Óscar Castro Zúñiga (Rancagua, Chile, 25 de marzo de 1910 – Santiago, Chile, 1 de noviembre de 1947). Intelectual, Poeta y Escritor chileno, quien destacó ampliamente tanto en el género poético, como en el narrativo, convirtiéndose en un referente de las Letras chilenas y latinoamericanas.
Primeros años
De acuerdo a lo que señalan sus biógrafos, Óscar Castro Zúñiga nació en la localidad de Rancagua, ubicada hacia el centro sur de Chile, el 25 de marzo de 1910, convirtiéndose así en el tercero de los cinco hijos de Francisco Castro y su esposa María Esperanza Zúñiga. Sus primeros estudios los cursó en la Escuela Superior N° 3, de la cual debió retirarse al poco tiempo, después de presentar preocupantes cuadros de tos convulsiva.
Cuando, Óscar Castro Zúñiga cumplió trece años tanto él como el resto de su familia sufrieron el abandono por parte del padre, lo que los dejó también en una precaria condición socioeconómica. No obstante, su tío Julio Valenzuela se ofreció a ayudar a la familia, inscribiendo a Óscar en el prestigioso Instituto O´Higgins, ubicado en Rancagua. Sin embargo, diferencias con este pariente, así como el deseo de no recibir más ayuda de su parte, hicieron que este futuro escritor abandonara la institución, decidiendo formarse por sus propios medios.
Primeros pasos como poetas
Un tiempo después esa decisión y su amor por las Letras darían sus primeros frutos. En 1926, publica, bajo el seudónimo “Raúl Gris” su primer poema, el cual fue publicado en la revista Don Fausto. Tres años después en 1929, ya sin seudónimo sino haciendo uso de su verdadero nombre, publica su Poema a su ausencia, en el cual ya se puede evidenciar los rasgos de su poesía melancólica y humana, siempre acompañada de una métrica impecable.
Unos años después, en 1934, junto a ocho escritores más, de los que hacían parte los célebres Agustín Zumaeta Basalto y Nicomedes Guzmán, funda el reconocido grupo “Los inútiles”. Así mismo, su carreta poética lo haría identificarse también con los principios de la “Poesía de la Claridad”, lírica inspirada en la imagen y obra del escritor español Federico García Lorca, y que pretendía erigirse también como una clara respuesta al vanguardismo histórico, del cual este movimiento criticaba especialmente su carácter subjetivo y hermético.
Carrera en la narrativa
Sin embargo, la pasión por las Letras se convirtió también en un oficio. De esta forma, en el año 1935, Óscar Castro Zúñiga comenzó a formar parte del equipo de redacción del diario La Tribuna. Al año siguiente se casó y consumó su amor con la escritora Ernestina Zúñiga, más conocida por su seudónimo Isolda Pradel, a quien había conocido a raíz del interés de esta narradora de encontrarse con el autor de Fragmento de poesía de la tierra.
No obstante, su madre se opuso rotundamente a esta relación, por lo cual terminó expulsando de su casa a los recién casados, arrojándolos a un mar de penurias económicas las cuales pudieron superar posteriormente. De este amor nacerían dos hijas Ivelda y Leticia Esmeralda Castro Zúñiga, sin embargo en 1945, estos padres perderían a su hija menor, quien fallecería a los once meses de edad.
Obra literaria
De acuerdo a sus críticos, la obra de Óscar Castro Zúñiga puede analizarse en dos fragmentos bastante definidos. Por un lado, se encuentra su Poesía, la cual es definida por los especialistas en su obra como una poética transparente, de fuertes rasgos humanos e inundada por una gran humanidad. Así mismo resalta la gran habilidad de este poeta para componer Romances, así como para el manejo de la rima, la cual sorprende por su gran perfección. En este ámbito destacan sus siguientes poemarios: Camino en el alba (1937); Viaje del alba a la noche (1938); Reconquista del hombre (1944); Glosario gongorino (publicado póstumamente en 1948); Rocío en el trébol (publicado en 1950, también después de su desaparición física).
En cuanto a su narrativa, los críticos han señalado la presencia de otro estilo completamente distinto, en comparación a su Poesía, puesto que esta última está llena de imágenes y metáforas, mientras que la narrativa de Óscar Castro Zúñiga destaca más bien por el realismo que recorre sus letras, lo cual ha llevado que esta sea clasificada también dentro del género del criollismo chileno. Entre sus obras narrativas más destacadas se encuentran: Huellas en la tierra (1940); Llampo de sangre (1950); Comarca del jazmín (1945); La vida simplemente (1951); Lina y su sombra (1965); El valle de la montaña (1967). No obstante, a pesar de su nutrida obra, la cual ha sido reconocida y ampliamente admirada por los estudiosos de las Letras latinomericanas, sus biógrafos coinciden en señalar su Reponso a Federico García Lorca, escrito en el año 1936, como la consagración de su obra, y la total alianza a la Poesía de la claridad, inspirada en este escritor español.
Últimos años
Durante sus últimos años, este escritor chileno pudo probar un poco de la retribución a su obra literaria, recibiendo en 1939 algunos premios por sus cuentos campesinos. Así mismo pudo dedicarse también a la actividad pedagógica, primero como bibliotecario del Liceo de Hombres de Rancagua (el cual fue bautizado después en su honor). Este escritor también se convirtió en el fundador, junto a otros docentes, del Liceo Nocturno de Rancagua, quizás por la sensibilidad social despierta en quien había vivido la necesidad en carne propia. En 1946, también asumió un cargo de responsabilidad en el Liceo Juan Antonio Ríos, ubicado en la ciudad de Santiago de Chile.
A pesar de sus planes y responsabilidades laborales, la salud de Óscar Castro Zúñiga venía deteriorándose desde 1945, cuando fue diagnosticado de tuberculosis, teniendo incluso que guardar estricto reposo por dos meses. Tal vez los continuos viajes entre Santiago de Chile y su natal Rancagua contribuyeron a la pérdida de sus fuerzas. El 12 de septiembre de 1947 fue internado de emergencia en el Hospital del Salvador, ubicado en la capital chilena, Santiago, en donde falleció dos meses después, el 1 de noviembre de 1947.
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