentro de las Lenguas naturales un segundo grupo de sufijos, en donde en cambio se notan capacidades derivativas, puesto que estas partículas se unirán de forma posterior a determinados lexemas, con el fin de generar nuevas palabras, las cuales a su vez se distinguirán por contar con plena independencia, a nivel léxico y semántico, en relación con la palabra que les ha dado origen. De acuerdo a lo que señala la Morfología, en las Lenguas naturales, la derivación por sufijación es una de las fuentes de producción de palabras más activas, y las que más aportes realizan a estas lenguas.

Así también, la Morfología advierte sobre la importancia de señalar que los sufijos deben ser entendidos también como uno de los cinco distintos afijos que existen dentro de las Lenguas naturales. Por lo tanto, también pueden ser contados en este grupo junto a los prefijos, interfijos, infijos y circunfijos, de los cuales sin embargo se diferenciarán, más allá de que cada una de estas partículas cuentan con un punto exacto en donde se anexan a la palabra, por ser los sufijos los únicos afijos con la capacidad de inferir y modificar la categoría gramatical de la palabra a la cual se unen.

Sufijos nominalizantes

Por otro lado, también será importante lanzar luces sobre la definición que da la Lingüística sobre los Sufijos nominalizantes, los cuales serán entendidos como aquellos morfemas de tipo tónico, que se unen de forma posterior a ciertos lexemas, para generar nuevas e independientes palabras, que además podrán ser clasificadas gramaticalmente como sustantivos. En consecuencia, los sufijos nominalizantes serán los morfemas tónicos y derivativos, formadores de sustantivos.

No obstante, estos sufijos no crearán un solo tipo de sustantivo, sino que estos en ocasiones podrán ser clasificados según la categoría gramatical de la palabra a la cual se han unido, diferenciándose entonces entre Sustantivos denominales, Sustantivos deadjetivales y Sustantivos deverbales.

Sufijos según su origen

Conocidos también como Sufijos según su procedencia, estos sufijos han sido explicados por la Lingüística como aquellos morfemas tónicos, que además de unirse de forma posterior a determinados lexemas, a fin de crear nuevas partículas lingüísticas, cuentan con la característica de provenir directamente de una palabra o voz propia de alguna de las lenguas clásicas, como por ejemplo el Latín o el Griego.

Así mismo, en cuanto a estos sufijos, la Lingüística señala que estos coincidirán en su forma casi siempre con la voz en lengua clásica de la cual provienen, salvo algunas pequeñas modificaciones. Por otro lado, también cuentan con su propia carga semántica, la cual además de coincidir con la que posee la partícula de la que proviene, se une a la nueva forma creada, orientando su sentido.

Sufijo –soma

Una vez se han revisado cada uno de estos conceptos, puede que sea mucho más sencillo aproximarse a la definición que ofrece la Morfología del Español sobre el sufijo –soma, el cual es entendido entonces como un morfema tónico y derivativo, propio de esta lengua natural, que cumple con la función morfológica de anexarse de forma posterior a ciertos lexemas, con el fin de generar nuevas palabras, las cuales a su vez pueden ser entendidas como sustantivos. En consecuencia, la partícula -soma será un sufijo derivativo y nominalizante del Español.

Así mismo, este sufijo será identificado por la Morfología del Español como una Sufijos según su origen, puesto que se encuentra relacionado, etimológicamente hablando, de forma directa con la voz griega soma, la cual ha sido traducida literalmente como cuerpo.

Por ende, toda vez que en el Español se forma una palabra, a través de la unión del sufijo –soma y un lexema, se entenderá que la partícula creada cuenta en ella con el carga semántica referente a un “cuerpo”, el cual además casi siempre es de pequeño tamaño. El sufijo –soma, por tradición, es considerado un morfema propio del ámbito científico.

Ejemplos de uso del sufijo –soma

Sin embargo, puede que la forma más eficiente de completar una explicación sobre el sufijo –soma, sea a través de la exposición de algunos casos concretos, en donde se pueda ver cómo es usado este sufijo dentro del Español para generar nuevas palabras, propias del ámbito científico y relacionadas con el concepto de pequeños cuerpos o formas. A continuación, algunos de ellos:

Cromosoma: cuerpo pequeño que contiene los genes del cuerpo.

Liposoma: cuerpo pequeño e irregular formado por grasa.

Hemisoma: palabra con la que se nombran aquellos cuerpos cuya mitad cuenta con algún tipo de malformación.

Imagen: pixabay.com