Cuestión Homérica 

Durante años, los investigadores y especialistas han debido enfrentarse con la tarea de tratar de dilucidar la Cuestión Homérica, que es el nombre que recibe el gran enigma sobre la vida de uno de los autores más influyentes de la cultura actual, de quien no obstante su importancia no se conoce nada, constituyéndose en uno de los más grandes misterios del mundo literario.

En este sentido, algunos autores incluso creen que Homero no se trate siquiera de un hombre en particular, sino de un grupo de poetas. Esta afirmación se desprende precisamente de la etimología del nombre Hómēros, el cual corresponde a una variante jónica, de la partícula eólica Homaros, cuyo significado podría traducirse como “rehén”, y que para muchos indicaría que el nombre Homero estaba relacionado con un grupo de poetas, llamados los Homēriadi, conformada por los hijos de los prisioneros de guerra, los cuales por miedo a su traición no eran enviados a combate, sino que se les encomendaba la tarea de recordar oralmente las batallas.

Sin embargo, otros se inclinan a pensar que Homero, definitivamente sí se trata de un hombre concreto, y relacionan su nombre con un posible juego verbal, basado en la expresión “ho me horón”, que puede traducirse como “el que no ve”, lo cual vendría a respaldar la leyenda sobre la discapacidad visual de Homero.

Fecha de nacimiento y muerte

De corresponder a un individuo histórico, Homero habría nacido en algún momento del período comprendido entre los años 750 a.C y el 1200 a.C. Afirmaciones que se basan en su narración de La Ilíada, correspondiente a la Guerra de Troya,  hacen que algunos especialistas traten de ubicar su natalicio cerca de este suceso histórico, considerando a Homero como uno de sus cronistas más contemporáneos. Sin embargo, ciertos filólogos han señalado que el estilo poético corresponde a un periodo posterior. Así mismo, el historiador de origen griego Heródoto, afirmaba que Homero había nacido algunos siglos antes que él, probablemente hacia el año 850 a.C. Mientras su fecha de fallecimiento, tiende a ubicarse en el siglo V a.C, creyéndose que pudo suceder en la isla de Íos.

Lugar de origen y apariencia

Igualmente, el sitio exacto de su nacimiento constituye otra gran incógnita, siendo reclamado como hijo de distintas ciudades, entre las que se encuentran Esmirna, Atenas, Argos, Colofón, Rodas, Salamina, Pilos, Quíos, Cumas, Pilos e Ítaca, sin que en alguno se hayan encontrado pruebas concretas que evidencien el nacimiento de este poeta. No obstante, según la opinión de algunos investigadores, la menciones geográficas reseñadas en La Ilíada revelan por parte de Homero un gran conocimiento sobre la costa turca, en especial Samotracia, así como el río Caístro, en las cercanías de Éfeso, nombrando detalles muy precisos sobre las características del territorio y sus fenómenos naturales, en contraposición a las menciones un poco ambiguas sobre la península griega, lo que para estos investigadores indicaría que Homero probablemente habría nacido, o al menos vivido, en el occidente a Asia Menor. Hecho que es respaldado por el dialecto en que La Ilíada y La Odisea fueron escritas, lo que las sitúa en el territorio del jónico, en Asia.

Otro de los grandes temas de controversia dentro de la cuestión homérica ha sido también su apariencia, siendo el tema de su discapacidad visual, una de las más relevantes. Este mito sobre su posible ceguera está probablemente basada en un personaje de La Odisea, a quien Homero bautiza como Demodoko, un poeta ciego, a quien el autor le dedica una larga descripción, durante el pasaje en dónde este personaje homérico obsequia música y cuentos épicos, sobre las grandes hazañas de los héroes griegos a los asistentes de una reunión, lo cual ha sido interpretado por algunos estudiosos como un posible fragmento autobiográfico.

La Íliada y La Odisea

En cuanto a la naturaleza de sus obras, la mayoría de los críticos han coincidido en señalar que se trata de un trovador, quien recitaba de memoria los poemas épicos, cuyo primer registro fue la tradición oral. Igualmente, la repetición de muchos fragmentos y el uso del coro, revelan un carácter musical, circunscribiendo estas obras en el terreno de la poesía lírica.

Tanto La Ilíada como La Odisea se tratarían entonces de dos poemas épicos, que ilustran la organización y funcionamiento de la civilización occidental temprana, así como su mitología. No obstante, difieren mucho entre ellas en su estilo. Por un lado, La Ilíada puede ser considerada como un poema épico que narra la Guerra de Troya, como producto del rescate de Helena, quien representa la belleza para el mundo occidental, en una narración donde sus personajes, hechos y lugares son conocidos histórica y geográficamente, convirtiéndolo en un relato preciso.

En contraposición, La Odisea es considerada por muchos críticos como una novela con rasgos coloquiales, la cual da cuenta de las aventuras de Ulises en su intento por volver a Ítaca, registrando personajes ficticios y ambiguos lugares, que para muchos son señales de ser dos obras correspondientes a distintos autores, que pudieran haber vivido hasta con un siglo de diferencia. Sin embargo, también existen investigadores que reducen esta diferencia sólo a décadas, señalando que se trata simplemente de un cambio estilístico de un mismo autor, quien habría escrito La Ilíada en la lucidez de su juventud, y La Odisea en la sabiduría de su vejez, creando con esto las obras que conforman el nacimiento y la base de la cultura y el arte occidental.

Fuente de imagen: biografiasyvidas.com