Un lugar maldito: la calle San Luis

Un lugar maldito: la calle San Luis

Los enigmas de la calle de San Luis

En el popular barrio de La Macarena de la capital hispalense  encuentra Sevilla su particular cita con el misterio. Saltó a la fama tras el programa radiofónico “Milenio 3” del compañero Iker Jiménez y desde entonces este caso conocido por muy pocos es una de las modernas historias de fantasmas y lugares malditos más conocido de toda España.

Sumergidos totalmente en la investigación en pleno año 2001 mi compañero y yo nos dispusimos a investigar esta historia con tantos tintes espectrales como dramáticos, con tanta vida como muerte… Las personas que habitan aquel barrio veían con recelo a estos dos cronistas de la actualidad y del misterio hacer preguntas y entrar en lugares “tabú” para todos los vecinos de la zona. Justo allá donde comienzan las nuevas edificaciones del barrio… Y es en uno de esos lugares donde tiene su origen esta asombrosa historia de fantasmas, apariciones y lugares encantados de nuestra actualidad diaria.

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Es la Calle San Luis un lugar con especial encanto para los sevillanos, dejada atrás la Basílica de La Macarena se entra en esta añeja calle donde se ubica la Iglesia de San Luis de los Franceses, antiguo colegio y hospicio sevillano, convento e incluso manicomio y sólo un recuerdo de la febril actividad que tuvo antaño en épocas más doradas para el conjunto arquitectónico,pero que hoy aún mantiene vestigios del pasado entre sus muros…

La investigación surge cuando los asustados vigilantes de seguridad de la obra de un solar, fruto del derribo de un antiguo colegio de la ONCE en la calle San Luis se niegan a hacer sus guardias y argumentan para ello extrañas sombras que habitan en el solar en obras. Conocedores de esta situación los obreros de dicho solar apoyan a sus compañeros de seguridad y comentan todas una serie de experiencias paranormales sucedidas en su lugar de trabajo y que hacían realmente difícil el desarrollar su actividad laboral…

Un lugar maldito: la calle San Luis

Los trabajos se paralizaron repentinamente cuando comenzaron a aparecer restos humanos en la obra aledaña al Convento-Hospicio de San Luis. Debido a los continuos e inexplicables retrasos, desaparición de componentes vitales para las maquinarias y miedo de los operarios a trabajar en el lugar esgrimiendo historias de desapariciones y apariciones de figuras fantasmales. Los primeros en notar que algo extraño ocurría en el solar fueron los perros que acompañaban a los guardas de la obra, estos animales se quedaban en actitud defensiva mirando fijamente a puntos indeterminados en ocasiones terriblemente agresivos y otras amedrentados, como si estuvieran viendo algo o “algo” asechara… Peor lo estaban pasando en esas fechas y en la actualidad los guardias de seguridad que ante tales fenómenos también tenían muchas experiencias personales que contar,así a  las pocas semanas de estar investigando este apasionante caso contactamos con J.L.G.M,vigilante de seguridad, que con un gran estado de ansiedad provocado por lo vivido en la obra, los recuerdos despertados con nuestra primera llamada nos iba a narrar su propia experiencia en el solar en obras: «Se hablaba de que allí ocurrían cosas raras y extrañas pero yo no echaba cuenta, creía que era para meter miedo a los que hacíamos el turno de noche, la verdad es que no me preocupaban los comentarios y estaba acompañado por la radio. A mi nunca me sucedió nada hasta que una noche la radio comenzó a hacer cosas raras, el dial digital no dejaba de ir de un lado a otro (los números digitales corriendo) hasta que se apagó y ya no ha funcionado más… En ese momento noté una «ola» fría, muy fría y una presencia, alguien o algo cerca de mi, me giré con la defensa en la mano pero no había nadie, eran las 3´30 h. de la mañana y sólo estaba yo y los focos de seguridad de la obra. Me incomodó pero todo se complicó cuando alguien comenzó a darme en el hombro como cuando te llaman…, pero allí no había nadie…, lo peor de aquella noche es que cuando aquella cosa dejó o se hartó de jugar conmigo pude ver como algo se alejaba pero sólo veía como se iban formando sus pisadas delante mía pero no al individuo que las provocaba…, es decir  y se que os parecerá increíble pero es verdad, como si un ser invisible las estuviera haciendo o provocando delante mía…» Nuestro testigo que relataba para “Más Allá” su experiencia no volvió a trabajar en el solar y de hecho causó baja de la empresa ante el miedo que le provocaba trabajar de noche solo… Su compañero J.T.R. se expresaba así sobre los incidentes en la obra: “no queríamos ir allí solos, sabíamos lo que ocurría y nos daba miedo pero… si sucedía algo iba a pasar dando igual que estuviéramos solos que acompañados. Una noche estando en la obra,sería principios de Enero sobre las 4´00 h., sentí como si estuvieran golpeando metal, era un sonido metálico, salí con la defensa en la mano y sólo vi que a los lejos (unos 20 metros)  estaban las herramientas amontonadas,pero eso era imposible ya que estaban colgadas bajo llave a unos quince metros de altura o más…. Me vi forzado a estar allí todo el resto de la noche ya que alguien, ¡qué iluso!, podría robarlas. Estando allí vi perfectamente como las herramientas se movían solas, no un movimiento exagerado, era leve pero se movían y alguien lo debía de estar provocando pero ese alguien no era de este mundo y mover una pala requiere fuerza… Pero si increíble fue vivir aquello, más lo fue otra noche en la que una voz me dijo claramente:» Pepe ven» y claro mi instinto fue el de ir…, y allí estaba… era una sombra, una silueta «humana» frente a mi que se reía y se esfumó…,no era ninguna broma, eran las 2´00 h. de la mañana y no había nadie, aquello era un volumen tenebroso…» J.R.T. nos contaba esta experiencia que había desenterrado del recuerdo entre sollozos y haciendo un increíble esfuerzo para sobreponerse del shock que le supuso.

Un lugar maldito: la calle San Luis

Otros compañeros de estos anteriores tuvieron experiencias similares y,de hecho, continuando con la investigación y consultados diferentes miembros de los cuerpos de seguridad que prestaban su servicio en el lugar nos confirmaron todos estos extremos así como la aterradora experiencia de otro compañero (testigo que no se quiere identificar) que nos narró como en la soledad de la noche llegó a ver un ser traslúcido vagando por la obra ante sus horrorizados ojos.

Pero tales acontecimientos de apariciones espectrales, ruidos, golpes, risas, compañías incordiantes y un sin fin de otros fenómenos análogos no estaban haciendo más que comenzar…,todo un completo catálogo de hechos paranormales que se iban a precipitar y continuar a lo largo del tiempo hasta nuestros días.

Poco tiempo después comenzaron a manifestarse todo tipo de fenómenos anormales, Manuel G. S.,comentaba especialmente para “Más Allá”, con recelo e incluso rememorando la inquietud vivida en aquellos días: «Fueron días interminables y la experiencia fue realmente alucinante,increíble… éramos testigos de como las herramientas se movían solas e incluso la maquinaria que por allí había se encendía y apagaba sin que nadie estuviera cerca…, el ambiente era extraño, estaba muy cargado, se mascaba el miedo y los nervios en el ambiente. Era curioso por que todos los compañeros y yo mismo notábamos una extraña presencia en la obra, es esa sensación de cuando te sientes vigilado pero por nadie…, como si nos siguieran, miraran o acompañaran, era algo aterrador, no trabajábamos a gusto, era muy extraño todo” . Su compañero Rafael D. prosigue el relato de aquellos acontecimientos mientras no paraba de fumar : «Había algo que nos volvía locos todas las mañanas y no era más que el ver todas las herramientas de la obra amontanadas en un lugar donde jamás se nos ocurriría ponerlas, como si alguien se hubiera entretenido en ponerlas allí en especial… pero ese nadie era invisible…pensarás que estoy loco. Creímos,la primera vez, que se trataba de una broma o una gamberrada de los seguratas, pero ocurría todas las noches y los chicos de seguridad ni se enteraban, algo raro estaba pasando allí y nadie sabía nada aunque todos pensábamos que era algo fantasmal, pero por miedo, nadie se atrevía a contarlo…,me pone muy nervioso hablar de aquello y siento que halláis desenterrado otra vez esa historia, somos muchos los que no lo queremos ni recordar…» nos reponía y reprochaba Rafael D. Otro compañero de trabajo proseguía le relato:» llegamos a meter todos los útiles en un arcón metálico especialmente diseñado para herramientas, atado con cadenas, cerrado bajo llave y candado colgándolo del gancho de la pluma (grúa) a unos quince metros de altura, el gruista se llevó la emisora de radio que activaba su funcionamiento. Allí era imposible que ningún gamberro hiciera nada y muchos menos que los de seguridad no se dieran cuenta ni oyeran nada…, a la mañana siguiente de nuevo las herramientas aparecieron amontonadas donde siempre… Al día siguiente se hizo lo mismo y nuevamente apareció todo igual, las herramientas en el mismo lugar amontonadas y el cofre totalmente cerrado a quince metros de altura… aquello parecía increíble, una broma de mal gusto, pero aquello nos estaba sucediendo, era real y nos ocurría a nosotros, algo estaba «jugando» con nosotros…» Manuel R. L. nos miraba consternado mientras repetía entre dientes :” No puede ser, no puede ser…”

Un lugar maldito: la calle San Luis

El lugar de la obra se encuentra en zona histórica sevillana, lugar de Historia y de rica arqueología, con estratos de diferentes épocas hasta el lejano periodo prerromano de la Hispalis con más rancio sabor ibérico. Un dato de interés se dio cuando en el transcurso de esas obras de infraestructuras aparecieron útiles y vasijas romanas, algunas de ellas con piezas humanas en su interior, muchos de estos restos fueron expoliados por aquellos que creían que podían sacar un ingreso extra de la venta de estos restos arqueológicos, otros por el mero hecho de tener un recuerdo antiguo en su casa… vestigios,tal vez, de un viejo cementerio romano y una inquietante tablilla en latín que rezaba: “No turbar la paz de este lugar”…por  desgracia encontrada cuando todo estaba esquilmado…
En la década de los 80 el grupo de investigación del investigador y psicólogo José Luis Hermida se adentró en la cripta de la Iglesia de San Luis para hacer pruebas psicofónicas y fotográficas con algún resultado positivo y de interés al mundo de la investigación paranormal. Con todo ello indicamos que la historia de los fantasmas de la Calle San Luis era algo conocido pero no divulgado entre los vecinos de La Macarena y los habitantes de Sevilla.

La investigación desveló algo más importante y fácil de corroborar: el lugar guarda una extraña y particular relación con la muerte, un sádico juego vida-muerte que ha dejado sus huellas en estos otrora tranquilos parajes del barrio macareno.

En plena investigación, sumergidos entre archivos, hemerotecas, y necrológicas ante nuestro ojos se descubre un macabro panorama de suicidios, crímenes y oscuras muertes que cubren al lugar de lo que nosotros denominamos como “lugar o circulo maldito” y no es una aseveración gratuita ya que allí, en San Luis, y su entorno ocurrieron hechos que dejaron perplejos a otros investigadores y expertos que pasaron por la zona.

En la década de los 80-90 comienza la historia negra de tan fatídico lugar, en su entorno se han producido una serie de hechos luctuosos que son mucho más que casuales…Sus cercanías durante la década de los 90 registró tres suicidios, dos de ellos provocados por personas con graves y extrañas depresiones que no encontraron más salida a sus problemas que la de arrebatarse aquello único que poseían: su vida.

La muerte o el suicidio de Manuel Cantelar fue especialmente crudento… nadie sabe las razones ciertas, sólo que era una persona triste y meditabunda que un buen día -o fatídico día- decidió la salida menos esperada  que cualquiera de sus amigos supondría para él… Comentaba a sus amigos y allegados que solía ver desde su azotea en el solar frente a su casa unas esferas o brumas luminosas de color verdosas fluorescentes que atravesaban la calle y entraban en su casa por las ventanas del bajo.., durante una charla comentó que “esas luces vienen a por mi y que nunca me cogerán con vida…”, tal vez durante un ataque de locura Manuel intentó liberarse de sus perseguidoras luces… Fue el final más terrible,haciendo hipótesis sobre su muerte fuentes oficiales argumentaron que,en un arrebato de locura tal vez provocado por esas extrañas visiones, Manuel buscó un cuchillo de caza,lo afiló, se lo apoyo en el esternón de su pecho, echó a correr contra la pared del pasillo de forma que con el tremendo golpe, atravesó limpiamente el pecho de Cantelar agotando la vida de su maltrecho corazón. Sin dudas una muerte violentísima que aún hoy se conserva en el recuerdo popular de los vecinos de la calle Mercurio. Hace ya un par de años y muchos comentan que es su alma la que jamás abandonó el barrio y que aún se la puede ver  certificando su cruel final. La noticia por como se produjo nuevamente saltó a los medios de comunicación y diarios sevillano creando una gran conmoción.

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Tampoco hemos de olvidar en esta crónica de la Sevilla más oculta el «cadáver del baúl». Apareció precisamente muy cerca de esta zona, una casa ya desaparecida por la rehabilitación de algunos trazados de nuevas calles, la plaza del Cronista lugar muy cercano y objeto de nuestra investigación.

Un buen día (según sus antiguos vecinos), el afeminado y acaudalado viajante sevillano se marchó, era -supuestamente- uno de sus tantos viajes de trabajo con la salvedad de que este no determinaba el tiempo de estancia, lugar ni tampoco incluía el billete de retorno. Sus sobrinos alertados por unos vecinos al ver que el tiempo pasaba y no aparecía se alarmaron y avisaron a la Policía sevillana. Cuando las fuerzas del orden se personaron en el inmueble, una vez registrado no hallaron nada anormal: la casa estaba perfectamente ordenada y colocada, parecía que su morador realmente estaba de viaje. A uno de los policías le llamó la atención un viejo baúl de muy buena calidad tanto en la madera como en su trabajo de carpintería, las manchas aceitosas del fondo le hizo abrirlo y apareció el desaparecido viajante.., el cuerpo sin vida y sobradamente descompuesto de D. Pelayo Roldán había aparecido…, su viaje no incluía su regreso y su muerte quedó guardada en las brumas del misterio, una tragedia tan extraña como enigmática.

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Por respeto a sus familiares sólo mencionaremos su inicial “M”, persona amable, afable de buen sentido del humor y cariñoso con todos sus vecinos, un hombre de negocios muy conocido, almacenista y vendedor con varias tiendas repartidas estratégicamente le daba bienestar y pocos problemas monetarios, vecino de la misma calle San Luis y frente al edificio del CAT, cuando enviudó necesitó de una asistenta que le mantenía su casa en perfecto orden y limpieza, pero en un momento de su vida, a este negociante las cosas comenzaron a turbarle hasta tal extremo que el delirio hizo acto de presencia mermando la capacidad de este buen hombre… Comenzó siendo testigo de burlas, gritos y gamberradas “de los niños y niñas del hospicio” decía: “Desde las ventanas frente a su casa los niños me tiran cosas a los balcones”,el turbado señor salía a la calle, a altas horas de la madrugada, gritando a los viandantes : ”Que alguien calle a los niños del hospicio que jugaban durante la noche en la calle… dan grandes saltos se encaraman en sus balcones y no le dejan dormir…” nos narraba emocionada una vecina del lugar. Tal fue la frustración de este hombre que a sus allegados volvió a repetir la patética frase del entorno de San Luis:” Estos a mi no me cogen vivo” y una mañana cuando su asistenta abrió la puerta del zaguán encontró una silla tumbada en el suelo,  unos pies colgando que seguidos hasta el final descubrió amarrado del cuello a “M”,que se había ahorcado sin causa aparente, digamos que este señor tampoco fue cogido vivo por esos entes que acechaban a los vecinos de la zona de San Luis. Lo curioso es que en el Convento-Hospicio hacía 25 años que no era ocupado por niños…,el edifico se mantuvo cerrado hasta que en los años 90 se reutilizó para la cede del Centro Andaluz de Teatro.

Los hechos se extienden también hasta el cercano CAT -Centro Andaluz de Teatro-, que nos ha servido de hilo conductor anteriormente, en la Calle San Luis y en este recinto,se ha registrado actividad paranormal que ha inquietado a sus alumnos, profesores y cuerpo de esta institución. Actualmente dedicado a la Producción de Montajes Teatrales, en otros tiempos también se dedicaba a la formación de actores y precisamente muchos han oído ruidos extraños, han visto luces y cuerpos luminosos moverse por el recinto, alaridos y extrañas apariciones y desapariciones de objetos ante los alucinados ojos de los vigilantes nocturnos. En concreto las zonas de más frenética actividad paranormal se registra en un pasillo en forma de “L” de unos doce metros de largo en el cual existe una entrada en forma de saliente a la cripta  cerrada por una vieja puerta de madera franqueada por una sólida verja de hierro. La segunda zona caliente la encontramos en los pasadizos existentes entre las taquillas o vestuarios que se comunicaban con el patio o aula de interpretación. En esta zona también se pudieron ver extrañas formas luminosas y lastimeros quejidos sin origen definido ya que en el lugar no había nadie excepto el efectivo del cuerpo de seguridad. Manuel Fernández, un alumno, nos cuenta su experiencia: «Era de noche, mes de Febrero, hacía frío y solo quedábamos algunos ensayando. Yo iba desde el patio de la cafetería hacía la zona de vestuarios, entonces me sacudió una terrible «ola» de frío  que fue muy perceptible y al fondo del pasillo pude ver una especie de humo  que avanzaba hacia mi y me atravesó, entonces todo volvió a ser normal… fue algo muy extraño… lo pasé muy mal». Vigilantes de seguridad y familiares nos comentan sus experiencias vividas en el CAT, así L.G. comentaba: “No se lo que allí habrá pero de este mundo no es…, los que cumplíamos servicio de noche en el edificio nos negábamos a trabajar solos, aquello era de locos…, ruidos extraños, quejidos lastimeros, llantos, fríos repentinos, risas…, bajar a la cripta era lo peor, cada vez que se abría la puerta e ibas para allá un quejido te helaba la sangre. Muchos estábamos de los nervios y no era raro que a medianoche un compañero pidiera el relevo de servicio por no aguantar más”. Se dice que como en el lugar se trabaja potenciando la sensibilidad de los jóvenes actores se les hace más sensibles a este tipo de  fenómenos.

Dentro del CAT localizamos otra zona respetada por los artista y personal del centro, se trata de una tétrica capilla utilizada para los montajes de pantomima y cuyo emplazamiento es famoso por los extraños ruidos que allí se producen, como dato anecdótico señalaremos que la decoración de la misma la componen cráneos y huesos humanos -reales o ficticios-.

Recientemente un súbdito francés fue tiroteado frente al comentado solar de la calle San Luis, sin motivo aparente, sin causa justificada y sin mediar palabra o robo, las balas acabaron con su vida, después de una larga agonía.., una nueva vida que se cobraba la leyenda negra del lugar. La noticia fue emitida por CANAL SUR TV y Radio, TVE y por los medios de comunicación sevillanos así como la totalidad de rotativos de esta ciudad.

Un lugar maldito: la calle San Luis

Incluso a uno de los componentes de esta investigación le sucedieron unas extrañas experiencias una noche en la que tras cubrir la noticia para el programa “Milenio 3” comenzó a sufrir una horrible pesadilla en la que una cara desconocida le repetía: “sólo es un aviso”… Una cara que repetida entre fuertes fiebres esa misma frase y sin conocer su identidad, días después, revisando las fotografías de los suicidas y muertos en este lugar descubrieron que pertenecía a Manuel Cantelar…

El último suceso lo presenta un hecho inquietante como lo fue la reciente grabación de un cortometraje en la cripta (ver fotos) y como sus protagonistas pudieron contemplar como unas manos invisibles agarraban y zarandeaban el micro-jirafa y ocasionaba ruidos que provocaron pavor entre sus componentes.., el corto necesitó de eliminar la banda de audio y volverla a grabar para evitar la gran cantidad de psicofonías que acompañaban la banda original del corto. ¿Qué era aquello? Nadie lo sabe pero Sara R. P., su directora, sólo atisbaba a decir que: “lo interferido en la banda de audio no era de este mundo”…

Se ha realizado diferentes pruebas psicofónicas, fotográficas e informáticas en el lugar con óptimos resultados pero a fecha de hoy aún se desconoce las causas concretas que provoca este fenómeno. Sólo se barajan algunas hipótesis de trabajo pero los hechos se siguen produciendo.

Los sucesos de la Calle San Luis se siguen hoy sucediendo y son sus vecinos los más afectados, los principales damnificados de estos sucesos paranormales que están  hostigando a este “apacible” barrio. Los fenómenos paranormales, la luctuosidad de la zona, su trayectoria histórica y arqueológica, la Iglesia de San Luis y los secretos que sus muros esconden forman un todo en el que lugar maldito y  fantasmas se funden en un todo que da lugar esta moderna historia de fantasmas en pleno barrio macareno. Si por la noche alguien acude a su cita con el misterio en este lugar no es raro que se lleve alguna experiencia que poder contar… El Misterio habita en Sevilla y en la Calle San Luis tiene uno de sus más activos y máximos exponentes.

Tejido por Merkator

Fuente:

Guía Secreta de Sevilla.

Bibliografía ►
El pensante.com (junio 20, 2011). Un lugar maldito: la calle San Luis. Recuperado de https://elpensante.com/un-lugar-maldito-la-calle-san-luis/