El budismo, más que una religión, es un modo de vida que instruye cómo llevarla con inteligencia, lo cual no afecta ni ataca ninguna creencia o doctrina de fe. Se basa en la comprensión de las causas del sufrimiento humano y a través de la reflexión de los aspectos trascendentales de la existencia, propone que es posible mejorar las condiciones personales de forma significativa. Presentamos: algunos tips budistas para vivir feliz:
Lista de cosas que se aman de la vida
En un primer ejercicio, esta filosofía oriental propone enlistar una serie de aspectos que más se disfrutan del día a día, sin importar si son detalles pequeños. Cuando ya se tiene la lista, la idea es enfocarse lo más posible en ellos y expandir el sentimiento de bienestar.
Alimentarse mejor
Aunque parezca un tema secundario para la postmodernidad, para estas corrientes espirituales de oriente resulta toda una prioridad elegir con consciencia la calidad de comida que se ingiere, pues de esta se extracta buena parte de la energía que necesitamos para cada día. Pero no sólo basta con una buena selección de los alimentos, sino también la forma de consumirlos: masticar concentradamente, sin pensar en otras cosas, en un estado tranquilo y despreocupado; disfrutando del sabor, de la textura y dándose un reposo pertinente luego de comer.
Ejercitar el cuerpo
Buda enseñó que todo en el universo es movimiento y que nada permanece estático, razón por la que conviene ejercitar el cuerpo con regularidad, para distensionar los músculos y disfrutar del estado de libertad que otorga el movimiento, en un equilibrio con la meditación y el silencio mental.
Tomar un baño de agua helada
Aunque una ducha caliente sirve para relajarse de vez en cuando, algunos científicos aseguran que de forma habitual produce fiebre interna, debilidad y dependencia. Pero las corrientes budistas enseñan que un baño de agua fría tiene mayores beneficios, sobre todo después de levantarse en la mañana, ya que se favorece la circulación, despeja la mente, potencia la vitalidad, la firmeza de la piel, combate la depresión y otorga salud y belleza al cabello.
Hablar menos y conversar más
El correcto diálogo mejora las relaciones interpersonales y consigo mismo. Los budistas valoran mucho el silencio en varios ámbitos, resaltando el que se produce en una conversación verdadera, donde se escucha sin prejuicios y conceptos a las demás personas, con plena atención, lo cual conlleva a comprender al interlocutor y una armonía plena con los semejantes. Aprehender a escuchar de ese modo, es un verdadero arte.
Tomar baños de sol
No sólo el budismo, sino todas las culturas sabias de la antigüedad, consideran que la energía del sol es sumamente necesaria para los seres vivos, en especial la que proporciona al amanecer y el atardecer. Recomiendan que 10 minutos expuesto al sol, con la mente relajada, es un símbolo de renacimiento, renovación, iluminación, paz interior, además de que da como resultado un cambio favorable en la salud psicológica y física. Es un acto de recargar energía pura y divinal.
Transformar las emociones negativas
Según indican estas enseñanzas milenarias, todas las enfermedades físicas provienen de los desórdenes psicológicos; de tal modo que por ejemplo, una emoción de ira repetitiva en el tiempo, puede ocasionar úlceras gástricas, problemas hepáticos, cardiovasculares, etc. Enseña que para transformar esos estados negativos, es necesaria la fuerza de voluntad para observarlos, comprenderlos y negarse a sentirlos.
Recto pensar, recto sentir, recto hablar y recto obrar
De acuerdo con la doctrina de Siddhartha Gautama, el Buda, la manera más sobresaliente de mejorar la vida es cumplir con esos cuatro rectos, que originarían causas benéficas y resultados maravillosos en la existencia de una persona, por ley de causa y efecto; implica una disciplina rigurosa en su cumplimiento. Pensar, sentir, hablar y obrar generarían las circunstancias.
Imagen: wikipedia.org