De acuerdo a la definición aportada por la Real Academia Española de la Lengua, los minerales son un tipo de compuesto inorgánico, los cuales pueden encontrarse tanto en la superficie terrestre, así como en las diversas capas subterráneas. No obstante, el cuerpo humano necesita de su constante ingestión, ya que estas sustancias constituyen elementos primordiales para que el organismo realice distintas funciones químicas, físicas y biológicas.

Tipos de Minerales: Macrominerales y Oligoelementos

En este sentido, los médicos y nutricionistas han determinado, a través de distintos estudios, cuáles son las cantidades mínimas de minerales que necesita un adulto promedio, a fin de que su cuerpo pueda funcionar adecuadamente. No obstante, es importante destacas que los Minerales se encuentran divididos en dos grandes categorías: Macrominerales y Oligoelementos.

Por un lado los Microminarales son compuestos que el cuerpo extrae de las plantas y la carne animal, a través del proceso de digestión. Este tipo de mineral es vital para que el organismo realice importantes funciones como la contracción muscular, el equilibrio electrolítico, la trasmisión de impulsos nerviosos, la regulación de la glucosa en la sangre, el fortalecimiento de los huesos, entre otras. Algunos ejemplos de Macrominerales lo constituyen los siguientes elementos: Azufre, Calcio, Cloro, Sodio, Magnesio, Fósforo y Potasio. Los médicos aconsejan ingerir este tipo de minerales en grandes cantidades, considerándose que lo ideal es ingerir más de cien miligramos diarios de estos compuestos.

Por su parte los Oligoelementos son considerados bioelementos, debido a que están presentes en todos los seres vivos, aun cuando su presencia se dé en pequeñas cantidades. Se pueden obtener a través del consumo de las plantas, las cuales los absorben del suelo. No obstante, los científicos aconsejan no ingerir en demasía este tipo de compuestos, pues se ha determinado que tienen cualidades hepatóxicas, es decir que afectan al hígado. En este sentido, según los expertos, lo recomendable es consumir menos de cien miligramos al día de este tipo de elementos, pues su ausencia en nuestra dieta también puede acarrear grandes problemas a la salud. Entre los Oligoelementos se pueden contar los siguientes elementos: Cobalto, Cobre, Cromo, Flúor, Hierro, Manganeso, Molibdeno, Níquel, Selenio, Silicio, Yodo, Zinc.

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Fuente de imagen: nutricionaldescubierto.com