Caballo Magno
He aquí la historia de Bucéfalo, el caballo de Alejandro Magno, quien fuese uno de los más grandes conquistadores de la antigua Grecia y de toda la Historia. El bello cuadrúpedo llegó de la mano del rey Filipo (Padre de Alejandro) quien compró al animal por trece talentos a un Tesalio llamado Filónico. El animal era tosco y salvaje, al punto que el mismo Rey pensó que la bestia era indomable; como él mismo vería más adelante, solo unos ojos hábiles podían detectar qué era lo que perturbaba al caballo.
Fue así como el joven Alejandro se acercó al animal. El príncipe había observado con cuidado al animal y había encontrado el problema: Bucéfalo recelaba su propia sombra. Con la calma de un militar, Alejandro giró la cabeza del caballo hacia el sol cegándolo, con lo que finalmente pudo montarlo sin dificultad. Su padre al ver la hazaña de su hijo le gritó: “Hijo, búscate un reino que sea igual a tu grandeza, porque Macedonia es pequeña para ti.”
Caballo Legendario
Existe una versión más fabulosa de la historia, en la que nos cuentan que Bucéfalo era descendiente de las Yeguas de Diomedes (de las cuales hablamos en el artículo Hércules y las Yeguas de Diomedes) y que al igual que sus predecesoras poseía unos gustos peculiares por la carne humana. Fue por eso que Filipo decidió construir una jaula de hierro para poder contener al animal, condenando a todo aquel que se atreviera a desobedecer las leyes del reino a entrar a la prisión con el animal (ya se imaginarán con qué resultado).
Un día el Oráculo de Delfos profetizó lo siguiente y se lo comunicó al Rey de Macedonia: que la persona que lograra domar a la bestia sería el rey de todo el mundo habitado y cruzaría la ciudad de Pelas.
Fue así que un día el príncipe Alejandro, quien contaba con apenas 15 años y era ignorante de la profecía, se acercó a las caballerizas. El animal se inclinó ante Alejandro reconociéndolo como su amo y el joven pudo sacar al caballo sin la ayuda de nadie.
Bucéfalo y Alejandro fueron compañeros inseparables: juntos conquistaron gran parte de Asia. Se cree que el caballo murió en la batalla del Hidaspes, aunque en otras versiones se dice que Bucéfalo falleció a una edad avanzada en la ciudad que el conquistador nombró en honor a su montura: Alejandría Bucéfala. Esta ciudad está localizada en el moderno pueblo de Jhelum, en la provincia del Panyab, al noreste del actual Pakistán.
Fuentes:
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