Probablemente la frase “sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento”, atribuida al antiguo médico griego Hipócrates sea una de las sentencias que más ha orientado e impulsado el desarrollo de la Medicina naturista.
Alimento igual a medicina
En ese sentido, desde finales del siglo XX, en occidente, se ha despertado toda una tendencia por descubrir de qué forma los alimentos pueden ayudar a mejorar los distintos problemas de salud, o simplemente evitarlos. Y es que aunque parezca sorprendente, el acelerado desarrollo tecnológico que la civilización industrializada occidental vivió durante el siglo XX parece que eclipsó un poco los saberes ancestrales que se tenían respecto a las propiedades naturales de algunos elementos. En la actualidad, el conocimiento al respecto sigue creciendo y recordándose desde la sabiduría de culturas milenarias de todas las latitudes, logrando por un lado que cada día el individuo tome mayor conciencia de lo que consume, y por otro la utilización de productos naturales, que pueden venir a tratar efectivamente una dolencia, sin causar terribles daños secundarios.
Alimentos como cosméticos
Justamente en ese último tópico se inserta la tendencia de utilizar algunos alimentos y elementos naturales como ingredientes de tratamientos de belleza, sustituyendo así muchos cosméticos, que más allá de su efectividad contienen algunos componentes que pueden resultar nocivos para la salud, como por ejemplo los parabenos, sustancias químicas sobre las cuales se ha venido construyendo un debate sobre su relación con la formación de tumores en el cuerpo, y que contienen muchas de las marcas comerciales más importantes de cremas estéticas y shampoo.
No obstante, gracias a la Medicina natural, se han podido descubrir una gran cantidad de elementos con los cuales se pueden sustituir cremas hidratantes, astringentes o rejuvenecedoras, que hacen que los tratamientos para la belleza sean mucho más seguros para la salud, e incluso muchísimo más económicos, puesto que al ser productos alimenticios, en realidad vienen costando entre uno de diez por ciento de lo que puede costar en el mercado un producto cosmético de belleza, sin contar con la practicidad de que probablemente siempre esté en la despensa de la casa, al alcance de la mano. En este sentido, resulta pertinente entonces exponer algunos ejemplos de elementos naturales y el uso que se le puede dar como cosmético, a fin de cubrir las distintas necesidades que puede tener la piel o el cabello en algún momento. A continuación, algunos de ellos:
Exfoliante seguro
Uno de los métodos de limpieza facial más recomendados en los últimos tiempos es la exfoliación, pues esta permite que las células muertas de la piel salgan de ella mucho más fácil, dejando al descubierto la piel nueva, que se caracteriza por ser suave y humectada. Al respecto hay numerosos productos en el mercada, pero en temas de cosmética natural algunos expertos han comenzado a señalar al café como el exfoliante natural por excelencia. De esta manera, sólo bastará con tomar una cucharadita de café molido (no instantáneo) agregar un poco de agua, a temperatura ambiente, y crear una pasta, que sea más café que agua, con la cual se masajeará el cutis, en forma circular. Se lavará el rostro con agua templada, y listo, la piel estará renovada y lista para que se le aplique un tónico y un hidratante.
Tónico facial natural
En los últimos tiempos, los cosmetólogos han venido haciendo énfasis en la importancia que tiene para la piel, en especial después de cierta edad, los tónicos faciales, pues estos regulan el pH del cuerpo, eliminan el exceso de grasa y evitan que la piel luzca flácida y cansada. Entre muchas de las opciones que ofrece la naturaleza, el vinagre de manzana parece erigirse como la mejor opción de tópico natural, pues además de ofrecer a la piel sus propiedades tonificantes, aplicado en el cuello puede ayudar a desaparecer esa fea verruguitas que a veces se producen por los cambios hormonales. Para usarlo como tonificante, sólo será necesario combinar una tapita de vinagre de manzana, por tres de agua, mezclar, y colocar la solución sobre la piel del rostro. De acuerdo a las distintas fuentes, el olor a vinagre desaparece rápidamente, y la piel queda tersa y saludable. Lo mejor es que el vinagre de manzana que se escoja para el tratamiento sea lo más natural posible, por ende lo mejor es que sea orgánico.
Hidratante natural
En cuanto a este proceso del cuidado de la piel, en especial del rostro, varias son las opciones. Por ejemplo, si se trata del cuidado facial semanal, se puede usar con toda libertad y a cambio de resultados excelentes, el aceite de coco, el cual simplemente debe adquirirse en alguna tienda de productos orgánicos, y aplicarse en la cara a temperatura ambiente, es decir, en su forma solidificada. Este producto someterá a la piel a una hidratación profunda, sólo que necesita de varias horas para ser totalmente absorbido, por lo que en primer lugar no debe aplicarse mucho; y en segunda instancia debe tomarse como un plan de fin de semana, o de cuando se disponga de tiempo.
Para un cabello brillante
Uno de los elementos del cuerpo humano que más cuidados demanda es el cabello, pues cualquier cambio en el ambiente, en la alimentación o en el metabolismo puede traer como consecuencias un deterioro de su salid. Al respecto varias son las opciones naturales que existen, de acuerdo al tipo de inconveniente que se quiera abordar o evitar. En cuanto al cabello opaco, la opción ideal parece ser la vodka, la cual pareciera tener las propiedades necesarias para devolverle el brillo a la melena. Para su uso se deberá simplemente, después del lavado habitual del cabello, mezclar una cucharada de vodka en una taza de agua, aplicar la mezcla en el cabello, dejar actuar por diez minutos y sacar con abundante agua. Según las fuentes que la recomienda, esta preparación dejará el cabello súper brillante y con un rico olor. También recomiendan repetirlo al menos una vez por semana, para mantener su efecto.
Para unos pies hidratados
Así mismo, el trabajo diario puede hacer que los pies sufran de maltrato, tornándose ásperos y resecos. Una solución natural ideal para este problema puede ser el aceite de oliva, el cual simplemente deberá ser colocado a temperatura ambiente sobre la piel de los pies, para cubrir de inmediato con medias o calcetines, a fin de conservar toda la sustancia, igualmente se debe evitar caminar durante unos minutos, por lo que esta técnica de belleza se recomienda generalmente para la noche, a fin que mientras se duerme, la piel de los pies retome su hidratación y suavidad.
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