Francisco de Almeida (Lisboa, Portugal, 1450 – Bahía de Table, 1 de marzo de 1510). Conocido también como Don Francisco el Grande, es un Noble, Líder militar y Explorador de origen portugués, quien en su vida temprana llegó a desempeñarse como consejero de confianza del rey Juan II de Portugal. Igualmente, destacó por su importante actuación contra los musulmanes, en la conquista de Granada, propulsada, en 1492, por los Reyes Católicos.
Como explorador, logró dirigir a su tripulación hacia la India, donde asestó duros y decisivos golpes a puertos musulmanes, consiguiendo así establecer importantes fortalezas portuguesas en el continente asiático. Igualmente es recordado históricamente por haber sido el Primer Virrey de Portugal en la India, y el predecesor de Alfonso de Albuquerque.
Vida temprana
Francisco de Almeida nació en el año 1450, en Lisboa, convirtiéndose en uno de los hijos del Primer Conde de Abrantes, Lopo de Almeida y su esposa Beatriz da Silva. De acuerdo a su posición social y económica, se crió en la corte del Rey Alfonso V de Portugal. Igualmente, se unió a muy temprana edad al ejército, donde demostró su valentía y talento para las artes marciales. En 1476 tuvo una importante participación en la batalla de Toro, de la Guerra de Sucesión Castellana. Igualmente, en 1492, prestó servicio a los Reyes Católicos de España, durante la campaña contra las fuerzas musulmanas por la conquista de Granada. Igualmente, llegó a ser confidente y consejero del rey João II de Portugal.
Rumbo hacia África y Asia
Cuando, Francisco de Almeida había arribado a los cincuenta años. El Rey Manuel I de Portugal, llamó a Francisco de Almeida, a fin de enviarlo a las colonias portuguesas en la India, para sustituir a Tristão da Cunha, quien se había quedado ciego. Con la misión de conquistar el control del comercio de especies y constituir fortalezas portuguesas en las costas africanas y de la India, el 25 de marzo de 1505, Francisco de Almeida, zarpó del puerto de Belém, en Lisboa, al mando de una flota de veintidós embarcaciones, compuesta por seis carabelas y catorce carracas. Investido con el título de Primer Virrey Portugués de la India, y en compañía de su hijo Lourenço de Almeida y sus veintiún capitanes, se dirigió entonces hacia el cabo de Buena Esperanza, y luego incursionó en aguas africanas, pasó Sofala y Mozambique, siguiendo hacia el norte. El 23 de julio de 1505 arribó a Quiloa, Kilwa, donde logró tomar el fuerte de esta ciudad de cuatro mil habitantes. Juramentó como Rey a Mohamed Anconij, estableció allí una fortaleza portuguesa, designando a Pêro Ferreira y unos ochenta hombres como sus custodios, y continuó su rumbo.
Virrey Portugués en la India
Un mes después, llegó a Mombasa. Con apoyo del sultán Malinde, férreo enemigo de esta población, los portugueses lograron saquear e incendiar la ciudad. Igualmente, unos días después, uno de sus capitanes, João Homere logró hacerse con el control de la isla de Zanzíbar, reclamándola así para el reino de Portugal. De esta forma, Almeida continuó su camino hacia Asia. El 13 de septiembre de 1505 arribó a la isla Anjadio, situada en la costa asiática, frente a Canacona, ubicada en Goa, India, justo en el punto donde desemboca el río Kali. En esta tierra, Almeida levantó rápidamente el fuerte Anjediva. Igualmente, en octubre, inició la construcción del fuerte San Angelo, ubicado en Cannanore, para el cual nombró a Lorenzo de Brito como custodio, dejándole para su tarea dos embarcaciones y unos ciento cincuenta hombres de apoyo.
Hacia finales de octubre, Almeida llegó finalmente a Cochin (primer asentamiento europeo en la India, el cual había sido fundado por Pedro Álvares Cabral en 1502). A su llegada, recibió noticias del asesinato de unos comerciantes portugueses en Quilon. Almeida decidió entonces enviar a su hijo Lourenço de Almeida, al mando de seis barcos, mientras que él se estableció en Cochin, a fin de mejorar y asegurar la fortaleza de Manuel de Cochin. No obstante, las arremetidas de los reyes indios no se hicieron esperar. En 1506, los hombres de Almeida, al mando de su hijo Lourenço, lograron vencer a las fuerzas del zamorin de Calicut en medio de la batalla de Cannanore. Esto propició la incursión de los portugueses hacia las aguas costeras ubicadas al sur de Colombo, en la actual Sri Lanka. En 1507, la flota de Almeida recibió el refuerzo de los hombres de Tristão da Cunha. En 1508, Alemida se enfrenta con la tragedia de la muerte de su hijo, quien perdió su vida en medio de la Batalla de Chaul, cuando una flota compuesta por los mamelucos, los egipcios y los hombres del sultanato de Grujarat atacó a los portugueses.
Años finales
Hacia finales de 1508, llegó Francisco de Albuquerque a Cannanore, con la orden de sustituir a Almeida. Este Virrey, quien se había convertido –según señalan los historiadores- en un hombre hostil y vengativo, a raíz de la muerte de su hijo, desconoció la orden del Rey y encerró bajo prisión a Albuquerque. A principio de 1509 zarpó hacia Bombay en búsqueda de venganza. El 3 de febrero de ese año, al mando de veintitrés embarcaciones y con el apoyo de las repúblicas de Venecia y Ragusa, logró derrotar una flota conjunta del sultanado mameluco de Egipto de Burjo, el zamorin de Calcuta, el Imperio Otomano y el sultán de Gujarat. Con este triunfo, Francisco de Almeida logró expulsar del océano Indíco, por al menos un siglo, a los otomanos y los egipcios. Liberado Albuquerque y sustituido como Virrey, Almeida se dirigió hacia Cananor, de donde partió hacia Portugal, el 1 de diciembre de 1509. Arribó, hacia finales de febrero de 1510, a la bahía de Table, en las cercanías del cabo de Buena Esperanza. Sin embargo, una disputa con los khoikhoi, ocasionó una batalla donde Francismo de Almeida y sus sesenta y cuatro hombres de su tripulación perdieron la vida. Sus restos fueron sepultador en Cape Town.
Fuente de imagen: datuopinion.com